Investigadores de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco) crearon un nuevo apósito para heridas crónicas que se compone de nanofibras de un polímero biodegradable, aloe vera y nanopartículas lipídicas.
Este estudio se publicó en la revista ‘International Journal of Pharmaceutics’. El nuevo apósito, diseñado para el tratamiento de las heridas crónicas, actúa como una segunda piel, protegiendo la herida, manteniéndola hidratada y favoreciendo el proceso de cicatrización.
El apósito se compone de nanofibras de un polímero biodegradable (PLGA), aloe vera y nanopartículas lipídicas, y se obtiene mediante la técnica de electrospinning o electrohilado. Esta técnica para la fabricación de fibras está basada en un conjunto de conceptos electromagnéticos, como la carga electrostática, en donde una solución, generalmente polimérica, se ve inducida por ese efecto y da como resultado fibras de diversos tamaños.
Además, la incorporación de las nanopartículas lipídicas “mejoró las propiedades mecánicas y grosor del apósito, facilitando su manipulación y aplicación”.
Un equipo de investigadores españoles ha desarrollado nanopartículas capaces de penetrar el tumor cerebral más letal —glioblastoma multiforme— y transportar fármacos al interior de las células malignas.
La investigación está liderada por Marcos García Fuentes, del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad de Santiago de Compostela (CiMUS), y se ha desarrollado en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y la Universidad de Nottingham.
La terapia experimental se ha ensayado con éxito en tumores humanos implantados en ratones y su descripción se publica en la revista Advanced Therapeutics.
El tratamiento actual para el tumor cerebral más común y letal, el glioblastoma multiforme (GBM), se basa fundamentalmente en la cirugía de extirpación, y logra una supervivencia media de poco más de 14 meses; la supervivencia a los cinco años es menor del 5%.
Esta terapia experimental podría mejorar esta situación, según sus responsables, que aseguran que, si los resultados preliminares se confirman en más modelos animales, los primeros ensayos clínicos en pacientes podrían realizarse dentro de cuatro o cinco años.
La Fundación BBVA, que ha financiado el trabajo de García Fuentes, recuerda en una nota de prensa que la utilización de medicamentos capaces de silenciar genes causantes de tumores tiene un enorme potencial para el desarrollo de terapias específicas, personalizadas y efectivas en el tratamiento del cáncer.
Sin embargo, estos medicamentos genéticos todavía no tienen una aplicación amplia debido a sus grandes problemas de estabilidad y transporte en el cuerpo.
Para que este tipo de terapia génica funcione, las moléculas —medicamentos— tienen que conseguir llegar hasta el interior de la célula y es precisamente en el camino donde aparecen los problemas.
Estas moléculas, explica a Efe García Fuentes, son muy grandes y por ellas mismas no son capaces de atravesar la membrana celular para alcanzar el interior de la célula, de ahí que para ello tengan que utilizar unos orgánulos llamados vesículas digestivas; estas vesículas facilitan el paso a los fármacos pero también lo frenan.
Una vez que han facilitado la entrada del fármaco por la membrana, se dedican a degradar sus moléculas, evitando que lleguen íntegras a la célula y anulando así la eficacia del tratamiento.
Precisamente, las nanopartículas presentadas ahora consiguen que las moléculas escapen de estas vesículas y completen su viaje hasta el interior de la célula, y lo hacen gracias a una estructura que se vuelve insoluble en el ambiente ácido de las vesículas digestivas.
Las nanopartículas, con materiales denominados polifosfacenos, son por tanto ese vehículo para transportar el fármaco genético capaz, en este caso, de suprimir células iniciadoras del gliobastoma.
El estudio ha demostrado que la aplicación del medicamento genético, en combinación con la quimioterapia de primera línea (temozolamida), produce una reducción del tamaño del tumor mayor que un tratamiento basado únicamente en el fármaco quimioterápico.
«Hemos conseguido una ventaja adicional a la quimioterapia y hemos conseguido reducir a la mitad el tamaño del tumor con esta combinación», afirma el científico español, quien no obstante señala que no se trata de una curación y recuerda que esta es una investigación básica, por lo que son necesarios más estudios.
Fuente: ABC España (España) / COFA
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y del Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR) de Italia desarrollaron unas nanopartículas que pueden remineralizar dientes y huesos, gracias a que actúan como reactivo precursor de un compuesto cristalino que se deposita en la superficie dental.
Estas partículas, desarrolladas por investigadores del Laboratorio de Estudios Cristalográficos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro mixto CSIC y la Universidad de Granada), y del Istituto di Scienza e Tecnología dei Materiali Ceramici del CNR, tienen un “gran potencial” como componente de pastas de dientes, chicle, enjuagues bucales y barnices de flúor, para tratar la sensibilidad dental y la erosión del esmalte.
“El componente mineral mayoritario de los huesos y dientes son formas cristalinas de fosfatos de calcio. Las nuevas nanopartículas que hemos desarrollado están compuestas de fosfato de calcio amorfo (ACP), que es un compuesto que se transforma en estas formas cristalinas que remineralizan el esmalte y la dentina y refuerzan los huesos. Además, en estas nanopartículas, de entre 30 y 80 nanómetros, el fosfato de calcio amorfo está potenciado con flúor y carbonato y recubiertas con moléculas de citrato”, comenta el investigador y uno de los inventores, Jaime Gómez Morales.
El proceso de preparación de estas nanopartículas se inspira en el proceso de formación natural y es de bajo coste, ya que sólo requiere un único paso de reacción a temperatura ambiente y materiales de partida económicos, por lo que es respetuoso con el medio ambiente.
Otras propiedades de estas nanopartículas son su excelente biodegradabilidad, bioactividad y biocompatibilidad, demostrada en ensayos celulares ‘in vitro’, por lo que también presentan potenciales aplicaciones como nanotransportadores de fármacos. Su solubilidad dependiente del pH hace que el fármaco se libere de forma controlada.
Las nanopartículas formarán parte de productos de la gama de higiene oral de una reconocida marca a nivel internacional. Asimismo, la patente de estas nanopartículas, ya concedida en España y Estados Unidos, fue extendida internacionalmente a, entre otros, Brasil, China, Corea del Sur, Japón, Rusia y a la Oficina Europea de Patentes.
Fuente: Europa Press
Una nueva vacuna de nanopartículas de doble capa hecha con péptidos ha demostrado proteger a ratones contra el virus de la gripe A, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Georgia (Estados Unidos), publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
Se están investigando vacunas universales contra la gripe que puedan inducir una protección amplia y efectiva contra una amplia gama de virus de influenza.
Los científicos ahora deben actualizar las vacunas contra la gripe estacional cada año al predecir qué cepas serán las más comunes durante la próxima temporada de gripe. Y es que, si las vacunas contra la gripe estacional no coinciden con las cepas circulantes de la influenza, ofrecen baja efectividad y protección limitada, lo que podría conducir a epidemias de influenza o una pandemia.
Ante este escenario, la nanotecnología proporciona un enfoque prometedor para el desarrollo de nuevas vacunas contra la influenza, y la vacuna de doble capa de nanopartículas creada en este estudio muestra un gran potencial para combatir los virus de la influenza.