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En el marco del Día Mundial de la Sonrisa, Philips alienta a desarrollar y mantener buenos hábitos de salud bucal y nos acerca importantes beneficios para ayudar a cuidar la sonrisa.

Las enfermedades más comunes que afectan la cavidad bucal, como la carie dental y la periodontitis (infección bacteriana de los tejidos, ligamentos y huesos que rodean y sostienen los dientes), ocurren a causa de la acumulación de placa bacteriana. Ésta, según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser removida al menos dos veces al día. En combinación con una pasta de dientes con flúor, la remoción de la placa dental con cepillos dentales es la clave para el control de las caries dentales en comunidades alrededor del mundo. 

La enfermedad bucal afecta a 3.900 millones de personas en todo el mundo, y la caries dental no tratada afecta a casi la mitad de la población mundial. El azúcar es un factor de riesgo importante para la caries dental, que afecta a casi el 100 % de los adultos, lo que la convierte en la enfermedad más prevalente y prevenible del mundo.               

 

Es fundamental fomentar hábitos de atención médica preventivos y aprovechar las innovaciones tecnológicas que pueden conducir a una mejor salud bucal a largo plazo y, lo que es más importante, una mejor salud y bienestar general para las personas.

 

Al frente de la revolución en el cuidado de la salud bucal, Philips crea tecnología de vanguardia para ayudar a las personas a proteger su salud bucal y brindarles una limpieza más profesional en su propio hogar. Para esto, el portfolio de cepillos dentales Sonicare es ideal para prevenir el crecimiento de placa bacteriana que provoca la gingivitis.

 

 

Consejos para ayudar a eliminar la placa

Los problemas de salud bucal se pueden prevenir y tratar de forma adecuada cuando se detectan tempranamente. Cepillarse durante más tiempo y más seguido, llevar una dieta saludable y pasarse hilo dental todos los días son claves para mantener los dientes y encías saludables. El cepillado dental de rutina es quizás la actividad más importante con la que la persona puede controlar la acumulación de placa bacteriana y el desarrollo de las enfermedades bucales más prevalentes.

 

También existen ciertos alimentos y productos comunes que pueden ayudar en la eliminación de la placa ya existente:

 

-          Frutas y verduras crujientes. Comer manzanas crudas, zanahorias, apio y otras frutas y verduras crujientes puede ayudar a reducir la placa que se acumula en los dientes delanteros y en los molares.

 

-          Queso, yogur y otras bacterias cultivadas. Las bacterias del queso y el yogur pueden ayudar a neutralizar el ácido que forma la placa en la boca. *Nota: Para aquellos que son veganos o intolerantes a la lactosa, el tofu ha demostrado tener propiedades similares.

 

-          Agua. Nada ayuda a lavar los ácidos y las bacterias que causan la placa como un buen vaso de agua fría. Podemos realizar buches tan a menudo como queramos.

 

Ganá productos para cuidar tu sonrisa

Para ayudar a mantener tu salud bucal, Philips realizará un concurso en su cuenta de Instagram @Philipsarg, en donde podrás participar para ganar:

Cepillo dental eléctrico sónico Philips Sonicare Healthy White+ (HX8981/02), que elimina hasta un 100% más de manchas para obtener dientes más blancos en solo una semana.

Irrigador interdental Philips AirFloss Ultra (HX8481/05), ideal para aquellas personas que no utilizan el hilo dental con regularidad e igual de eficaz para la salud de las encías.

Además, podrás encontrar un descuento en la tienda del 15% sobre toda la categoría.

Conocé todos los produtos Philips ingresando a: https://www.tienda.philips.com.ar/

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Martes, 10 Julio 2018 11:53

La innovación llega a la salud

Desde aplicaciones móviles y videojuegos, hasta inteligencia artificial, big data, interfaces hombre-máquina y procesamiento de señales biológicas, las nuevas tecnologías se están usando para desarrollar dispositivos médicos.

En los últimos años, la reducción en los costos de los componentes ha permitido que empresas y grupos de investigación puedan dedicarse a diseñar prototipos y soluciones comerciales que mejoran la atención y rehabilitación de pacientes. Bajo la premisa de hacer aplicaciones económicas y de acceso generalizado, en el país crecieron de manera exponencial los desarrollos destinados a potenciar la medicina.

La posibilidad de ayudar a personas con problemas auditivos motivó a Ezequiel Escobar y tres compañeros de la carrera de Ingeniería Informática, en Jujuy, a diseñar,—en 2013— el prototipo de lo que hoy es uSound, una aplicación móvil destinada a personas con hipoacusia que —mediante un software que se instala en el smartphone y en base a los resultados de una audiometría previa— aprovecha la capacidad de procesamiento del teléfono para hacerlo funcionar de manera similar a un audífono.

El desarrollo del plan de negocios se hizo luego de participar en las incubadoras Wayra y Mass Challenge, donde recibieron una inversión de US$ 250.000. La aplicación, que puede obtenerse de las tiendas de Android y Apple, corre en cualquier dispositivo de gama media y alta, y posee inteligencia para procesar información sobre el comportamiento del usuario que puede ser útil para el médico. “Tiene más de 15.000 usuarios activos en distintos países”, dice Escobar, cuya empresa tiene 15 empleados. “En el mundo hay 640 millones de personas con pérdida de audición. Y de cada 40 personas, solo 1 accede a un audífono, por cuestiones de costo o de estética. Un audífono sale entre US$2.000 y US$5.000. Nuestra meta es ayudar a quienes tienen este problema”, completa Escobar. Para diseñar uSound tuvieron el asesoramiento de fonoaudiólogos, expertos en prótesis, ingenieros de sonido y médicos otorrinolaringólogos, ya que “es clave apoyarse en los especialistas”.

Otras alternativas aprovechan los videojuegos. Como la empresa cordobesa de software Geminus Qhom, que diseñó la plataforma de rehabilitación virtual Motmi. Mientras probaban tecnologías de reconocimiento de movimientos —Xbox y Leap Motion— para desarrollar productos comerciales, surgió la inquietud de investigar otros usos. “Buscábamos los elementos motivacionales que intervienen en la rehabilitación de ciertas patologías y nos propusimos desarrollar ejercicios con la dinámica lúdica de un videojuego. Se emplearon sensores de movimiento baratos, para que la rehabilitación se democratice”, señala Ricardo Ruival, socio director de la firma.

La plataforma, que hoy tiene 90 ejercicios de rehabilitación que se desarrollaron junto con kinesiólogos, se probó en instituciones de salud como Fleni y el Centro de Neurorehabilitación Rita Bianchi. En 2016 Motmi ingresó al programa Incubando Salud, de la Fundación Barceló, para trabajar en el modelo de negocios y obtuvo un subsidio de $800.000 del Fonsoft. “El 10% de la inversión total se destina al hardware, básicamente sensores, y el resto se asigna a I+D”, explica Ruival.

Muy usadas en el segmento de videojuegos, las interfaces cerebro-computadora se aplican en medicina. “Permiten reconocer y procesar las señales de los distintos tipos de ondas cerebrales, transformándolas en comandos y controles que pueden dar instrucciones sobre lo que el paciente quiere hacer. Al haber bajado el costo, es posible hacer desarrollos con esta tecnología. Por ejemplo, para dar autonomía a personas con movilidad reducida”, comenta Gastón Pereyra Puyó, director de Negocios de Interactive Dynamics, que junto con la Fundación Rosarina de Neuro-Rehabilitación, diseñó una silla de ruedas eléctrica que puede ser controlada con este tipo de interfaces usando el lector de ondas cerebrales Emotiv Epoc.

Para hacerlo, se adaptó una silla de ruedas estándar, a la que se le agregó una unidad de procesamiento y control, sensores de detección de obstáculos y la electrónica que recibe las señales. Las ondas eléctricas cerebrales son capturadas por Emotiv Epoc (colocado en la cabeza del paciente), que transmite parte de la actividad cerebral por ondas de radiofrecuencia a una notebookque actúa como intermediario, y cuyo sistema decodifica y transforma esas señales en otras específicas para activar los controles de la silla de ruedas.

Comunicación es salud La mejora de los procesos de atención es otra área donde la tecnología tiene mucho para aportar. El Grupo de Investigación y Desarrollo Aplicado a las Telecomunicaciones (Gidat) de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) construyó el prototipo de un sistema de telemedicina para aplicar en situaciones de emergencia, que facilita la atención remota en zonas alejadas de los centros de salud, que carecen de especialistas en ciertas patologías.

El Gidat desarrolló una plataforma de comunicación a distancia —basada en la arquitectura de mensajería MOM— que permite transmitir en tiempo real los resultados de un electrocardiograma y otros indicadores del paciente (temperatura, pulso y presión arterial) para que un médico especialista ubicado en un sitio alejado pueda diagnosticar, supervisar y tomar decisiones en forma remota. “También se le puede agregar chat, audio y video”, afirma Sebastián Tosco, vicedirector del Gidat.

Para el desarrollo se trabajó con cardiólogos del Hospital Regional de Río Cuarto. “Desde la arquitectura de comunicaciones, se priorizó la accesibilidad. Elegimos un sistema que se puede usar en cualquier tipo de red y que consume poco ancho de banda”, completa.

Poco difundida en las entidades de salud del país, la historia clínica electrónica permite mejorar la administración y la atención mediante el uso de un soporte digital donde se efectúa el registro médico de los pacientes a lo largo del tiempo. La empresa Epicrisis apunta a llevar la historia clínica digital a los consultorios médicos particulares y centros de atención ambulatoria.

Provista bajo la modalidad de software como servicio, la aplicación puede ser accedida desde cualquier sitio o dispositivo por parte del profesional. “La esencia de Epicrisis es el registro clínico electrónico del paciente. Las historias clínicas suelen estar están fragmentadas y en papel; pero la visión desde la informática medica es que pueda haber interoperabilidad para compartir información”, señala Federico Pedernera, médico especialista en Informática Médica formado en el Hospital Italiano y socio de Epicrisis.

Fuente: Clarín salud

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Aunque entre 2006 y 2015 la cantidad total de patentes solicitadas mediante el Tratado de Cooperación de Patentes (PCT) en América Latina aumentó un 27%, las argentinas disminuyeron en un 40%, en base a los datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y el último informe El Estado de la Ciencia, que elaboró la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología –Iberoamericana e Interamericana– (Ricyt).
“En los países industrializados, los que más patentan son las empresas grandes y algunos institutos de investigación que tienen un buen sistema de vínculos con el sector privado”, afirma el coordinador de la Ricyt, Rodolfo Barrere. Sin embargo, “en América Latina el que más patenta es el sector público y en Argentina, el Conicet, lo cual da cuenta de la debilidad del sector privado”, agrega.

Así, entre 2007 y 2016 Argentina presentó 286 patentes PCT, de las cuales 73 corresponden al Conicet, 55 a INIS Biotech del Instituto Leloir (algunas en conjunto con Conicet); 17 a universidades nacionales y con cinco aparece la empresa que más patentó en ese período. En cambio, en Brasil la tabla la lidera una empresa privada con 321 patentes, seguida por la Universidad Estatal de Campinas con 115, mientras que en Chile son las universidades las que más patentaron (un poco más de 200).

Con el fin de preservar a las instituciones y empresas locales de las patentes extranjeras, Argentina no es miembro activo del convenio PCT –que permite la solicitud simultánea en los distintos Estados miembros– pero puede presentar patentes PCT a través de las oficinas de otros países. En cuanto a las patentes solicitadas en Argentina, en 2006 fueron 5.617 y en 2015 bajaron a 4.125.
Causas. “No existe una explicación única de la disminución de patentes argentinas, tanto las locales como las internacionales, enmarcadas en el convenio PCT. Algunas razones tienen que ver con la cultura de los organismos científicos, otras con la burocracia del sistema de patentes y otras, quizá las más importantes, con la actividad económica”, señala Mario Albornoz, coordinador del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad.
Si bien los mencionados factores condicionan, Albornoz considera que “la escasez de patentes puede ser un indicador del escaso ímpetu innovador de las empresas argentinas”. En este sentido, la inversión en investigación y desarrollo por parte de las empresas bajó del 30,4% en 2006 al 21,25% en 2015.
Para Dámaso Pardo, presidente del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), “la caída en la presentación de solicitudes de patentes puede obedecer a varios factores: la falta de estímulo, el mal funcionamiento de una oficina de patentes, las trabas a la innovación, la burocracia de la administración pública y la falta de una política de Estado acerca de la relevancia de la propiedad intelectual”. Es por ello que un decreto reciente busca simplificar los trámites y en el INPI se puso en marcha un plan con nuevas herramientas tecnológicas y capacitación de los examinadores de patentes.
“El tipo de industria de Argentina es generalmente de valor agregado bajo, no tenemos industrias donde la innovación juegue un gran papel. El empresario no necesita investigación y desarrollo propio para competir”, analiza Carlos Correa, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios de Derecho Industrial y Económico de la UBA.
Desde la cartera de Ciencia y Tecnología se ofrecen capacitaciones, guías y normativas modelo para quienes deseen proteger la propiedad intelectual. “La vinculación entre empresas, universidades y centros de investigación es un tema difícil en el que falta mucho por hacer”, concluyó Martín Villanueva, a cargo de la Dirección Nacional de Estudios del ministerio.
Conocimiento científico

En América Latina y en Argentina aumentaron el número de investigadores y publicaciones en revistas científicas, en contraposición con el crecimiento lento o el descenso de la cantidad de patentes solicitadas bajo el tratado PCT. Según el informe de 2017 de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (Ricyt), en el país en 2006 había 53.537 investigadores y en 2015, 82.407 y, al comparar las publicaciones en Scopus (que incluyen revistas, libros y actas de congresos), pasaron de 7.440 a 13.187, al comparar esos mismo años.

“Las patentes –aclara Rodolfo Barrere– son más una cuestión de empresas y de abogados que de investigadores. Sólo tiene sentido solicitarlas si hay una expectativa de rédito económico”.

En coincidencia, Carlos Correa, de la UBA, afirma que una mayor actividad científica no lleva necesariamente a un mayor patentamiento. “El avance científico puede abrir nuevos senderos de investigación, incluso tecnológica, pero mucho de lo que se hace no culmina en una patente”.

Fuente: Perfil

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Viernes, 16 Febrero 2018 10:25

Cómo desarrollar antibióticos más eficaces

Un equipo científico del centro de investigación biomédica Navarrabiomed logró caracterizar el sistema sensorial que las bacterias utilizan entre otras cosas para multiplicarse en el cuerpo humano y causar infección. El avance permite comprender mejor cómo las bacterias se adaptan a las diferentes condiciones ambientales y posibilitará el desarrollo de antibióticos más específicos y eficaces.

 
 
En la actualidad, la aparición de bacterias farmacorresistentes, que no responden a tratamientos con antibióticos, constituye uno de los problemas sanitarios a escala mundial priorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Las bacterias detectan, responden y se adaptan a los cambios en su entorno utilizando unos elementos sensoriales denominados sistemas de dos componentes. Este tipo de sistemas sensoriales están presentes en bacterias, hongos y plantas, pero no se encuentran en células animales. En el caso de las bacterias, regulan procesos celulares tan importantes como la virulencia o su propio crecimiento, lo que los convierte en dianas para el diseño de nuevas terapias antimicrobianas.

El objetivo del trabajo, publicado en Nature Communications, ha consistido en eliminar todos los sistemas de dos componentes, es decir el sistema sensorial completo, en Staphylococcus aureus, uno de los principales patógenos humanos según la OMS y, posteriormente, en la generación de una colección de bacterias cada una de las cuales contiene un único sistema de dos componentes.

Las bacterias han sido patentadas y el equipo analiza diversos compuestos marinos que puedan incorporarse en el tratamiento y control de infecciones

Esta estrategia ha permitido simplificar una compleja red sensorial en cada uno de sus elementos para comprender cuál es la función individual de cada uno de los sistemas y la relación existente entre ellos.

Hacia nuevos fármacos

“El hecho de que los sistemas de dos componentes estén presentes en todas las bacterias patógenas y no en las células de nuestro organismo nos puede permitir desarrollar fármacos que bloqueen estos sistemas, evitando así el desarrollo de la bacteria durante la infección, sin causar ningún efecto secundario sobre nuestras células”, dice Iñigo Lasa, director de Navarrabiomed (centro mixto del Gobierno de Navarra y la Universidad Pública de Navarra (UPNA) e investigador responsable del grupo de Patogénesis Microbiana del centro.

En este sentido, las bacterias generadas en este estudio han sido patentadas y actualmente el equipo analiza diversos compuestos marinos que puedan incorporarse en el tratamiento y control de infecciones en la práctica clínica.

La investigación forma parte de la actividad científica del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), agrupación público-privada para el fomento de la investigación biomédica en la Comunidad Foral y de la que son miembros Navarrabiomed y la UPNA.

En el trabajo han colaborado investigadores del Instituto de Agrobiotecnología (UPNA-CSIC-Gobierno de Navarra), del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) y del Institute of Infection, Immunity and Inflammation de la University of Glasgow.

Referencia bibliográfica:

Maite Villanueva et al. “Sensory deprivation in Staphylococcus aureus” Nature Communications 9, Article number: 523(2018) doi:10.1038/s41467-018-02949-y

Fuente: Agencia SINC- España

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