Los últimos datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que se podrían salvar alrededor de 420 mil vidas al año en las Américas si se siguen 4 pequeños pilares: atención primaria de salud, reducir la sal, promover una dieta saludable y hacer actividad física. De hecho, la hipertensión afecta a 180 millones de personas en la región (18% de los adultos) y, como generalmente no presenta síntomas ni signos, el diagnóstico llega demasiado tarde. La hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. En Argentina, 4 de cada 10 personas desconoce si es hipertensa, de los cuales 43,3% son hombres y 30,3% son mujeres.
“El cloro y el sodio son minerales esenciales para múltiples funciones vitales de nuestro organismo, pero, como todo, especialmente el último, en exceso, pasa a ser nocivo. Ambos minerales juntos conforman una sal que se llama Cloruro de Sodio (Cl-Na) y como todos sabemos es “salada”. Fácil de reconocer en los alimentos como fiambres, embutidos, panadería, caldos en cubitos e infinidad de alimentos comercializados y por supuesto lo que contiene el salero” detalla el Dr. Sangiovanni.
De hecho, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el consumo recomendado de sal no debe superar los 5 gramos por día (una cucharadita pequeña). Sin embargo, en Argentina se estima que el consumo promedio oscila entre los 10 y 12 gramos por día y la principal ingesta diaria de sal se da a través de alimentos ultraprocesados o procesados. “Esto es clave para que la sociedad pueda diferenciar entre la sal visible e invisible. No es lo mismo la sal que vertemos en la preparación de alimentos o en el plato ya servido que la sal invisible que ya está presente en alimentos procesados, por ejemplo, conservantes, saborizantes y leudantes químicos. Esta forma invisible de consumo es justamente la responsable del 70% del sodio que ingerimos cada día”.
El cambio de hábitos y su concientización es la clave. “Debemos acostumbrarnos a ‘nuevos sabores’ como el limón y especias que hacen que la transición sea menos compleja para quienes están acostumbrados a ingerir sal en exceso. Con solo cambiar algunos hábitos y aprender a combinar los diferentes tipos de alimentos, sabores e incluso colores, se puede hacer una gran diferencia para nutrir el organismo de forma saludable” aconseja el profesional.
“Además, debemos aprender a diferenciar entre sodio y sal. El sodio es esencial para la vida. Nuestras células para sus funciones necesitan sodio, pero en la cantidad que se lo da la naturaleza. El problema es que el sodio se usa como conservante. Un alimento en una lata se pudriría en una semana en una góndola sin este. Entonces todos los alimentos procesados, conservados en sodio, por ejemplo, de panadería, gaseosas, pueden tener alta carga de sodio y no nos damos cuenta porque no es salado y no tiene gusto. La sal es cloruro de sodio, es una asociación de 2 minerales; cloro y sodio, donde el "malo de la película" es el sodio. Y la diferencia en la sal es que la reconocemos por el paladar”, explica Sangiovanni.
Por eso reducir la ingesta de sodio es la premisa y no sólo limitado a los pacientes hipertensos (base esencial del tratamiento por encima de lo farmacológico) sino para todos, ya que está comprobado que el exceso de su consumo por años predispone al inicio de la hipertensión arterial y aumenta el riesgo cardiovascular. Tal es la problemática que en los últimos años ha cambiado la visión en pediatría y adolescencia respecto al incremento de Hipertensión arterial, Obesidad y Diabetes 2 (del adulto).
'Una vez detectada una presión arterial igual o superior a los 140/9 0 mmHg, no se puede esperar a que el individuo baje 10 kg de peso o modifique sustancialmente algunos hábitos como la mala alimentación y el sedentarismo; todo eso será recomendable, pero la indicación para aquellos casos moderados y de alto riesgo es un tratamiento basado en la administración diaria de 2 o más drogas en un solo comprimido', así lo afirmaron los especialistas de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) en el marco de la campaña de concientización Conoce y Controla tu Presión Arterial (CyC 2022) que finaliza este 14 de septiembre.
'La cantidad de drogas quedará a decisión de cada médico tratante, siempre bajo la consigna de que sean administradas preferentemente en un solo comprimido. Este enfoque desde el diagnóstico, apunta a mantener la hipertensión bajo control y a evitar el desarrollo de enfermedad cerebrovascular (ACV), coronaria (infarto), insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, demencia, insuficiencia renal y retinopatía, entre otras condiciones graves y potencialmente mortales', se encargaron de advertir.
"La evidencia clínica ha demostrado que, en el tratamiento de la hipertensión, la combinación de medicamentos que actúan sobre diferentes mecanismos permite alcanzar con mayor facilidad los objetivos de tratamiento. Sin embargo, cuanto mayor sea la cantidad de comprimidos diarios que el paciente debe tomar, más baja también es la adherencia a los tratamientos. Afortunadamente, hoy contamos con medicamentos que reúnen en un mismo comprimido o cápsula 2 y hasta 3 drogas diferentes. No obstante, muchas veces llegan al consultorio pacientes de moderado o alto riesgo cardiovascular, con dos o más factores de riesgo, a los que solo se les recomendó un cambio de hábitos o, en el mejor de los casos, están recibiendo una sola droga en bajas dosis y, por supuesto, la gran mayoría no tiene su presión bajo control", sostuvo el Dr. Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial, Presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y Coordinador de la Campaña 'CyC 2022'.
Una toma de posición reciente llevada a cabo por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC), publicada en el Journal of Human Hypertension2, concluyó que 'dado que la hipertensión arterial es una enfermedad multifactorial, la combinación de diferentes clases de fármacos aumenta el efecto antihipertensivo por aproximadamente cinco veces, mejorando la tasa de control'. Entre otras conclusiones, el trabajo sostiene que luego de un año de seguimiento, se observa una menor incidencia de eventos cardiovasculares en el grupo de pacientes que recibe combinación de medicamentos en comparación con los que reciben solo monoterapia.
"La importancia de esta toma de posición es destacar los beneficios de la combinación de drogas concentradas en la menor cantidad de comprimidos posibles, para el control y tratamiento de la hipertensión. El objetivo siempre es llevar la presión a niveles menores a 140/90 mmHg", afirmó el Dr. Nicolás Renna, cardiólogo universitario, doctor en medicina, vicepresidente de la SAHA y autor principal del documento.
En opinión del Dr. Pablo Rodríguez, médico especialista en Cardiología, Medicina Interna e Hipertensión Arterial, Secretario de la SAHA, "uno de los principales problemas es que antes de iniciar un tratamiento debemos llegar a un diagnóstico adecuado. Mucha gente desconoce sus valores de presión arterial, y otros, aun sabiéndose hipertensos, minimizan la situación. Es una enfermedad que se puede diagnosticar fácilmente con un correcto registro de la presión arterial, incluyendo mediciones domiciliarias utilizando un tensiómetro digital".
A ese respecto, los especialistas destacan que la medición ideal es la que el propio individuo se realiza en su domicilio con tensiómetros automáticos validados. En la página web de la SAHA (www.saha.org.ar) podrá encontrarse un video instructivo explicando detalles para una correcta medición. Dicho video está acompañado de muchos otros consejos saludables en un apartado especial de la página, un sitio diseñado específicamente para la población general denominado 'Rincón del Hipertenso' (www.rincondelhipertenso.com.ar), todo a cargo de especialistas destacados en la disciplina El sitio recomienda además de las mediciones domiciliarias y la adherencia a los tratamientos, la visita periódica al médico especialista, sobre todo en los casos en que la presión sea igual o superior a 140/90 mmHg o que ya tengan diagnóstico de hipertensión.
En paralelo, con el objetivo de crear una mayor conciencia sobre esta problemática, la SAHA está finalizando la 6a edición de la Campaña Conoce y Controla tu Presión Arterial, invitando a todos los mayores de 18 años a que se acerquen voluntariamente a tomarse la presión en forma totalmente gratuita y a recibir una serie de recomendaciones saludables en los puntos de medición rotativos instalados en las principales ciudades de todo el país.
La iniciativa CyC de la SAHA comenzó el 17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión, y se extiende hasta el 14 de septiembre inclusive, instituido por la propia SAHA como el Día del Hipertenso, ya que la fecha (14/9) recuerda al valor que representa un diagnóstico de hipertensión. La actividad forma parte de una convocatoria internacional liderada por la Sociedad Internacional de Hipertensión (ISH) y la Liga Mundial contra la Hipertensión Arterial (WHL), y que cuenta con el apoyo a nivel global del laboratorio Servier.
"Es importante tener cuenta que estamos hablando de una enfermedad en sí misma que además constituye, entre otros, el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y enfermedad renal crónica -una condición que se presenta en 1 de cada 8 argentinos-; también es una de las principales causas de discapacidad en gente joven, sobre todo por la prevalencia de ataques cerebrales (ACV) y por el daño que produce en los vasos sanguíneos de la retina y del nervio óptico", graficó el Dr. Diego Fernández, médico especialista en Medicina Interna y Magister en Hipertensión Arterial, tesorero de la Comisión Directiva de la SAHA.
En la Argentina, según el último informe de Estadísticas Vitales (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación correspondiente al año 2020, casi 100 mil personas (97.231) fallecen cada año por condiciones atribuibles a las enfermedades del sistema circulatorio, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebrovasculares, ateroesclerosis y demás enfermedades del sistema circulatorio. Distintas proyecciones permiten afirmar que más de un tercio (37.3%) de estos decesos podría evitarse si la gente hubiese tenido su presión arterial bajo control.
La sumatoria de los resultados obtenidos por las campañas CyC de la SAHA de los años 2017 al 2021 mostraron, sobre 232.873 argentinos que participaron voluntariamente de la convocatoria, que el 50,3% (1 de cada 2) era hipertenso y, de ellos, 6 de cada 10 (65,3%) no tenían su presión bajo control.
Entre los que no tenían su presión bajo control, el 28,9% se desconocía hipertenso, 1 de cada 3 (33,5%) si bien estaba bajo tratamiento no lograba llegar a los valores recomendables y un 2,9% con diagnóstico de hipertensión ni siquiera se trataba. En resumen: solo el 34,7% de los hipertensos con diagnóstico lograba tener su presión bajo control.
"Tenemos muy claro que los resultados de las campañas CyC no representan datos estadísticos ni tienen valor epidemiológico, son iniciativas de concientización, pero nos sirven para tener un 'mapa' primario de lo que está sucediendo en la calle y el gran desconocimiento y desvalorización que existe sobre las potenciales consecuencias de la hipertensión", reflexionó el Dr. Marín.
"Debemos recordar que lo importante no es que nos sintamos bien o mal, la hipertensión no suele dar síntomas y, muchas veces, las personas se sienten bien y abandonan la terapia. Es un error, la hipertensión sigue estando y sus consecuencias pueden llegar a ser muy serias ", agregó el Dr. Rodríguez.
"También nos corresponde a los profesionales de la salud asumir nuestra responsabilidad: muchas veces por inercia médica no se les toma la presión a los pacientes en el consultorio. Eso no debería suceder en especialidades vinculadas a las enfermedades cardiovasculares, siempre la visita al médico es una excelente oportunidad para conocer sus valores de presión arterial", consignó el Dr. Fernández.
"Otros actores que participan en el abordaje integral de esta problemática y que pueden contribuir a su control son el propio Estado, con la implementación de políticas públicas y garantizando el acceso de la población a los tratamientos más efectivos y también la industria alimenticia, elaborando productos que contengan menos sal y sean más saludables, entre muchas otras acciones", completó el Dr. Renna.
Uno de cada dos argentinos tiene hipertensión arterial, siendo uno de los principales factores de riesgo de esta enfermedad el consumo excesivo de sal, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), elaborada por el Ministerio de Salud y el INDEC. Además, el exceso de consumo de sal también puede asociarse, en forma indirecta, a patologías como litiasis renal, osteoporosis, obesidad e, incluso, cáncer de estómago.
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) proporciona información válida, confiable y oportuna sobre factores de riesgo –como consumo de tabaco, alcohol, alimentación, actividad física, entre otros–, procesos de atención en el sistema de salud y principales enfermedades no transmisibles (ENT) en la población argentina. Según este estudio, el 46,6% de los encuestados tienen hipertensión arterial y constituye el principal factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.
En Argentina, el consumo de sal por persona ronda los 12 gramos diarios, según datos proporcionados por la cartera sanitaria. “Es alarmante teniendo en cuenta que duplican lo que la OMS recomienda como máximo de consumo, que son 5 gramos por día”, aclaró la licenciada en Nutrición (MP 1715) Andrea Delledonne, quien forma parte del Consejo Directivo del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Se estima que el consumo de sal de mesa, ya sea para cocinar o agregar a las comidas una vez servida, representa alrededor del 15% del total de la ingesta diaria de sal. Sin embargo, la mayor parte del consumo, entre el 65% y el 70%, proviene de los alimentos procesados o industrializados, incluso presente en alimentos que pueden no tener sabor salado, como panes, galletitas dulces, copos de cereal, lácteos y conservas.
En este contexto, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires considera que es clave la reglamentación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, la cual tiene como uno de sus ejes el etiquetado frontal de advertencia, que distingue en forma clara y sencilla –con un sello octogonal negro en el frente del envase– a aquellos productos altos en sodio, componente principal de la sal, entre otros nutrientes críticos y nocivos para la salud.
“Estamos convencidos que esta medida de salud pública tendrá, al igual que en otros países en donde ya se aplicó, un alto impacto en la disminución del consumo de este tipo de productos. Por otra parte permitirá a los consumidores participar activamente en la elección de sus compras, pudiendo decidir basándose en información clara qué productos quiere llevar a su hogar y cuáles no”, argumentó Delledonne.
Sobre la sal, la nutricionista explicó que “debe controlarse su consumo ya que tiene un gran impacto en la salud pública: se estima que la disminución de 3 gramos de la ingesta diaria de sal de la población evitaría en nuestro país cerca de 6000 muertes por enfermedad cardiovascular y ataques cerebrales”.
Una ingesta diaria de sal de entre 0,4 y 0,5 gramos es suficiente para garantizar las funciones orgánicas de una persona adulta. Esta cantidad se alcanza sin dificultad a través del consumo de alimentos naturales, es decir, no es necesario adicionar alimentos salados a la dieta ni ningún tipo de sal a las comidas para alcanzar esta recomendación. Delledonne aconsejó evitar todo tipo de “agregado de sal a las comidas durante los primeros años de vida de los niños y niñas”.
Para disminuir o evitar el consumo de sal es indispensable disminuir al máximo la compra de productos ultraprocesados. Por tal motivo, la profesional del Colegio bonaerense de Nutricionistas indicó que “es clave retomar el hábito de realizar preparaciones caseras con alimentos naturales como legumbres, carnes, huevos, verduras y frutas de estación. Es decir, consumir menos productos envasados y más alimentos ‘reales’”.
Y agregó: “Por otro lado, sabiendo que un 16,4% de la población agrega sal a la comida luego de la cocción, a veces incluso antes de probarla, es clave eliminar o disminuir todo lo posible el uso de sal de mesa. Se pueden utilizar otros condimentos para dar sabor a las comidas hechas en casa: como la albahaca, el orégano, el curry y el romero, entre otros, hasta condimentos secos tanto aromáticos como picantes o ácidos”.
En definitiva, que la Semana Mundial de Sensibilización sobre el Uso de la Sal signifique una toma de conciencia que implique el inicio de un cambio de hábito en pos de mejorar la calidad de vida y promover una alimentación saludable.
La prevalencia mundial de la diabetes ha aumentado drásticamente en los últimos 20 años. En el año 2000 había 170 millones de personas en todo el mundo que padecían diabetes. En 21 años la cifra creció a 450 millones, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y la tendencia no parece revertirse
Por su parte, en materia de hipertensión, el número de personas de 30 a 79 años con este padecimiento se duplicó entre 1990 y 2019, de 331 millones de mujeres y 317 millones de hombres en 1990 a millones de mujeres y 652 millones de hombres en 2019.
La OMS señala que las personas con presión arterial alta y diabetes corren un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. Quien tiene diabetes, debe controlar la presión arterial regularmente, ya que las personas que padecen la dos afecciones son más propensas a todo tipo de complicaciones de la diabetes, como problemas en los pies, los ojos y los riñones.
El descubrimiento de un grupo de investigadores publicado en el medio especializado Circulation Research ha demostrado que un péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) de una pequeña célula proteica combina el control del cuerpo del azúcar en la sangre y la presión arterial.
El profesor Julian Paton, autor principal de este documento y director de Manaaki Mãnawa, el Centro de Investigación del Corazón de la Universidad de Auckland, indicó: “sabemos desde hace mucho tiempo que la presión arterial alta y la diabetes están inextricablemente vinculadas y finalmente hemos descubierto la razón, que ahora permitirá nuevas estrategias de tratamiento".
La investigación involucró contribuciones de científicos colaboradores en Brasil, Alemania, Lituania y Serbia, así como también en el Reino Unido y Nueva Zelanda.
¿Qué es GLP-1?
El GLP-1 se libera de la pared del intestino después de comer y actúa para estimular la insulina del páncreas para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Esto se sabía, pero los científicos descubrieron que el GLP-1 estimula un pequeño órgano sensorial llamado cuerpo carotídeo ubicado en el cuello.
El grupo de la Universidad de Bristol utilizó una técnica genómica imparcial y de alto rendimiento llamada secuenciación de ARN para leer todos los mensajes de los genes expresados en el cuerpo carotídeo en ratas con y sin presión arterial alta. Esto condujo al hallazgo de que el receptor que detecta GLP-1 está ubicado en el cuerpo carotídeo, pero menos en ratas hipertensas.
David Murphy, profesor de Medicina Experimental de la Escuela de Medicina de Bristol de Ciencias de la Salud Traslacionales (THS) y también autor principal, explicó: “localizar el vínculo requirió perfiles genéticos y múltiples pasos de validación. Nunca esperábamos que GLP-1 apareciera en el radar, por lo que esto es muy emocionante y abre muchas oportunidades nuevas”.
Las personas con presión arterial alta y diabetes tienen un alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares potencialmente mortales. Incluso cuando reciben medicación, una gran cantidad de pacientes permanecerán en alto riesgo. Esto se debe a que la mayoría de los medicamentos solo tratan los síntomas y no las causas de la presión arterial alta y la diabetes.
El profesor Rod Jackson, reconocido epidemiólogo de la Universidad de Auckland, aclaró: " sabemos que la presión arterial es muy dificil de controlar en pacientes con niveles altos de azúcar en la sangre, por lo que estos hallazgos son realmente importantes porque al administrar GLP-1 podríamos ser capaces de reducir tanto el azúcar como la presión juntos, y estos dos factores son los principales contribuyentes al riesgo cardiovascular”.
Audrys Pauža, estudiante de doctorado financiado por la Fundación Británica del Corazón en el laboratorio del profesor David Murphy en la Escuela de Medicina de Bristol y también autor principal del estudio, agregó: “la prevalencia de la presión arterial alta y la diabetes está aumentando en todo el mundo, y hay un necesidad urgente de abordar ambas dolencias. Los medicamentos dirigidos al receptor GLP-1 ya están aprobados para su uso en humanos y se utilizan ampliamente para tratar la diabetes. Además de ayudar a reducir el azúcar en la sangre, estos medicamentos también reducen la presión arterial; sin embargo, el mecanismo de este efecto no se entendía bien hasta ahora”.
Esta investigación reveló que estos fármacos en realidad pueden funcionar en los cuerpos carotídeos para ejercer su efecto antihipertensivo. “A partir de este trabajo, ya estamos planificando estudios traslacionales en humanos para llevar este descubrimiento a la práctica, de modo que los pacientes con mayor riesgo puedan recibir el mejor tratamiento disponible”, dijo el investigador.
La Sociedad Argentina de Nefrología -la sociedad científica argentina por excelencia de esta especialidad, a través de su Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial y Daño Vascular, este 17 de mayo llama a la sociedad a tomar conciencia sobre la importancia de la Hipertensión Arterial, ya que existe un vínculo estrecho entre la misma y la enfermedad renal crónica . La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que afecta a más del 25-30% de la población a nivel mundial. Entre las personas afectadas, un número importante no están tratadas y de aquellas que reciben tratamiento más del 50% no tienen las cifras de tensión controladas.
La hipertensión arterial es la segunda causa de enfermedad renal crónica a nivel global.
La presión arterial es la fuerza de la sangre que empuja contra las paredes de los vasos sanguíneos mientras el corazón bombea sangre. La hipertensión arterial es el término médico para la presión arterial alta: un aumento en la cantidad de fuerza que la sangre ejerce sobre los vasos sanguíneos a medida que se mueve por el cuerpo.
Los resultados de la prueba de presión arterial se escriben con dos números separados por una barra inclinada. El primer número se llama presión arterial máxima o sistólica y mide la presión arterial cuando el corazón late; el segundo número es la presión arterial mínima o diastólica y mide la presión en los vasos sanguíneos cuando el corazón descansa entre latidos.
Para la mayoría de las personas, una presión arterial de 120/80 se considera normal, mientras que cualquier valor superior a 140/90 se considera anormal (hipertensión).
No todos los casos son iguales por eso lo mejor es consultar a su médico.
Vínculo entre la hipertensión y la enfermedad renal
La hipertensión puede causar enfermedad renal y junto a la diabetes son las dos causas más importantes de insuficiencia renal en muchos países.
La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos en los riñones, reduciendo su capacidad para funcionar correctamente. Si los vasos sanguíneos en los riñones están dañados, pueden dejar de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Tener líquido extra en los vasos sanguíneos puede aumentar la presión arterial aún más, creando un ciclo peligroso.
Pero la enfermedad renal también puede causar presión arterial alta, y cuando esto sucede, esta presión alta hace que los riñones se deterioren más rápidamente.
Aproximadamente nueve de cada diez personas con ERC etapas 3-5 tienen presión arterial alta. La hipertensión se considera una de las principales causas de Enfermedad Renal Crónica.
¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial alta y la enfermedad renal?
La hipertensión no tiene síntomas iniciales, pero puede conducir a enfermedades y complicaciones a largo plazo, incluido el daño al corazón, los ojos y los riñones. El daño puede ocurrir gradualmente durante muchos años sin que se sienta. En algunos casos de hipertensión los pacientes pueden experimentar dolores de cabeza. La enfermedad renal tampoco tiene síntomas en las primeras etapas.
La presión arterial alta se diagnostica mediante una serie de pruebas de presión arterial, medidas con un manguito de presión arterial.
La enfermedad renal se diagnostica con tres estudios simples como el dosaje de la creatinina en sangre, un examen de orina y una ecografía renal.
Tomar medidas para reducir la presión arterial ayudará a retrasar o prevenir la enfermedad renal.
La presión arterial se puede controlar con medicamentos y con un simple cambio de estilo de vida que se podrá aconsejar desde el mostrador, por ejemplo:
*Llevar una alimentación saludable, es decir cumplir una dieta que sea baja en grasas y colesterol, que contenga leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa; con ingesta de pescado, aves y nueces.
*Reducir el consumo de carnes rojas, dulces, azúcares agregados y bebidas azucaradas.
*Incorporar nutrientes, proteínas y fibra.
*Realizar actividad física.
*Mantener un peso saludable.
*Dejar de fumar
*Manejar el estrés
Controlar la presión arterial ayuda a proteger los riñones de daños mayores. Esta es la razón por la cual es tan importante que las personas con presión arterial alta se hagan estudios para determinar si hubiera una afectación renal.
Para el control correcto de la la hipertensión, la SAN también aconseja:
*Asistir a las citas programadas con el médico.
*Consultar con su médico cómo puede aprender a tomarse la presión arterial en su casa. *Mantener un registro de la presión arterial diaria y compartirla con el profesional en cada visita o teleconsulta.
*Tomar los medicamentos para la presión arterial exactamente como las prescribió el médico, aún cuando se sienta bien.
*Informar al médico tratante (clínico, cardiólogo, nefrólogo, entre otros) sobre cualquier efecto colateral del medicamento. Nunca dejar de tomar un fármaco por cuenta propia.
*Informarse todo lo posible sobre el tratamiento prescripto. Llevar una lista de las preguntas a la consulta médica ayuda a no olvidarse de nada y no sentir temor de preguntar si hay dudas o algo no haya quedado claro
La hipertensión arterial causa fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más común, de acuerdo con un estudio publicado en el «European Journal of Preventive Cardiology», publicación de la Sociedad Europea de Cardiología. La investigación proporciona por primera vez datos de esta relación causal y, «además, el uso de información genética minimiza una posible relación causal inversa; es decir, que la fibrilación auricular cause la hipertensión arterial, o que otras condiciones fueran responsables o actuaran como factores de confusión en el desarrollo de esta arritmia», señala la doctora Raquel Campuzano, presidenta de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). «El estudio muestra que esa relación no fue impulsada por la presencia de otros factores como la enfermedad de las arterias coronarias o la obesidad», detalla la doctora Campuzano.
La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más común entre la población. Afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo, mientras que en España se estima que la padecen en torno a un millón de personas, de las cuales 100.00 estarían sin diagnosticar, extrapolando los datos del estudio OFRECE.
Lo novedoso de este trabajo es que analiza la relación entre la hipertensión arterial y la fibrilación auricular por aleatorización mendeliana. Este método utiliza variantes genéticas para determinar si una asociación observacional entre un factor de riesgo como la hipertensión y un resultado como la fibrilación auricular puede ser causal.
«Se basa en que, durante el desarrollo del ser humano, la meiosis celular (modo de replicación celular diferente a la mitosis) hace que los individuos se repartan en una distribución aleatoria, bien para heredar una variante genética que afecta a un factor de riesgo, como por ejemplo la hipertensión arterial, o bien para no heredar dicha variante», explica la presidenta de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC.
Las variantes genéticas generalmente no están asociadas con factores de confusión, por lo que si hay diferentes resultados en la aparición de la FA entre unos individuos y otros, podrían atribuirse a la diferencia en el factor de riesgo y apoyaría un efecto causal.
Para investigar si la presión arterial tiene un impacto directo sobre el riesgo de fibrilación auricular, los investigadores de este estudio utilizaron las bases de genoma completo (GWAS) incluyendo la presión arterial y la fibrilación auricular de más de un millón de personas de ascendencia europea, de las cuales 60.620 tenían fibrilación auricular y 970.216, no. El primer paso fue identificar 894 variantes genéticas asociadas con la presión arterial (sistólica, diastólica o presión de pulso). Dichas variables estaban asignadas naturalmente de forma aleatoria entre todos los participantes desde el momento de su concepción, dando a cada individuo un nivel de presión arterial.
Los investigadores analizaron entonces la asociación entre la presión arterial y la fibrilación auricular y obtuvieron que cada aumento de 1mmHg en la presión arterial sistólica, la presión arterial diastólica y la presión del pulso (definida como diferencia entre la presión arterial sistólica y diastólica) se asocia con un aumento relativo del 1,8%, del 2,6% y del 1,4% respectivamente en el riesgo de fibrilación auricular. Esa asociación se mantuvo pese a excluir los polimorfismos genéticos relacionados con la obesidad o la enfermedad isquémica.
Es por ello el primer estudio en sugerir una relación causal desde el punto de vista genético entre estas dos patologías. No obstante, «tiene algunas limitaciones del propio método para inferir causalidad, de excluir pleiotropismo de las variables utilizadas; es decir, que esas variables influyan en la fibrilación auricular por otra vía, así como el no haber considerado la presencia de diabetes, alcohol, enfermedad valvular o tratamientos para la hipertensión», puntualiza la especialista en cardiología.
«Estos resultados son importantes porque sostienen la hipótesis de que la fibrilación auricular es prevenible y controlar estrictamente la tensión arterial es una estrategia muy eficaz», valora la doctora Campuzano, quien coincide con el autor del estudio, el doctor Georgios Georgiopoulos, en que esta investigación proporciona un impulso adicional para llevar a cabo estrategias de salud públicas destinadas a mejorar el control de la presión arterial en la población general, y a los esfuerzos individuales para mantener los niveles bajo control. Sin olvidar que buenos hábitos de vida, el ejercicio y el normopeso también previenen la fibrilación auricular y controlan mejor la tensión arterial.
Del 12 de agosto al 14 de septiembre, la Sociedad Argentina de Hipertensión (SAHA) invita a la comunidad a participar de tu tradicional campaña 'Conoce y Controla tu presión arterial' que en esta edición 2020, a causa de la pandemia y del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) será por vía remota desde cada domicilio.
La convocatoria incluye a todas aquellas familias que dispongan de un tensiómetro automático en sus casas para que se mida la presión arterial de todos los miembros mayores de 15 años. Se eligió como fecha de inicio el 12/8, que es el indicador de una presión arterial normal (120/80 mmHg), y como fecha de finalización el 14/9, instituido en Argentina por la SAHA como el 'Día Nacional del Hipertenso', ya que a partir de 3 tomas consecutivas que arrojen un valor superior o igual a 14/9 (140/90 mmHg) se considera 'Hipertensión'.
En anteriores ediciones de la Campaña CyC -todas ellas presenciales llevadas a cabo en los meses de mayo con mediciones en lugares estratégicos a cargo de personal entrenado-, se había logrado reunir un gran número de participantes: 33.227 en la del año 2017, 68.633 en 2018 y 85.296 en 2019. La iniciativa de la SAHA responde a una propuesta global denominada 'MMM 2020' (por 'Mayo Mes de la Medición' por su sigla en inglés), coordinada por la Sociedad Internacional de Hipertensión y la Liga Mundial contra la Hipertensión Arterial; Argentina es el país de Latinoamérica que más mediciones acumuló en los relevamientos de los últimos dos años.
"La importancia de participar en esta nueva edición de la campaña 'Conoce y Controla tu presión arterial' está dada porque la hipertensión es la primera causa de muerte y discapacidad en el mundo, y el principal factor de riesgo para desarrollar un accidente cerebrovascular (ACV) y el tercero para sufrir un infarto; además, en el tiempo está asociada con un aumento de las chances de padecer, entre otras, insuficiencia renal, aterosclerosis y deterioro cognitivo prematuro", sostuvo la Dra. Irene Ennis, doctora en medicina, Presidenta de la SAHA.
"Sugerimos que participen todos aquellos que dispongan en sus hogares de tensiómetros automáticos, que son los recomendados por la precisión de sus resultados. Se deben realizar y anotar 2 mediciones por cada participante, registrando datos personales de sexo, edad y si tiene o no diagnóstico de hipertenso, en caso afirmativo el formulario digital lo lleva a completar si está tomando medicación antihipertensiva. Luego de realizar 2 tomas separadas por un minuto deberán ingresarse ambos resultados copiando las cifras por cada uno de los integrantes de la familia tal como aparecen en el monitor. Finalmente completar la provincia de residencia y el tipo de tensiómetro utilizado", explicó el Dr. Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial, Vicepresidente de la SAHA y Coordinador de la Campaña 'Conoce y Controla tu Presión Arterial 2020'.
En el año 2018, según cifras del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, se produjeron en Argentina cerca de 100 mil muertes (95.676) por enfermedades cardiovasculares, de las cuales más de un tercio (37,3%) pudo haberse evitado solamente teniendo la presión controlada en valores normales. En consecuencia, es posible afirmar que la hipertensión arterial se cobra al menos 98 fallecimientos por día en nuestro país y deja mucha gente con discapacidades importantes.
"Otra de las razones de la falta de control es que como suele ser una condición asintomática, muchas personas se sienten bien y abandonan los medicamentos, a pesar de que en la mayoría de los casos es una enfermedad que requiere de la toma sostenida de 2 o más drogas como tratamiento combinado para alcanzar los objetivos terapéuticos. Incluso el tratamiento combinado debería ser considerado como primera opción cuando hay alto riesgo de enfermedad cardiovascular," sostuvo la Dra. Ennis.
"En líneas generales los relevamientos anteriores de la Campaña CyC nos han mostrado que prácticamente 7 de cada 10 hipertensos no tienen bien controlada su enfermedad, ya sea porque no sabían que la padecían, o no se trataban, o aún bajo tratamiento no alcanzaban los valores recomendados", insistió el Dr. Marín. "Por eso, particularmente este año sumamos también a todo el entorno familiar, ya que la hipertensión es una enfermedad con una fuerte predisposición hereditaria", concluyó.
Para participar de la Campaña 'Conoce y Controla (CyC) tu presión arterial', de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) por favor ingresar en el siguiente link: http://www.saha.org.ar/conoce-y-controla/2020
La hipertensión es un factor de riesgo de contraer las formas más severas de la enfermedad COVID-19, por infección del virus SARS-CoV-2. Durante las primeras etapas de la pandemia actual, declarada por la Organización mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo, hubieron dudas en la comunidad médica acerca del uso de las drogas antihipertensivas en estos pacientes.
En un estudio publicado por Silvia Sookoian y Carlos Pirola, ambos investigadores del CONICET en el Instituto de Investigaciones Médicas (IDIM, CONICET-UBA), presentaron los resultados de un metaanálisis que incluyó los datos de 16 estudios clínicos que sumaron, en total, la evolución de 24,676 pacientes con COVID-19 que eran hipertensos.
La conclusión fue que el uso estas drogas podría tener un efecto incluso protector sobre estos pacientes ante la infección por el nuevo coronavirus.
“Había surgido un debate muy fuerte por una sospecha de que los pacientes que tenían COVID-19 y eran hipertensos y, por ende, estuvieran usando este tipo de drogas, podrían sufrir un agravamiento del curso de la infección. Ese debate clínico alrededor del mundo llevó a que la comunidad médica se preocupe y hubieron pacientes con temor a seguir usándolas”, explica Sookoian.
Las drogas que evaluaron son las de uso más extendido como tratamiento para trastornos hipertensivos que afectan el sistema renina-angiotensina-aldosterona: los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores del receptor tipo 1 de angiotensina II (BRA).
El debate, cuenta la investigadora, había surgido por el efecto que tienen los BRA sobre la proteína ACE2 -un receptor-, que es considerada funcional a la infección por coronavirus y que aumentaría sus niveles -al menos en modelos experimentales en roedores- cuando se dan estos inhibidores, lo que dió lugar a las inquietudes sobre su uso.
La hipertensión es una enfermedad muy extendida en el mundo, -según datos de la OMS afecta a mil millones de personas y es causa de muerte de 9 millones por año-, por lo que el manejo de este tipo de pacientes en esta situación de emergencia se hace particularmente importante. Según los datos recabados por los investigadores, “entre el 30 y 60 por ciento de los pacientes con COVID-19 que ingresaron a diferentes hospitales en el mundo presentaron hipertensión arterial como comorbilidad”.
Si bien el debate en la comunidad médica y en los pacientes se fue cerrando a medida que se reportaban grupos de casos en Europa, China y los Estados Unidos, y en base a estas conclusiones, hubo en las sociedades de cardiología del mundo la necesidad de dejar claro que los pacientes con hipertensión y COVID, no debían suspender la medicación antihipertensiva.
“La conclusión es que no sólo que estas drogas no son perjudiciales, por tanto el debate clínico está saldado, si no por el contrario, los pacientes que estaban tomando los antihipertensivos por su condición previa de salud cardiovascular, mostraron una reducción de 23 por ciento del riesgo de adquirir formas graves”, concluye Sookoian.
La Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación publicó los datos completos de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), que se realizó en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y cuyos datos preliminares fueron informados en abril.
La encuesta se efectuó en hogares de localidades urbanas de 5000 habitantes y más de todo el país y es una muestra representativa a nivel nacional y provincial, que incluye a la población de 18 años y más.
El informe completo de la 4° ENFR analizó la respuesta de más de 29.000 individuos de todo el país y arroja información sobre los factores de riesgo de las Enfermedades No Transmisibles (ENT) tales como: consumo de tabaco, exposición al humo de tabaco ajeno, consumo de alcohol, alimentación inadecuada, actividad física insuficiente, presión arterial elevada, glucemia elevada o diabetes y sobrepeso y obesidad.
La encuesta arrojó que los factores de riesgo como consumo de tabaco, alcohol, mala alimentación así como el exceso de peso y la prevalencia combinada de hipertensión arterial, son más prevalentes en poblaciones de menor nivel socioeconómico y en los varones.
En cambio, las prácticas preventivas como la toma de la presión arterial, la medición de glucemia o colesterol o aquellas prácticas preventivas de cánceres prevalentes –que van en aumento–, resultan más frecuentes en mujeres y en personas de mayores ingresos.
“La información rigurosa obtenida a través de esta encuesta realizada junto al INDEC constituye un aporte para la definición de políticas públicas tendientes a frenar el impacto negativo de los determinantes de la salud en la población argentina”, indicó el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein y agregó que “los datos desagregados por provincias representan un valioso insumo para la definición de estrategias conjuntas entre la Nación y las jurisdicciones para prevenir la prevalencia de la hipertensión, el tabaquismo y la mala alimentación, entre otros factores de riesgo”.
En esta edición, por primera vez, la ENFR incorporó la toma de mediciones objetivas físicas y bioquímicas, enmarcándose en el diseño estandarizado STEPS de la Organización Mundial de la Salud que incluye 3 etapas: relevamiento mediante un cuestionario de autorreporte; mediciones físicas en el domicilio: presión arterial, el peso, la talla y el perímetro de la cintura; y mediciones bioquímicas en el domicilio a través de digitopunción, medición de glucemia capilar y de colesterol total en ayunas.
El 46,6 por ciento de los encuestados es hipertenso
La prevalencia combinada de hipertensión arterial, diabetes y colesterol elevado está entre los nuevos datos aportados por la 4ª ENFR. Por ejemplo, el indicador de prevalencia combinada de hipertensión, conjuga a aquellas personas que declararon ser hipertensas y toman medicación para la presión, y a aquellas que tuvieron la presión alta (140/90 mmHg o más) en la fase de las mediciones objetivas en el hogar en el momento de la encuesta.
La prevalencia combinada de hipertensión arterial fue de 46,6%, mientras que por autorreporte solo un 34,7% declaró ser hipertensa.
“Gracias a la incorporación de las mediciones objetivas, pudo establecerse una estimación más cercana a la realidad, que puso de manifiesto el gran porcentaje de subdiagnóstico de hipertensión”, explicó la directora nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj y agregó que “estamos implementando un plan nacional de hipertensión arterial para mejorar el diagnóstico y tratamiento de esta condición silenciosa que representa una de las principales causas de muerte en nuestro país”.
También se indagó por primera vez acerca del consumo de tabaco para armar, lo que arrojó que el 10% de los fumadores actuales fuma cigarrillos armados, especialmente los adultos jóvenes. Si bien es cierto que la prevalencia de consumo de tabaco viene disminuyendo progresivamente a lo largo de las 4 ediciones de la ENFR, el alto uso de cigarrillos armados evidencia un desplazamiento del consumo hacia productos de tabaco alternativos con menor carga fiscal.
En ese sentido, Schoj indicó que “esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de que se haga cumplir el pago del impuesto mínimo a todas las empresas tabacaleras, establecido por la ley de impuestos internos 27.430 de 2017. Esta ley tiene como propósito, precisamente, reducir el margen de sustitución a productos de tabaco más baratos, que son los que consumen los más jóvenes y las personas en mayor situación de vulnerabilidad”.
La encuesta también provee información sobre procesos de atención en el sistema de salud y prácticas preventivas, así como de seguridad vial. Además, en esta oportunidad se incorporaron por primera vez mediciones físicas y bioquímicas durante la encuesta. En el informe completo de la 4° ENFR se monitorea la evolución de los indicadores históricos de esta encuesta lo que resulta un importante insumo para fortalecer, priorizar y evaluar políticas públicas tanto en los ámbitos de decisión nacional como provinciales.
Stamboulian Talks, invita a participar de la Jornada virtual interactiva y gratuita sobre Hipertensión Arterial. La charla se desarrollará el 30 de mayo a las 11.30hs am y durará 20 minutos más 10 minutos para hacer preguntas.
Para participar de la Jornada y/o transmitirla desde un auditorio, pueden inscribirse haciendo click en el siguiente enlace:
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