La búsqueda de herramientas para encontrar más tratamientos contra el COVID-19 no se ha frenado desde el inicio de la pandemia. Uno de los productos que se ha postulado es la vitamina D, que ha llamado la atención de investigadores científicos de diferentes partes del mundo. Las pruebas sobre la utilidad de la vitamina D para el coronavirus aún está en debate. En la Argentina y en Inglaterra, avanzan estudios para arrojar pistas que permitan dilucidar si la vitamina D puede ser incluida en la lista de suplementos que pueden ayudar en los afectados por el coronavirus.
Además de promover una buena salud ósea, la vitamina D puede desempeñar algunas funciones para ayudar al funcionamiento de las células inmunitarias. Algunos estudios científicos encontraron el año pasado una asociación entre los bajos niveles de vitamina D y las tasas elevadas del COVID-19. Sin embargo, esos trabajos no han podido determinar que esta deficiencia en la vitamina D sea la causa real de las tasas de la enfermedad. Podría estar ocurriendo que las poblaciones que tienen mayor deficiencia de vitamina D resulten más afectadas por el coronavirus por otros motivos, como por ejemplo un menor acceso a los servicios de salud o condiciones preexistentes como la obesidad.
También hubo ensayos clínicos que han intentado determinar si la vitamina D puede ayudar a los pacientes con COVID-19. La posibilidad recibió más atención cuando el 2 de octubre pasado se conoció que el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, recibió vitamina D cuando fue diagnosticado con COVID-19. En Inglaterra, la vitamina D se recomienda para su consumo al comienzo del invierno. Pero hasta ahora, ninguna investigación ha demostrado un efecto lo suficientemente contundente como para respaldar dosis más altas para prevenir o tratar el coronavirus.
Varios estudios han demostrado una asociación entre la vitamina D y los resultados de COVID-19, pero son en gran medida observacionales. Esto significa que analizan lo que ocurre con las personas con niveles más altos y más bajos de vitamina D, pero no se controlan otros factores. Los estudios observacionales muestran que ciertos grupos son más propensos a tener deficiencias de vitamina D y a contraer Covid: las personas mayores, las personas con obesidad, y las personas con piel más oscura.
Es posible que una deficiencia en la vitamina D sea la razón por la que estos grupos tienen un mayor riesgo, o puede haber otros factores de salud y ambientales que provoquen tanto una caída de niveles de vitamina D como una mayor susceptibilidad al coronavirus.
Pero también es posible que los niveles de la vitamina D también pueden descender como consecuencia de la enfermedad y que no sean la causa.
Para aclarar cuál es el rol de la vitamina D, se esperan los resultados de varios estudios en curso. Un ensayo controlado y aleatorizado se está llevando a cabo en la Universidad Queen Mary de Londres. Otro ensayo se está realizando en Argentina con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Según contó a Infobae el doctor Walter Manucha, investigador del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo del Conicet en Mendoza, se está haciendo un ensayo controlado multicéntrico con vitamina D en altas dosis versus placebo para prevenir las complicaciones evolutivas de pacientes infectados por COVID-19. Se les administra un grupo de pacientes leves a moderados con la vitamina D y otro grupo solo recibe placebo.
El ensayo fue uno de los 64 elegidos por una convocatoria de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, que depende del Ministerio de Ciencia. El estudio intenta comprobar si las altas dosis de vitamina D3 (colecalciferol) reduce el riesgo de mayores complicaciones en los pacientes leves y moderados. Se intenta averiguar si la elevación en forma rápida y sostenida de los niveles de vitamina D en sangre puede morigerar la situación de estos pacientes y mejorar rápidamente la respuesta del organismo frente a la infección.
Otra pista fue dada por otro estudio -aún sujeto a revisión de pares-, que fue realizado por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Nueva York, Instituto de Cáncer Barts Cancer, de Londres, entre otros-. Sugirió que las tasas de mortalidad por COVID-19 son menores en los países con una exposición anual al sol más insuficiente, pero con niveles medios de vitamina D más altos. Este trabajo señala que se necesitan resultados de ensayos clínicos controlados que permitan aclarar si hay relación entre el consumo de vitamina D y COVID-19
El año pasado, hubo un estudio de la Universidad de Barcelona que capturó la atención. Sugirió que la vitamina D había tenido un éxito asombroso, con una reducción del 80% de los ingresos en cuidados intensivos y una reducción del 60% de las muertes por Covid. Fue ampliamente compartido en Internet. Pero luego fue retirado por “preocupaciones sobre la descripción de la investigación”, y la revista The Lancet inició una investigación sobre ese trabajo.
Los controles cardíacos gratuitos estarán disponibles en las farmacias de todo el Reino Unido a partir de octubre, para permitir la detección de enfermedades cardiovasculares.
Esta medida forma parte de una iniciativa del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra dirigida a la detección temprana de afecciones fatales, incluidas enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular.
A partir del próximo mes, los farmacéuticos comenzarán a implementar el “servicio de detección rápida”, que incluirá controles de colesterol y presión arterial, junto con pruebas para buscar latidos cardíacos irregulares.
El plan, que también ayudará a los médicos generales a trabajar en la detección temprana de enfermedades cardíacas, es parte de un paquete de £ 4.5 mil millones de inversión adicional en atención primaria y comunitaria.
“Las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares acortan drásticamente las vidas y dejan a miles de personas discapacitadas cada año, por lo que la detección rápida de enfermedades mortales a través de controles cardíacos será un cambio de juego”, dijo el director médico nacional del NHS, el profesor Stephen Powis.
El funcionario afirma que estos controles tendrán como objetivo que las farmacias ayuden a prevenir hasta 150.000 ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en una década.
Según los informes, los planes piloto en Lambeth y Southwark en el sur de Londres identificaron a más de 1.400 pacientes que sufren de fibrilación auricular, un ritmo cardíaco anormal, que deberían haber estado tomando medicamentos anticoagulantes.
De estos pacientes, 1.300 recibieron el medicamento, lo que resultó en una reducción de la tasa de accidentes cerebrovasculares relacionados con su condición en una cuarta parte.
“La reducción de los riesgos de estilo de vida y el tratamiento de afecciones de alto riesgo como el tabaquismo, la obesidad, la mala alimentación y la inactividad física son clave para prevenir enfermedades graves”, dijo el profesor Powis.
“El plan a largo plazo del NHS ayudará a las personas a tomar medidas positivas para su propio bienestar, al tiempo que invierte en servicios que les cambian la vida, cerca de su casa”.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en Gran Bretaña. Si tiene éxito, el programa se ampliará a todas las farmacias en Inglaterra para 2022.
Fuente: The Mirror /COFA
El NHS abona 14 libras cuando un farmacéutico asesora a un paciente con afecciones leves como diarrea, aftas bucales, vómitos, estreñimiento o anticoncepción de emergencia.
Un total de 388 farmacias del noreste de Inglaterra -en Durham, Darlington, Tees, Northumberland y Tyne y Wear- están realizando un pilotaje que durará seis meses y que les permitirá ingresar 14 libras (unos 16 euros) por cada paciente con síntomas menores que atiendan. Las farmacias comunitarias participantes reciben una notificación electrónica de que un paciente ha sido derivado en la consulta de Atención Primaria.
La experiencia precisa que las boticas se comprometan a que el servicio sólo será prestado por un farmacéutico y que se registrarán las consultas y cualquier medicamento que se suministre asociado a la intervención. Asimismo, se enviará una notificación al médico de cabecera. El Servicio de Farmacia Comunitaria de Referencia involucra al número de no emergencias del NHS, el 111, habilitado para que la población pueda hacer consultas sobre síntomas o estado de salud antes de acudir a un centro.
Esta experiencia ya lleva dos meses funcionando, pero la semana pasada se decidió ampliar la fecha final de su ejecución del 31 de marzo al 30 de septiembre; el NHS quiere obtener más datos de la prueba. De momento, y tras 5.101 intervenciones farmacéuticas en lo que va de piloto, el 80 por ciento de los pacientes dijeron estar “muy satisfechos” con el servicio. “Alrededor de dos tercios de las consultas terminan cuando el farmacéutico proporciona asesoramiento o asesoramiento más la dispensación de un medicamento OTC”, informó la directora de Servicios del Comité Farmacéutico Local del Norte de Tyne, Ann Gunning, quien ha manifestado su satisfacción por la ampliación del periodo de prueba que supondrá diez meses de recopilación de datos. “Este servicio nos brinda la oportunidad de probarlo y proporcionar una sólida base de evidencia”, subraya Gunning.
El Comité de Negociación de Servicios Farmacéuticos afirmó en su lanzamiento que los “grupos de síntomas” seleccionados para el servicio incluyen erupciones, estreñimiento, diarrea, flujo vaginal, dolor en los ojos, úlceras bucales, anticoncepción de urgencia, vómitos, picores y tapones en los oídos. “Si el paciente requiere tratamiento, éste se puede dispensar sin receta médica o se puede suministrar a través de un plan local de enfermedades menores (si está disponible)”, explican las autoridades sanitarias. “Esta ampliación nos dará la oportunidad de seguir probando y desarrollando la integración digital de la farmacia comunitaria en enfermedades menores”, añaden. Otras regiones inglesas ya han mostrado su interés por implementar el servicio. Eliminar la presión sobre el primer nivel asistencial es una de la preocupaciones del NHS en Inglaterra, junto con la sostenibilidad del sistema sanitario y la escasez de médicos de familia.
Fuente: Correo Farmacéutico – España
Una campaña de salud impulsada por el servicio nacional de salud inglés insta a los padres a tratar a su farmacéutico como su primer punto de consulta para las enfermedades menores de sus hijos.
El National Health Service informó que había 18 millones de consultas médicas y 2,1 millones de visitas anuales a las salas de emergencia, a un costo de £ 850 millones para el servicio de salud.
“Millones de padres podrían obtener asesoramiento de expertos más conveniente y oportuno al llevar sus preocupaciones a su farmacéutico primero, lo que también aliviaría la presión sobre los médicos de cabecera y los servicios de emergencia”, dice la campaña.
El NHS señaló que la investigación demostró que solo el 6% de los padres con hijos menores de cinco años consideraría buscar consejo de un farmacéutico sobre un problema de salud menor en primera instancia.
El treinta y cinco por ciento optaría por una cita con su médico de cabecera y el 5% elegiría la sala de emergencia como su primer punto de consulta.
Esto a pesar de que el 79% de los adultos que dijeron que sabían que los farmacéuticos eran profesionales de la salud calificados que podían aconsejar sobre las enfermedades más comunes.
El NHS sostiene que aproximadamente el 95% de las personas viven a poca distancia de una farmacia comunitaria, lo que significa que son un primer punto accesible y valioso para problemas de salud menores como tos, resfríos y problemas iniciales.
El NHS está trabajando con las farmacias para aumentar el rango de servicios que brindan a los pacientes, incluido el control de asma y la vacunación antigripal.
Las cifras publicadas en un estudio piloto la semana pasada mostraron que más de 1.200 pacientes que llamaron al NHS durante el invierno fueron atendidos por farmacéuticos en lugar de médicos de cabecera o salas de emergencias.
La prueba de seis meses en el noreste del país permite a los operadores del NHS 111 referir a pacientes con casos que no son de emergencia a las farmacias comunitarias durante los períodos de noche, fin de semana y fuera de horario de atención.
La convocatoria para que los padres utilicen a sus farmacéuticos forma parte de la campaña “Stay Well Pharmacy”, con publicidad televisiva, digital y en redes sociales, y cuenta con el respaldo de un sitio web para padres.
El Dr. Bruce Warner, subdirector de la División Farmacia del Servicio de Salud inglés, dijo: “Los farmacéuticos son profesionales del NHS altamente capacitados que pueden ofrecer asesoramiento clínico y tratamientos efectivos para una gran variedad de problemas de salud menores allí mismo”. “Pueden evaluar los síntomas y recomendar el mejor curso de tratamiento o simplemente proporcionar tranquilidad, por ejemplo, cuando una enfermedad menor mejorará por sí sola con unos días de descanso”.
“Sin embargo, si los síntomas sugieren que es algo más serio, tienen la capacitación clínica adecuada para garantizar que las personas reciban la ayuda que necesitan”. Queremos ayudar al público a obtener el uso más eficaz de estos expertos que están disponibles todos los días de la semana “.
La editora en jefe de Netmums (sitio web para padres), Annie O’Leary, dijo: “Nos comprometemos a crear conciencia sobre la mejor forma en que los padres pueden mantener a sus pequeños bien, y es por eso que estamos apoyando la campaña Stay Well Pharmacy de NHS England .
“Los farmacéuticos pueden evaluar los síntomas de su hijo y brindar asesoramiento clínico, o simplemente darles la seguridad de que no es nada grave”.
(Fuente: The Guardian – Inglaterra)