Se trata de una mezcla polisacarílica que se administra mediante inyección submucosa y que posibilita la resección endoscópica mucosa de lesiones gastrointestinales. La inyección de esta solución a nivel submucosa genera un almohadillado que separa la capa mucosa, donde se localiza la lesión a extirpar, de la muscularis propria, capa más interna irrigada.
En concreto, “es especialmente útil en la extirpación de pólipos de gran tamaño, los más susceptibles de degenerar en cáncer“, destacan José Antonio Morales y Francisco Javier Gallego, farmacéutico y digestivo, respectivamente, del citado hospital. Su utilización permite realizar intervenciones prolongadas más eficaces -ya que favorece las condiciones para una mayor precisión y éxito en la intervención-, y más seguras -ya que disminuye el riesgo de complicaciones, como hemorragias, o las posibilidades de una reintervención para la extirpación de pólipos restantes o de pequeños fragmentos-.
“Hasta la fecha la hemos empleado en 37 pacientes con unos resultados excelentes”, comentan ambos especialistas. Actualmente, los investigadores han presentado la patente vía nacional y se encuentra en fase de evaluación por la Oficina Europea de Patentes. La firma de un acuerdo de licencia de esta patente con una empresa española, Nakafarma S.L, permitirá seguir avanzando en esta investigación para que el producto farmacéutico obtenido se comercialice en un futuro. “Sólo hay tres productos en el mundo comercializados para su aplicación en técnicas endoscópicas, y ninguno de ellos en Europa”, aseguran Morales y Gallego. Por ello, la firma de un acuerdo de licencia con Nakafarma S. L. permitirá que se comercialice en un futuro próximo.
La solución farmacéutica se encuentra ahora en fase de optimización a nivel industrial, como paso previo a solicitar el registro ante la AEMP y proceder a realizar un ensayo clínico pre-comercialización. “Por todo ello, y porque su elaboración es económica y precisa de la inyección de una pequeña cantidad de producto, también mejora la eficiencia en la resección de lesiones gastrointestinales mediante técnicas endoscópicas”, subraya Morales.
En esta innovación han estado trabajando desde 2014 especialistas de ambos servicios junto a varios departamentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada.
Fuente:
| Diario Médico -España |
El Instituto Tecnológico AINIA está desarrollando un “digestor dinámico in vitro” capaz de reproducir las condiciones naturales del tracto gastrointestinal humano para comprobar en qué cantidad los ingredientes funcionales que contienen los alimentos (fibra, polifenoles, vitaminas o minerales) y los principios activos de los fármacos llegan intactos al intestino.
En el marco del proyecto de I+D propio ‘Dialfarma’, el centro está desarrollando un nuevo modelo de digestor avanzado que, según la investigadora Blanca Viadel, “será capaz de predecir mejor la solubilidad de los ingredientes funcionales durante todo el proceso de digestión gastrointestinal”.
El consumidor actual es cada vez más consciente de la importancia de una buena alimentación para disfrutar de una vida saludable y el 45 por ciento de los españoles asegura querer llenar su cesta de la compra con productos saludables. Esta tendencia impulsa a la industria alimentaria a desarrollar nuevas gamas de alimentos con propiedades funcionales capaces de reducir el riesgo de sufrir ciertas patologías.
En el caso de los fármacos, también el control de formulaciones y la incorporación de los principios activos más eficientes marca la tendencia. El investigador de Ainia Juan Antonio Nieto, considera que “la predicción mejorada del perfil de disolución de los principios activos contenidos en los fármacos va a posibilitar desarrollar medicamentos más eficientes a un menor coste”.
El nuevo digestor dinámico in vitro va a permitir estimar con mayor exactitud la cantidad de los compuestos incorporados en alimentos o fármacos que pueden ser absorbidos por el organismo, así como la zona del sistema digestivo donde se produce su máxima absorción.
Costes y tiempo, aspectos clave
Así, ayudará a las empresas alimentarias y farmacéuticas a seleccionar los prototipos que sean más efectivos, disminuyendo el número de ensayos clínicos y los costes de desarrollo, así como la reducción de los tiempos de lanzamiento al mercado.
Fuente:
| Redacción Médica -España |