Investigadores de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco) crearon un nuevo apósito para heridas crónicas que se compone de nanofibras de un polímero biodegradable, aloe vera y nanopartículas lipídicas.
Este estudio se publicó en la revista ‘International Journal of Pharmaceutics’. El nuevo apósito, diseñado para el tratamiento de las heridas crónicas, actúa como una segunda piel, protegiendo la herida, manteniéndola hidratada y favoreciendo el proceso de cicatrización.
El apósito se compone de nanofibras de un polímero biodegradable (PLGA), aloe vera y nanopartículas lipídicas, y se obtiene mediante la técnica de electrospinning o electrohilado. Esta técnica para la fabricación de fibras está basada en un conjunto de conceptos electromagnéticos, como la carga electrostática, en donde una solución, generalmente polimérica, se ve inducida por ese efecto y da como resultado fibras de diversos tamaños.
Además, la incorporación de las nanopartículas lipídicas “mejoró las propiedades mecánicas y grosor del apósito, facilitando su manipulación y aplicación”.
Una nueva investigación identificó la forma en que la naturaleza crea su propio yeso para tratar de evitar que las bacterias y otros microorganismos penetren en heridas abiertas. Los autores descubrieron que se forma una película de proteína rápidamente sobre una herida como parte del proceso de coagulación natural y proporciona protección durante al menos 12 horas.
Estos investigadores, una colaboración internacional de científicos liderados por la Universidad de Leeds, en Reino Unido, y financiado en parte por la ‘British Heart Foundation’, creen que esta biopelícula da tiempo al sistema inmune para ordenar sus defensas para hacer frente a cualquier infección.
Los investigadores también observaron que las sustancias a base de aceite interrumpieron el proceso y advirtieron que tratar las heridas en la piel con vaselina, una técnica utilizada en algunos deportes de contacto y después de una cirugía menor, puede aumentar el riesgo de infección.
El estudio, cuyas conclusiones se publican en ‘Journal of Clinical Investigation’, cambia la comprensión científica del mecanismo de coagulación de la sangre. La coagulación es un proceso vital para prevenir la pérdida de sangre potencialmente mortal después de una lesión. En el sitio de la herida, las plaquetas y los glóbulos rojos se agrupan para tratar de taponar cualquier hemorragia.
Mediante el uso de poderosas técnicas de imagen, los investigadores de Leeds descubrieron que las fibras de fibrina eran palancas de cambio de la naturaleza, reorganizando su estructura de una red fibrosa a una película en forma de lámina en el punto donde el coágulo entra en contacto con el aire, en el sitio de la apertura de la herida.
Visto a través de un microscopio electrónico, los coágulos parecen estar conectados entre sí por fibras parecidas a un espagueti de una proteína llamada fibrina. Durante décadas, los científicos se han sentido desconcertados acerca de la estructura precisa de las fibras de fibrina porque parecían interminables y se enroscaban alrededor de las plaquetas y los glóbulos rojos.
La investigación reveló que las fibras de fibrina se transformaron en una película protectora que tenía propiedades de “transpirabilidad”, permitiendo que el aire llegara a la herida a través de pequeños poros que eran demasiado pequeños para permitir el paso de bacterias y algunos virus. La investigación involucró tejido humano y animal.
Redefinición de la coagulación sanguínea
El profesor Robert Ariëns, del Instituto de Medicina Cardiovascular y Metabólica de Leeds, quien supervisó el estudio, subraya: “Nuestra hipótesis es que la película actúa como un yeso, una barrera protectora para tratar de evitar que los microbios entren al cuerpo donde se rompe la piel”.
“Hicimos estudios de laboratorio y en animales que demostraron que esta película podría ser una barrera contra la infección microbiana durante al menos 12 horas, y esto le da al sistema inmunitario tiempo para obtener glóbulos blancos en la herida para contrarrestar cualquier infección”, explica.
“El estudio está redefiniendo nuestra comprensión de la coagulación sanguínea. Los coágulos no solo reducen la pérdida de sangre, sino que también proporcionan una defensa de primera línea contra la infección. Entender exactamente qué sucede al final de las fibras de fibrina ha sido una pregunta que los científicos médicos han estado tratando de responder durante años. Este estudio proporciona una explicación largamente esperada”, añade.
El documento revela que los científicos que usan microscopios electrónicos habían visto previamente una película delgada sobre los coágulos, pero creían que era el resultado de la forma en que la muestra se preparó para el examen. Los investigadores también notaron que si se aplicaba aceite al coágulo perforaría la película protectora y advierten de que la práctica común de aplicar vaselina a una herida aumenta el riesgo de infección.
El profesor Jeremy Pearson, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, que financió parcialmente la investigación, apunta: “Al observar cómo se forman los coágulos sanguíneos, con el objetivo de diseñar mejores fármacos anticoagulantes para tratar a pacientes con ataques cardiacos, este equipo ahora descubrió un mecanismo de protección desconocido anteriormente utilizado por nuestros cuerpos para prevenir la infección después de una lesión”.
Fuente: Europa Press /COFA
Tanto una herida como una quemadura son motivo de consulta urgente al centro sanitario más cercano. La mayoría de las veces, ese centro sanitario cercano es la farmacia, y por tal motivo se deberá estar al tanto del tema para brindar la ayuda correspondiente.
Clasificación, grados de importancia, signos de alarmas y consejos de cómo proceder serán el ABC de la respuesta profesional al momento de indicar una solución al herido o quemado.
Heridas
Las heridas son lesiones que generan la pérdida de continuidad en la integridad de los tejidos blandos, ya sea piel, músculo, tejido subcutáneo, órganos blandos, tendones, nervios, entre otros.
Las heridas acarrean dos riesgos que es necesario evitar para que no pasen a mayores: la hemorragia (conlleva al estado de choque) y la infección. Para evitar esa situación, será útil conocer las características de los tipos de heridas que se pueden presentar en la consulta:
También será necesario saber clasificarlas de acuerdo a la causa que las provocó:
Cómo proceder
Saber recomendar cómo proceder ante una herida desde el principio será de vital importancia para la cicatrización o tratamiento de ésta y, por consiguiente, llevar tranquilidad al paciente:
Quemaduras
El cuerpo humano tolera temperaturas de hasta 40° C. Por encima de esta marca se pierde la capacidad natural de que la piel de regenere.
Entre los tipos de quemaduras que se pueden presentar, figuran:
Lo que sí, lo que no
Toda quemadura puede generar problemas y riesgos importantes para la salud, mucho depende del total de la superficie corporal quemada. Esto significa que una quemadura de primer grado que tenga una superficie del 90% del cuerpo es igual o más peligrosa que una quemadura de segundo grado con superficie del 20%.
En el momento de ofrecer una solución, saber qué indicar y qué no es fundamental, por eso será necesario recomendar la asistencia inmediata, además de:
Por último, es necesario tener en cuenta que no sólo se trata de la atención profesional, como ha quedado expuesto, sino, también de ofrecerle calma al paciente, que llega a la farmacia en un grado de exaltación por la urgencia de la complicación. Por lo tanto, la sinergia entre la respuesta terapéutica y la contención emocional serán claves para una respuesta óptima.
Aún a día de hoy, los cirujanos de todo el mundo se ven abocados a recurrir a los puntos de sutura y a las grapas para ‘cerrar’ las incisiones realizadas en tejidos y órganos y, así, facilitar su curación –la consabida ‘cicatrización’–. El problema es que estos puntos y grapas, además de asociarse a un riesgo nada desdeñable de infecciones, casi nunca procuran un sellado inmediato de la ‘lesión’. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que se corre el riesgo de que la ‘herida’ se abra, lo que resulta especialmente común cuando la intervención se acomete en tejidos que, como el pulmonar o el cardiaco, están sometidos a un proceso continuo de contracción y relajación. Entonces, ¿qué se puede hacer? Pues, cuando menos en teoría, utilizar sustancias que, cual ‘superpegamentos’, unan la incisión de forma inmediata y definitiva. De ahí la importancia de un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Harvard en Cambridge (EE.UU.), en el que se describe el primer ‘superpegamento quirúrgico’ con capacidad para hacerlo.
Como explica Ali Khademhosseini, director de esta investigación publicada en la revista «Science Translational Medicine», «las sustancias sellantes actualmente disponibles no son utilizables en la mayoría de aplicaciones quirúrgicas, pues dado que carecen de una combinación óptima de elasticidad, adherencia tisular y fuerza, no pueden emplearse sin grapas o puntos de sutura. Por ello, hemos recurrido a nuestra experiencia en la creación de materiales para la medicina regenerativa y hemos tratado de solucionar este problema».
‘Superpegamento’ quirúrgico
En el año 2013, los propios autores pusieron en marcha un estudio para analizar las capacidades regenerativas de la tropoelastina, proteína que se encuentra en todos los vertebrados y precursora de la elastina –la proteína que confiere flexibilidad y que se encuentra en todos los tejidos elásticos, caso de la piel, las arterias y los pulmones–. Y a partir de los hallazgos alcanzados, fueron capaces de producir grandes cantidades de diferentes tipos de tropoelastina humana recombinante y de mezclarlos para crear un hidrogel elástico que bautizaron como ‘MeTro’. Un logro ciertamente interesante dado que este hidrogel podía ser usado para crear una matriz a la que podían unirse las células cardiacas, abriendo así la puerta al desarrollo de estructuras o ‘andamios’ para reparar las lesiones en el corazón.
Sin embargo, los autores dejaron de lado en el nuevo estudio los posibles usos del hidrogel ‘MeTro’ para la regeneración cardiaca y se centraron en sus posibles aplicaciones quirúrgicas. Como indica Nasim Annabi, co-autor de la investigación, «discutiendo sobre nuestros hallazgos iniciales con el ‘MeTro’, nos dimos cuenta de que las lesiones pulmonares en particular suponen un problema quirúrgico para el que aún no existe una solución ‘convincente’. Así que nos pusimos a investigar nuestros materiales para su uso como sellantes para los pulmones y otros tejidos elásticos».
Las sustancias sellantes actualmente disponibles no pueden ser utilizados en la mayoría de aplicaciones quirúrgicas
Ali Khademhosseini
En primer lugar, los autores diseñaron distintos hidrogeles con diferentes elasticidades, durezas y capacidades adhesivas para tratar de encontrar el ‘MeTro’ que mejor se adaptara a las lesiones vasculares y pulmonares en un modelo animal –ratas–. Así, el objetivo era hallar una formulación que se asemejara lo máximo posible a la elasticidad y fuerza de los tejidos naturales y que, además, se adhiriera correctamente a estos tejidos sin ser ‘barrido’ por los fluidos corporales, caso de la sangre –un aspecto en el que suelen fallar el resto de hidrogeles.
Los resultados mostraron que el nuevo hidrogel era capaz de sellar las incisiones en las arterias y los pulmones en ratas que, de otra manera, no habría sobrevivido a la cirugía. Es más; con objeto de analizar su eficacia en animales más grandes –y, por tanto, más ‘similares’ a los humanos– los autores repitieron los experimentos en cerdos a los que habían provocado graves lesiones pulmonares. Y una vez más, el ‘MeTro’ posibilitó el sellado eficiente de las lesiones sin que se produjeran fugas de aire o sangre y sin tener que recurrir a las grapas o los puntos de sutura.
Próximamente en humanos
En definitiva, y si bien los resultados deben ser en primer lugar confirmados con seres humanos, parece que el nuevo ‘superpegamento’ es muy eficaz para su uso quirúrgico. Pero como indican los autores, es muy posible que las aplicaciones del hidrogel vayan más allá del quirófano. Sea como fuere, aún habrá que esperar.
Como concluye Anthony Weiss, co-autor de la investigación, «las aplicaciones potenciales son muy interesantes, desde el tratamiento de lesiones internas graves en los Servicios de Urgencias, caso de las que se producen en los accidentes de tráfico y las zonas de guerra, a las intervenciones quirúrgicas. Hemos demostrado que el hidrogel ‘MeTro’ funciona en un amplio rango de situaciones y soluciona problemas que no pueden ser resueltos con otros sellantes ya disponibles. Además, ya estamos preparados para iniciar los ensayos clínicos con humanos. esperamos que nuestro hidrogel pueda emplearse próximamente en la práctica clínica y salve vidas humanas».
Fuente: ABC – España