Un equipo de investigadores de distintos centros de investigación estadounidense descubrieron un anticuerpo que inhibe ampliamente múltiples cepas de norovirus pandémico, lo que puede suponer un paso adelante en el desarrollo de una vacuna eficaz para el temido virus estomacal.
El estudio, publicado ‘Immunity’, ha sido realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Global de Chapel Hill Gillings de la Universidad de Carolina del Norte, de la Universidad de Texas en Austin y del Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de la Salud.
En el se describe por primera vez la estructura de la interacción de unión entre el virus y un anticuerpo humano que puede actuar contra muchas cepas de la pandemia, según señalan los investigadores Lisa Lindesmith y el profesor Ralph Baric, ambos del departamento de epidemiología de The Gillings School, coautores del estudio.
Los norovirus humanos son la principal causa de gastroenteritis aguda, inflamación del estómago y los intestinos. Cuenta con cerca de uno de cada cinco casos de diarrea y vómitos, y es responsable de unas 200.000 muertes al año, principalmente en bebés, niños y ancianos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aunque hay más de 30 genotipos conocidos del norovirus humano, casi el 60 por ciento de los brotes son causados por cepas de genotipo GII.4 (genogrupo II, genotipo 4), que han causado pandemias humanas periódicas desde 1996 hasta hoy.
“Para diseñar una vacuna eficaz contra el norovirus, los científicos necesitaban identificar un anticuerpo neutralizante que pudiera funcionar contra muchas cepas del virus, así como contra otras que circularán en el futuro. Esta información ahora se puede utilizar para construir mejores vacunas humanas”, ha señalado Baric.
El descubrimiento más importante de este estudio es un anticuerpo humano que puede unirse a una región altamente conservada del virus común entre diferentes cepas de norovirus, neutralizando potencialmente todas las cepas GII.4 de norovirus que existen en la naturaleza.
Las regiones altamente conservadas son partes del virus que no cambian. Un anticuerpo humano que pueda atacar estas áreas altamente conservadas proporcionará una amplia protección durante un período prolongado de tiempo. Con este conocimiento, los desarrolladores de vacunas comprenderán mejor cómo y con qué frecuencia reformular la vacuna a lo largo del tiempo.
La tecnología, desarrollada por el coautor George Georgiou, se usó para descubrir el anticuerpo clave en el estudio y el enfoque es aplicable a una variedad de bacterias y virus altamente variables.
“Este estudio aborda un problema fundamental en el desarrollo de la enfermedad por norovirus que podría tener un gran impacto en la salud mundial. Hemos establecido un entendimiento del virus y cómo cambia, cómo la respuesta inmunitaria del cuerpo lo aborda y cómo podemos usar esa información para hacer una mejor vacuna”, ha concluido Lindesmith.
Fuente: Europa Press
El norovirus, la enfermedad gastrointestinal altamente contagiosa mejor conocida por propagarse rápidamente en hogares de ancianos, escuelas y otros espacios densamente poblados, mata a aproximadamente 200.000 personas anualmente, la mayoría en el mundo en desarrollo. No hay tratamiento o vacuna para prevenir la enfermedad, y los científicos han entendido poco sobre cómo se inicia la infección.
Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, han demostrado, en ratones, que el virus infecta un tipo raro de célula intestinal llamada célula de penacho, llamada así porque cada célula tiene un racimo de extensiones en forma de pelos en su superficie. Aunque las células de penacho son pocas, los hallazgos de los científicos indican que una vez que el virus ataca, estas células multiplican el virus rápidamente y desencadenan infecciones graves.
La investigación, publicada este jueves en la revista ‘Science’, sugiere que atacar las células del penacho con una vacuna o un fármaco puede ser una estrategia viable para prevenir o tratar las infecciones por norovirus. “El norovirus es uno de los patógenos humanos más letales, al menos que conocemos –dice el primer autor Craig B. Wilen, profesor en patología e Inmunología–. De los virus en todo el mundo para los que no existen medicamentos antivirales o vacunas, el norovirus podría matar a la mayoría de las personas. Este estudio proporciona una vía terapéutica para explorar”.
El norovirus causa vómitos y diarrea intensos que pueden desarrollarse repentinamente. El virus se desprende de las heces y el vómito, a veces durante meses después de que los síntomas se resuelvan, y se propaga a través del contacto de persona a persona, tocando superficies contaminadas y luego la boca, o comiendo alimentos contaminados con el virus.
El norovirus humano no se puede cultivar fácilmente en un laboratorio y, por esta razón, los investigadores optan por estudiarlo en ratones. “Estamos muy sorprendidos de que el virus infecte un tipo de célula tan raro y que incluso con tan pocas células infectadas, las infecciones puedan ser intensas y transmitirse fácilmente –subraya Wilen–. En un solo ratón, por ejemplo, pueden infectarse 100 células, lo que es muy poco comparado con otros virus, como la gripe”.
Células identificadas como posible objetivo farmacológico
Las células de penacho son un tipo de célula epitelial que sobresale en el intestino. También se sabe que detectan infecciones por parásitos y gusanos en el intestino y desencadenan una respuesta inmune. Estas infecciones pueden empeorar las infecciones por norovirus y pueden explicar por qué las personas en el mundo en desarrollo, donde los parásitos intestinales y las infecciones por lombrices son más comunes, también tienen más probabilidades de morir a causa del norovirus.
Pero, hasta ahora, los científicos no entendían cómo el norovirus podría estar relacionado con el parásito intestinal y las infecciones por gusanos. El nuevo estudio indica que esas infecciones en los ratones hacen que el número de células de penacho aumente de cinco a diez veces, lo que hace que el norovirus se replique más eficientemente.
El tratamiento de los ratones con un poderoso cóctel de antibióticos de amplio espectro disminuyó el número de células de penacho y el riesgo de infección por norovirus. Pero, advierte Wilen, los antibióticos utilizados en el estudio no serían prácticos para administrar a los pacientes porque agotarían los microbios intestinales que mantienen el cuerpo saludable. Aun así, el hallazgo apunta al papel de las bacterias intestinales para facilitar la infección por norovirus.
Los investigadores, incluido Herbert W. “Skip” Virgin, ahora en Vir Biotechnology, también notaron que los norovirus metidos dentro de las células del penacho están efectivamente ocultos del sistema inmune, lo que podría explicar por qué algunas personas siguen eliminando el virus mucho después ya no están enfermos. Se cree que estos “portadores sanos” son la fuente de los brotes de norovirus, por lo que entender cómo el virus evita la detección en esas personas podría conducir a mejores formas de prevenir los brotes.
“Esto plantea preguntas importantes sobre si el norovirus humano infecta las células del penacho y si las personas que tienen infecciones crónicas por norovirus y siguen eliminando el virus mucho después de la infección lo hacen porque el virus permanece oculto en las células del penacho –dice Wilen–. Si ése es el caso, dirigirse a las células del penacho puede ser una estrategia importante para erradicar el virus”.
Fuente: Europa Press