En el último mes se han sucedido en el ámbito internacional las alertas sobre los riesgos y el incremento del consumo de los gabapentinoides (gabapentina y pregabalina). Hace unas semanas el Gobierno canadiense advertía a prescriptores y pacientes de los peligros de combinar estos fármacos con opioides, un escenario bastante plausible dado que ambos grupos de medicamentos se emplean en dolor crónico. El uso concomitante puede producir depresión respiratoria, somnolencia, mareos, desmayos e incluso la muerte.
La alerta en Canadá ha coincidido en el tiempo con el llamamiento del Medical Council, órgano representativo de los médicos irlandeses y recogido en Irish Times, de reducir las prescripciones de pregabalina y benzodiacepinas en el país, y ha señalado que la prescripción inadecuada de estos medicamentos “está teniendo un impacto significativo en la seguridad y el bienestar del paciente”.
Mientras, en Francia, el medio especializado Le Quotodien du Pharmacien ha informado de un aumento en el uso recreativo de la pregabalina y de las muertes asociadas a su combinado con opiáceos en la Región parisina. También en Irlanda del Norte se guarda un registro de las muertes relacionadas con el fármaco, que pasaron de 8 en 2016 a 33 en 2017, según publican entre otras, la web de la BBC.
Se sugiere una asociación entre el consumo de estos fármacos bajo prescripción, sobre todo de la pregabalina, con alteraciones del comportamiento que incluyen suicidios, sobredosis, accidentes y criminalidad.
En España, los últimos datos de la agencia española Aemps publicados en 2017 evidencian un incremento notable del consumo de gabapentinoides, especialmente de la pregabalina, que creció más de un 125% entre 2008 y 2016. Hay que recordar que ambos son fármacos antiepilépticos autorizados en dolor neuropático y en el caso de la pregabalina, también en ansiedad.
Este crecimiento del consumo dentro y fuera de las fronteras españolas se atribuye a que son de los pocos fármacos con indicación específica en dolor neuropático y a que “se usan con demasiada frecuencia fuera de indicación, sobre todo en dolor crónico, no neuropático, con escasa o nula efectividad según la evidencia mas reciente”, advierte Javier Vidal, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que critica que se receten en la terapia de la migraña, la lumbalgia, el síndrome de piernas inquietas o la fibromialgia.
Francisca González Rubio, de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), también critica el excesivo uso off label de estos fármacos, que en Estados Unidos se indican incluso para los síntomas vasomotores de la menopausia.
Mientras que en países como Estados Unidos el auge de los gabapentinoides se atribuye a la crisis de los opioides, en España el incremento del consumo se podría estar produciendo a expensas de los antiinflamatorios, tras la publicación de los estudios que vinculan los AINE con un incremento del riesgo cardiovascular, observa González Rubio.
Mareo y somnolencia son las reacciones adversas más frecuentes de la pregabalina y la gabapentina. “Estos efectos pueden acarrear un riesgo en poblaciones concretas, como pacientes de edad avanzada, con comorbilidades, o en polimedicados, sobre todo si se asocian a otros fármacos que actúen en el sistema nervioso central, como pueden ser opioides o benzodiacepinas”, recuerda Carlos Goicoechea, de la Sociedad Española del Dolor (SED).
Otros efectos adversos son ganancia de peso, edema, problemas gastrointestinales (obstrucción, íleo paralítico, estreñimiento, que son especialmente frecuentes e intensos si el paciente toma opioides); alteraciones del corazón como la insuficiencia cardíaca detectada en estudios postautorización, y aumento de la ideación o comportamiento suicida, aparte de que pueden producir pueden producir dependencia, abuso y síndrome de abstinencia, detalla el portavoz de la SER. “Son frecuentes también los vómitos, la sequedad de boca y la flatulencia”, .
Goicoechea recuerda que las últimas alertas sobre nuevos riesgos entran en el contexto de la actividad normal de farmacovigilancia. Una vez comercializado un fármaco se expone a un volumen amplio de pacientes y en condiciones normales de uso y pueden aparecer efectos adversos que pasaron desapercibidos en los ensayos. “Es importante recordar a los pacientes que deben notificar a su médico cualquier reacción extraña que puedan asociar al uso de estos fármacos, y que no deben combinarse si no es bajo estricto control médico”.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) afirman que estudios como el del BMJ llevan a pensar en la necesidad de llevar a cabo “un reajuste estricto” de las indicaciones de estos fármacos y una “monitorización más estrecha de los pacientes”.
En concreto, alertan de que hay que revisar las prescripciones fuera de ficha técnica y los tratamientos prolongados o a dosis altas utilizando las escalas de dolor disponibles, y que son fármacos con riesgo de abuso potencial. “Si un paciente mejora con la utilización de estos fármacos, se ha de manejar la dosis mínima eficaz”.
En el caso de la pregabalina, apuntan que en un análisis de 14 ensayos clínicos de 4 a 16 semanas de duración, las dosis diarias superiores a 300mg no disminuyeron la puntuación media del dolor mas que las dosis bajas. “En estos ensayos siempre existen limitaciones ya que se utilizan pacientes ideales, sin insuficiencia renal o fragilidad, sin comorbilidades que puedan aumentar los efectos adversos o reducir la eficacia. Por tanto reflejan escenarios más favorables para estos fármacos”, sostienen los expertos de Semergen.
Por otra parte, la experta de Semfyc advierte que “recientes ensayos cuestionan su eficacia como tratamiento del dolor neuropático, por lo que parece conveniente revaluar e individualizar su uso en cada paciente, monitorizando su efectividad y vigilando aparición de posibles efectos secundario, e informando muy bien al paciente de los riesgos y de los beneficios de dicho tratamiento”.
Vidal coincide en que la eficacia en las indicaciones aprobadas es “limitada” y ha sido cuestionada en usos concretos como la ciática. “Sin duda habría que mejorar las guías de utilización de los gabapentinoides , tener mas en cuenta el perfil de seguridad de estos fármacos y tener en cuenta el perfil de pacientes de mas riesgo de reacciones adversas, y avisar a los pacientes de las mismas”, concluye el reumatólogo.
Fuente: Correo Farmacéutico – España / COFA
En virtud de la confirmación de un caso de sarampión en un turista, que circuló por la Ciudad de Buenos Aires, Puerto Iguazú (Provincia de Misiones) y Montevideo (República Oriental del Uruguay) durante el período de transmisibilidad, la Secretaria de Gobierno de Salud insta a aquellas personas potencialmente expuestas que presenten fiebre y erupción cutánea a consultar inmediatamente a los servicios de salud informando el antecedente. Situación actual Se confirmó un caso de sarampión en un turista de 39 años, de nacionalidad rusa, sin antecedentes de vacunación conocidos, que ingresó a Argentina el 9/3 y comenzó cuadro febril el 14/3 agregando exantema tres días después. El 23/3 el paciente regresó a su país. El caso se confirmó por serología IgM positiva y PCR positiva. Se identificó genotipo D8, linaje Gir Sommnath, con amplia distribución en Europa y Asia en el corriente año.
Recomendaciones para el equipo de salud Intensificar la vigilancia epidemiológica de casos de enfermedad febril exantemática (EFE) haciendo especial énfasis en los antecedentes de viajes, realizando la notificación inmediata del caso sospechoso.
Verificar esquema de vacunación completo para la edad: De 12 meses a 4 años: deben acreditar UNA DOSIS de vacuna triple viral (sarampiónrubéola-paperas) Mayores de 5 años: deben acreditar DOS DOSIS de vacuna con doble o triple viral después del primer año de vida. Las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse porque son considerados inmunes. Se recomienda a los residentes en Argentina que viajen al exterior: Verificar esquema de vacunación completo para la edad según Calendario Nacional de Vacunación. De no contar con las 2 dosis recomendadas, la vacuna debe ser aplicada mínimo 15 días antes del viaje. Los niños de 6 a 11 meses que viajen a áreas de circulación viral activa, deben recibir una dosis de vacuna triple viral. Esta dosis no debe ser tenida en cuenta como esquema de vacunación. Se administrarán las dosis correspondientes al Calendario Nacional de Vacunación al año de vida y al ingreso escolar.
ATENCION: Por tratarse de una enfermedad altamente transmisible por vía respiratoria, cuyo período de transmisión en este caso abarca desde el 13 al 21 de marzo, se solicita a los pasajeros que pudieron haber estado expuestos en:
Fuente: Dirección Nacional de Epidemiologia y Análisis de Situación de Salud Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles
Todos los días, cerca del 93% de los niños y niñas del mundo menores de 15 años (es decir, 1800 millones de niños y niñas) respiran aire tan contaminado que pone en grave peligro su salud y su crecimiento. Desgraciadamente, muchos de ellos acaban falleciendo: de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 600 000 niños murieron en 2016 a causa de infecciones respiratorias agudas de las vías respiratorias bajas causadas por el aire contaminado.
En el nuevo informe de la OMS Contaminación del aire y salud infantil: prescribimos aire limpio se examina el alto costo de la contaminación del aire en el entorno exterior y en los hogares para la salud de los niños y niñas del mundo, sobre todo en los países de ingresos medianos y bajos. El informe se presenta en vísperas de la primera Conferencia Mundial de la OMS sobre Contaminación del Aire y Salud.
De acuerdo con este informe, la exposición al aire contaminado puede dar lugar a que las embarazadas den a luz prematuramente y a que los recién nacidos sean más pequeño y de bajo peso. Además, esta contaminación afecta al desarrollo neurológico y la capacidad cognitiva de los niños y puede causarles asma y cáncer. Los niños que han estado expuestos a altos niveles de contaminación del aire corren también más riesgo de contraer afecciones crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, en etapas posteriores de su vida.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, explica: «El aire contaminado envenena a millones de niños y está arruinando sus vidas. No podemos permitirlo. Todos los niños deberían respirar aire limpio para crecer y desarrollarse plenamente».
Una de las razones por las que los niños sufren más los efectos de la contaminación del aire es que, al respirar más rápido que los adultos, absorben más contaminantes.
Además, viven más cerca del suelo, donde algunos contaminantes alcanzan concentraciones máximas, en un momento en que su cuerpo y su cerebro aún se están desarrollando.
Los recién nacidos y los niños pequeños también son más vulnerables al aire contaminado en los hogares donde se utilizan habitualmente combustibles y tecnologías contaminantes para la cocina, la calefacción y la iluminación domésticas.
De acuerdo con la Dra. María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, «la contaminación del aire impide que el niño se desarrolle normalmente y tiene más efectos en su salud que los que sospechábamos. Afortunadamente, disponemos de varias medidas muy sencillas para reducir las emisiones de contaminantes peligrosos».
La Dra. Neira explica que «la OMS está ayudando a aplicar políticas en favor de la salud, como el fomento de la adopción de combustibles y tecnologías no contaminantes para cocinar y calentar los hogares, la promoción de medios de transporte menos contaminantes, la eficiencia energética de las viviendas y la planificación urbana. Estamos preparando el terreno para generar energía con menos emisiones, usar tecnologías industriales más seguras y menos contaminantes y gestionar mejor los desechos urbanos».
Estas son las principales conclusiones del informe:
• La contaminación del aire afecta el desarrollo neurológico, como indican los resultados en las pruebas cognitivas, y dificulta el desarrollo psíquico y motor.
• La contaminación del aire perjudica la función pulmonar de los niños, incluso a niveles bajos de exposición.
• El 93% de los niños del mundo menores de 18 años —entre ellos, 630 millones de niños menores de 5 años y 1800 millones de niños menores de 15 años— están expuestos a niveles de partículas finas del entorno (PM2,5) superiores a los fijados en las directrices sobre la calidad del aire de la OMS.
• En los países de ingresos medianos y bajos de todo el mundo, el 98% de los niños menores de 5 años respiran aire con niveles de PM2,5 superiores a los establecidos en dichas directrices, mientras que ese porcentaje es del 52% en los países de altos ingresos.
• Más del 40% de la población mundial —lo cual incluye a 1000 millones de niños menores de 15 años— está expuesta a niveles elevados de contaminación del aire en su hogar debido, principalmente, al uso de tecnologías y combustibles contaminantes para cocinar.
• En 2016, alrededor de 600 000 niños menores de 15 años fallecieron por la suma de los efectos de la contaminación del aire ambiental y doméstico.
• En conjunto, la contaminación del aire de los hogares ocasionada por los combustibles usados para cocinar y la contaminación del aire del entorno exterior causan más del 50% de las infecciones agudas de las vías respiratorias bajas en los niños menores de 5 años que viven en países de ingresos medianos y bajos.
• La contaminación del aire es una de las principales amenazas para la salud infantil y causa casi 1 de cada 10 defunciones de niños menores de cinco años.
La primera Conferencia Mundial de la OMS sobre la Contaminación del Aire y Salud, que se inaugurará en Ginebra el martes 30 de octubre, brindará la oportunidad de comprometerse a actuar contra este problema a dirigentes mundiales; ministros de salud, energía y medio ambiente; alcaldes; directores de organizaciones intergubernamentales; científicos, y otros interesados. Las medidas que se pueden adoptar contra esta grave amenaza para la salud, que acorta la vida de unos 7 millones de personas cada año, son las siguientes:
• En el sector de la salud: informar y educar a los profesionales sanitarios, ofrecerles recursos y darles voz para formular políticas intersectoriales.
• Aplicar políticas para reducir la contaminación del aire: todos los países deben tratar de cumplir las directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire para proteger a los niños y mejorar su salud. Con ese fin, los gobiernos deben adoptar varias medidas, entre ellas reducir la excesiva dependencia del conjunto de fuentes energéticas en los combustibles fósiles, invertir en la mejora de la eficiencia energética y facilitar la adopción de fuentes de energía renovables. Además, se pueden eliminar mejor los desechos y reducir su quema en las comunidades para mejorar la salubridad del aire. El uso exclusivo de tecnologías y combustibles no contaminantes para la cocina, la calefacción y la iluminación domésticas puede mejorar drásticamente la calidad del aire dentro de los hogares y en el entorno circundante.
• A fin de reducir la exposición de los niños al aire contaminado, las escuelas y los patios de recreo se deben ubicar lejos de las principales fuentes de contaminación del aire, como las carreteras, las fábricas y las centrales eléctricas.
Campaña «Respira la vida» (BreatheLife) contra la contaminación del aire: el objetivo de esta campaña, una colaboración de la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los Contaminantes del Clima de Corta Vida, es concienciar a los gobiernos y las personas e incitarles a actuar contra la contaminación del aires.
La medicación oral para la diabetes metformina parece reducir la probabilidad de un aborto espontáneo tardío y un nacimiento prematuro entre las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP), pero no afecta su tasa de desarrollar diabetes gestacional, según halla un estudio multicéntrico, cuyos resultados se presentan este martes en ENDO 2018, la 100ª reunión anual de la Sociedad Endocrina de Estados Unidos, que se celebra en Chicago, Illinois, Estados Unidos.
Las mujeres con SOP tienen un mayor riesgo de infertilidad y, si quedan embarazadas, presentan mayores probabilidades de complicaciones durante el embarazo, incluidos abortos y nacimientos prematuros, y una forma de diabetes durante el embarazo llamada diabetes gestacional. El SOP es el trastorno hormonal más común entre las mujeres en edad fértil, que afecta hasta el 10 por ciento de estas mujeres, de acuerdo con la Red de Salud Hormonal.
Un total de 487 mujeres embarazadas con SOP participaron en el estudio en 14 centros de investigación en Noruega, Suecia e Islandia. Fueron asignadas aleatoriamente para recibir metformina diaria (2.000 miligramos) o un placebo inactivo desde el primer trimestre hasta el parto, pero no sabían qué medicamento estaban recibiendo.
La edad promedio de las participantes fue de 29 años. Después de excluir a las mujeres que abandonaron el estudio, los investigadores encontraron que una incidencia combinada de aborto tardío (pérdida de embarazo en el segundo trimestre) y prematuro (menos de 37 semanas de embarazo) se redujo casi a la mitad en las mujeres que recibieron metformina en comparación con placebo.
Solo 9 (5 por ciento) de las 211 mujeres que completaron el estudio en el grupo de metformina experimentaron un aborto espontáneo tardío o un parto prematuro, en comparación con 23 (10 por ciento) de las 223 mujeres que recibieron placebo, informan los investigadores.
“La metformina tuvo este efecto beneficioso si las mujeres se adhirieron al tratamiento”, subraya el investigador principal del estudio, Tone Loevvik, estudiante en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología en Trondheim, Noruega. “De las mujeres que se quedaron en el estudio, el 81 por ciento tomó más del 80 por ciento de sus medicamentos”, agrega.
MAYOR AUMENTO DE PESO EN LA GESTACIÓN
El estudio tuvo una tasa de abandono de alrededor del 10 por ciento, lo que Loevvik dijo que consideran “bastante bueno” para este tipo de estudio. Los científicos encontraron una frecuencia similar de diabetes gestacional en los dos grupos de estudio. Por lo tanto, Loevvik señala que la metformina no parece tener ningún efecto en la reducción del riesgo de este tipo de diabetes, que a su vez puede aumentar las probabilidades de complicaciones en el embarazo.
“Este hallazgo es decepcionante, pero no sorprendente –afirma Loevvik–. Está de acuerdo con los resultados de dos estudios previos de nuestro grupo de investigación”. El tratamiento con metformina, sin embargo, se vinculó con un menor aumento de peso durante el embarazo. Loevvik dice que este fue un hallazgo importante porque las participantes del estudio tenían un índice de masa corporal promedio o IMC de 29 kg/m2, que es sobrepeso, y los médicos recomiendan que las mujeres con sobrepeso u obesidad ganen menos peso durante el embarazo que las mujeres de peso saludable.
Con frecuencia, los médicos recetan metformina a las mujeres con SOP para prevenir la diabetes tipo 2. La metformina está aprobada para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en Estados Unidos y los países nórdicos y también para la diabetes gestacional en los países nórdicos.
Fuente: El Economista – España