Hoy en Revista Dosis

La Penn State College of Medicine (Estados Unidos) ha concluido en una investigación, publicada en ‘Parkinson’s Disease’, que una toxina que viaja del estómago al cerebro puede desencadenar parkisonismo, una afección cuyos síntomas, como los del Parkinson, pueden ser temblores y disminución de los movimientos corporales.

La toxina es resultado de la combinación de bajas dosis de paraquat, un herbicida tóxico, y lectinas, unas proteínas de unión al azúcar que se encuentra en la naturaleza. “El estudio proporciona evidencias sólidas de que las lectinas, con la presencia de ciertas toxinas, puede ser una causa potencial del parkisonismo”, ha indicado el coautor del estudio, el profesor Thyagarajan Subramanian.

Los investigadores han podido rastrear la formación y la propagación de una proteína mal plegada, llamada alfa-sinucleína, que investigaciones anteriores ya habían relacionado con el Parkinson. De forma paralela, el autor senior del estudio, el profesor R. Alberto Travagli, ha explicado que se sospechaba que toxinas como el paraquat contribuyen al Parkinson, pero la evidencia científica para esta circunstancia era pequeña.

“Queríamos ser capaces de demostrar que si te expones al paraquat de forma oral, aunque sea en niveles pequeños, y también consumes lectinas, quizá en vegetales, leche o huevos sin cocinar, se puede desarrollar la formación de la alfa-sinucleína en el estómago”, ha clarificado Subramanian. “Una vez que se forma, puede viajar a través del nervio vago hasta la parte del cerebro que desencadena la aparición de la enfermedad de Parkinson”, ha agregado.

 Además, las lectinas se usan en fármacos para ayudar a llevar sustancias al cerebro o al estómago, lo que se había asociado también a formas raras de parkisonismo. No obstante, los investigadores no estaban seguros de si las lectinas por sí mismas podían causar la afección, o si ayudaban a las diferentes sustancias presentes en el cuerpo a desencadenar los síntomas. “Experimentar con la toxina y las lectinas tiene sentido porque las lectinas se utilizan en farmacología para acompañar otras sustancias en el cuerpo”, ha indicado, por su parte, Travagli. “Y tiene sentido combinarlas y hacer la toxicidad más potente, aunque la cantidad de toxina era muy baja”, ha matizado.
La investigación se ha llevado a cabo en ratas, que ingirieron la mezcla, y desarrollaron parkisonismo. Los científicos las expusieron durante siete días a dosis pequeñas de paraquat y lectinas. Después de parar el tratamiento, esperaron dos semanas. Luego llevaron a cabo diversos test para medir problemas de función motora y otros síntomas típicos del parkisonismo.Observaron un decrecimiento en la función motora consistente con la enfermerdad. “Después de observar que estos animales mostraban síntomas de parkisonismo, queríamos una doble confirmación y estar seguros de que no estábamos buscando animales que tenían estos síntomas por otra razón”, ha apuntado Travagli.Futuro de la investigaciónDe forma posterior, los científicos administraron a las ratas levodopa, un fármaco común para el Parkinson. “Observamos un retorno hasta casi niveles normales en las respuestas motoras, lo que es una indicación clara de que estábamos buscando una suerte de parkisonismo”, ha especificado Travagli.

 

El estudio también ha hallado que si se desconecta el nervio vago del estómago de forma previa a la exposición al paraquat y las lectinas, los animales quedaban protegidos del parkisonismo, lo que confirma la ruta de la alfa-sinucleína del estómago al cerebro.

“Este modelo animal puede ser una herramienta en el futuro para continuar desarrollando nuevas medicaciones y tratamientos para la enfermedad de Parkinson”, ha revelado Subramanian.

Incluye el uso de una sustancia natural, escualamina, que ha demostrado eliminar la alfa-sinucleína del intestino. Actualmente, se encuentra en ensayos clínicos para detectar ciertos síntomas asociados al Parkinson.

Fuente: Europa Press / COFA

Científicos del CONICET diseñaron un nuevo prototipo de vacuna contra el parásito causante de la Enfermedad de Chagas que podría adaptarse en un futuro a otras patologías. Los resultados fueron publicados en la revista Frontiers in MIcrobiology.
Una investigación, muchas voces 

“Nuestro trabajo tiene un diseño original. El prototipo de vacuna sobre la que trabajamos es de tipo oral y utiliza una bacteria no patógena apta para el consumo humano, Lactococcus lactis, que se encuentra y se utiliza en la producción de quesos y otros derivados lácteos. Además, el prototipo de la vacuna es un modelo de estudio genético y biotecnológico que permite la producción de distintos biofármacos, como hormonas, interferón o antígenos. En este momento muchas vacunas de este estilo se encuentran en etapa de diseño y experimentación y se espera la aprobación de algunas de ellas para los próximos años”, señala Christian Magni, investigador principal del CONICET en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR).

El investigador explica que una vacuna a subunidades está compuesta por un antígeno, que es el responsable de despertar la respuesta inmune del organismo y un adyuvante, cuya función es optimizarla. El prototipo diseñado se basa en la expresión por la bacteria L. Lactis de un fragmento de una proteína antigénica de Trypanosoma cruzi.

“Uno de los adyuvantes más utilizados en la producción de vacunas es el aluminio, sin embargo, nosotros utilizamos uno específico de mucosas que se encuentra en fase de experimentación, denominado AMP-di-cíclico. Este compuesto actúa normalmente como un segundo mensajero en L. lactis, por lo que en nuestro prototipo se logró incrementar los niveles de este compuesto a partir de la sobreexpresión de la enzima responsable de su síntesis”, explica.

El prototipo fue inicialmente evaluado en un sistema desdoblado, utilizando dos cepas de L. lactis: una capaz de producir el antígeno y otra del adyuvante. Posteriormente se construyó un sistema que reúne ambos componentes en un solo microorganismo. De esta forma, la vacuna experimental consistió en una bacteria L. lactis que expresa el antígeno de Tripanosoma cruzi, complementada por la producción de un adyuvante, la cual mostró tener buena capacidad inmunizante.

“Desde el punto de vista inmunológico la originalidad de este trabajo consiste en que a través de un sistema de delivery se puede transportar el antígeno y el adyuvante, que es lo que optimiza la respuesta inmune, en una sola bacteria”, indica Ana Rosa Pérez, investigadora independiente del Consejo en el Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER, CONICET-UNR).

Para saber si la vacuna generaba inmunidad, los investigadores administraron por vía oral a animales de experimentación las bacterias L. lactis que expresaban el antígeno y producían el adyuvante, y posteriormente realizaron distintas pruebas para comprobar si se había producido memoria inmunológica contra el antígeno del parásito. Los resultados encontrados fueron muy alentadores, ya que la vacuna produjo una buena respuesta celular y de anticuerpos.

Vías de administración de la vacuna 

“Hoy se sabe que una respuesta inmune inducida a nivel de mucosas es también capaz de generar una respuesta sistémica. Este tipo de inmunizaciones tiene el potencial de controlar al patógeno independientemente de cuál sea su vía de entrada”, explica Pérez. Por otra parte, la administración de una vacuna por vía oral, evita la molestia y el dolor que suelen causar las inyecciones. Si bien, en particular, probamos este sistema de administración oral como una potencial vacuna contra T. cruzi, cambiando el antígeno podría utilizarse para cualquier patógeno contra el cual uno quisiera desarrollar una vacuna”, destaca la investigadora.

Avances 

En el año 2013 el grupo de investigadores recibió el premio Sanofi-CONICET “Incentivo a la Innovación en Enfermedades Huérfanas” que permitió que avancen con el diseño del prototipo de esta vacuna oral contra la Enfermedad de Chagas, que incluso, podría a futuro adaptarse al diseño de vacunas administradas a nivel de mucosas contra otros patógenos.

“La utilización de proteínas obtenidas por tecnología recombinante para el diseño de vacunas requiere de la presencia de un adyuvante que mejore su respuesta inmune. Este prototipo facilita la producción in vivo del sistema antígeno/adyuvante y no requiere de pasos de purificación, ya que es el microorganismo que realiza la síntesis y el transporte de la vacuna. El uso de un microorganismo seguro para el consumo como lo es L. lactis, del cual se conoce su fisiología y su genética, permite el avance de este tipo de diseño”, aclara Magni.

“Hace años que se trabaja en vacunas para Chagas y todos los modelos y prototipos que se han probado producen buenos niveles de protección en animales de experimentación, pero no generan inmunidad esterilizante, es decir, la eliminación total del parásito. Quizás no debamos aspirar a eso, ya que, por ejemplo, la vacunacontra la malaria que está próxima a ser aceptada no genera inmunidad esterilizante, pero disminuye la cantidad de enfermos”, reflexiona Pérez.

El grupo actualmente está trabajando en dos frentes que abren futuros saberes: seguir profundizando su investigación en torno a la respuesta inmune protectora que genera su vacuna experimental y, por otro lado, evaluar el sistema de delivery que combine antígeno/adyuvante contra otros patógenos.

Ciencia colaborativa 

“Es importante poder destacar y rescatar la forma colaborativa en la que se hizo este trabajo, en donde se logró la vinculación de la empresa Sanofi, la Universidad y CONICET”, asegura Magni. Esta forma de cooperación permite la resolución de un problema complejo, que requiere del tiempo, trabajo y esfuerzo de muchos investigadores, becarios y técnicos. En el 2013 nos preguntamos si podíamos diseñar nuevas vacunas a partir del conocimiento que teníamos. Transformamos esta idea en un diseño y obtuvimos resultados tendientes al desarrollo de conocimiento básico y aplicado. Estos proyectos deben ser continuados en el tiempo para lograr mejores resultados, y esto no siempre es fácil”, señala Magni.

Grupo de investigación:

Laboratorio de Fisiología y Genética de Bacterias Lácticas, Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET- UNR); y Laboratorio de Biotecnología e Inocuidad de los Alimentos. FBioyF UNR – Municipalidad de Granadero Baigorria, Rosario, Argentina.

Christian Magni, Ingrid Quintana, Martín Espariz, Víctor Blancato.

Laboratorio de estudios en Enfermedad de Chagas, Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER, CONICET-UNR); y Centro de Investigación y Producción de Reactivos Biológicos (CIPReB), Facultad de Ciencias Médicas, Rosario, Argentina.

Ana Rosa Pérez, Florencia B. González, Florencia Pacini, Silvina Villar, Gustavo Chapo.

Laboratorio de Tecnología Inmunológica, Facultad de Bioquímica y Cs Biológicas, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina y Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina.

Iván Marcipar, Gabriel Cabrera, Iván Bontempi, Stefanía Procheto.

Fuente: Conicet

Una nueva estrategia experimental desarrollada por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge (Estados Unidos), permite a un fármaco contra la artrosis acceder al interior del cartílago de las articulaciones y regenerarlo. El avance, ensayado en ratas, supone un paso adelante para lograr un tratamiento que frene la progresión de esta enfermedad, para la que a día de hoy no existe cura.

La artrosis consiste en una degeneración progresiva del cartílago de las articulaciones a causa del envejecimiento o de lesiones. Esta patología afecta a 300 millones de personas en todo el mundo y no tiene marcha atrás, ya que el cartílago es un tejido que no se puede regenerar. Si bien hay terapias que pueden paliar los síntomas de la artrosis, a día de hoy no existe ningún tratamiento que pueda frenar su progresión. Cuando el tratamiento farmacológico no es suficiente, los pacientes pueden optar a someterse a una operación para introducir una prótesis en la articulación afectada, un procedimiento no exento de riesgos ni definitivo.

La artrosis consiste en una degeneración progresiva del cartílago de las articulaciones a causa del envejecimiento o de lesiones

Uno de los principales obstáculos es que los fármacos lo tienen muy difícil para acceder al cartílago. La mayoría se eliminan de las articulaciones antes de que puedan tener efecto o bien no pueden penetrar en el interior del cartílago, donde se encuentran las células que lo producen –los condrocitos–, de forma que no pueden llevar a cabo su función.

Los investigadores liderados desde el MIT han buscado una estrategia para sortear este escollo. Han diseñado un nanotransportador: una molécula que actúa como un vehículo capaz de introducirse dentro del cartílago y llevar un fármaco hasta los condrocitos. La molécula consta de una parte esférica a la que se unen el fármaco, estructuras en forma de rama con carga eléctrica positiva y un compuesto llamada PEG.

Ya que el cartílago tiene carga negativa, las cargas positivas del nanotransportador hacen que se adhiera al tejido. El PEG, por otra parte, le permite abrirse paso a través del cartílago y llegar hasta los condrocitos.

Los investigadores han diseñado un nanotransportador: una molécula que actúa como un vehículo capaz de introducirse dentro del cartílago y llevar un fármaco hasta los condrocitos

Según publican hoy en la revista Science Translational Medicine , los científicos añadieron al nanotransportador un fármaco llamado IGF-1, que estimula la producción de cartílago y la supervivencia y el crecimiento de los condrocitos. Para poner a prueba la estrategia, inyectaron el nanotransportador con el fármaco en las articulaciones de las rodillas de ratas que tenían artrosis por una lesión. El tratamiento redujo la degeneración del cartílago, la inflamación y la aparición de alteraciones del hueso relacionadas con la artrosis. En comparación con la inyección de IGF-1 solo, la combinación con el nanotransportador multiplicó por diez la vida media del fármaco en las articulaciones. Además, este se mantuvo en concentraciones efectivas en el cartílago durante treinta días, por lo que, potencialmente, una inyección bisemanal o mensual sería suficiente.

Por otra parte, los investigadores han comprobado en cartílago de vaca que la estrategia permite al fármaco atravesar grosores de este tejido de hasta un milímetro, una escala similar a la de las articulaciones humanas.

El nanotransportador podría adaptarse para cargar con otros fármacos y para tratar la artrosis asociada al envejecimiento. Antes de que pueda empezar a ensayarse en personas, no obstante, los autores deberán probarlo en otros animales más grandes, con articulaciones más parecidas a las humanas.

“Es un estudio muy interesante”, valora Josep Vergés, médico y presidente de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI por sus siglas en inglés), que no ha participado en la investigación. Según Vergés, si llegase a aplicarse en personas y fuera igual de efectivo en ratas, la nueva estrategia podría mejorar la calidad de vida de los pacientes, ya que bastaría con una o dos inyecciones al mes. “Pero todavía hay que ver si se confirma en ensayos clínicos”, puntualiza Vergés, y añade que pueden pasar entre cuatro y ocho años antes de que la estrategia terapéutica esté disponible comercialmente.

Fuente: La Vanguardia – España / COFA

Ayer martes 27 de noviembre la Cámara de Diputados de San Juan aprobó por unanimidad un proyecto de ley en el cual se crea un marco regulatorio para la instalación racional de las farmacias en la provincia, para que los ciudadanos tengan mayor facilidad en el acceso al medicamento y por ende al consejo profesional, destacando el carácter de servicio público que presta la farmacia y tomando al medicamento como un bien social.

En la ley también se establecen pautas de control sobre las cadenas de farmacias que quieran instalarse en la provincia.

Fuente: Cofa

TheNew EnglandJournalof Medicine (NEJM) publicó los resultados del ensayo clínico con Alirocumab, titulado “ODYSSEY OUTCOMES”, realizado en18.924 pacientes. El estudio alcanzó su punto final primario, demostrando que Alirocumab reduce significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores en pacientes que sufrieron un síndrome coronario agudo,que incluyó infarto de miocardio o angina inestable. Asimismo, la muerte por causas fuemenos frecuente entre los pacientes tratados con Alirocumab: el fármaco se asoció con un riesgo menor del 15%[1] de muerte por “cualquiercausa”.

 

Alirocumabpertenece a una nueva clase de fármacos conocidos como “inhibidores de la PCSK9”, es decir que funciona como inhibidor de la proteína que controla los niveles circulantes del colesterol LDL en el organismo. El tratamiento está indicado como complementario a la dieta en pacientes adultos que no alcanzan disminuir su colesterol LDL  aún con la dosis máxima tolerada de estatinas y en aquellos pacientes con intolerancia a las estatinas (o en quienes se contraindique el uso de estas). Alirocumab consta de una inyección de 1 ml precargada en formato de lapicera que en la mayoría de los casos, el paciente se autoadministra en forma subcutánea con una frecuencia quincenal.

 

A pesar del uso de estatinas, muchos pacientes con enfermedad coronaria padecen eventos cardiovasculares recurrentes, lo que subraya la necesidad de opciones terapéuticas adicionales. Esta necesidad es particularmente urgente entre los pacientes con síndrome coronario agudo y entre quienes poseen altos niveles Colesterol LDL aún con la mejor aplicación posible de la terapia con estatinas", dijo el Dr. Gregory G. Schwartz, MD, Ph.D., de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado. Aurora, CO, y copresidente del estudio.

 

"Estos datos publicados en The New EnglandJournalof Medicine muestran que la adición de Alirocumab al tratamiento intensivo o máximo tolerado de estatinas redujo significativamente el riesgo de futuros eventos cardiovasculares. Este beneficio se incrementó entre los pacientes del estudio con niveles más altos de LDL al inicio del mismo” agregó Schwartz.

 

1Los análisis del punto final de muerte basados ​​en los niveles de referencia de LDL-C no se incluyeron en la jerarquía estadística; y de acuerdo con las políticas de la NEJM implementadas recientemente, se publicaron la relación de riesgo (HR) y su intervalo de confianza (IC), pero no se informaron valores de p.

El trabajo de científicos de la Universidad de Concepción fue publicado enla revista internacional Science Translational Medicine. Señala que los anticuerpos de los pacientes humanos que sobrevivieron a esta enfermedad, fueron capaces de proteger a los animales que fueron parte del estudio.

Se trata de una vacuna terapéutica basada en un anticuerpo monoclonal que se obtiene a partir de los anticuerpos de personas que se contagiaron pero lograron sobrevivir a la enfermedad. De las 27 muestras de sangre de estos pacientes, el equipo seleccionó dos moléculas MIB22 y JL16, las que fueron administradas a un grupo de roedores que antes habían sido infectados tres días antes con una dosis letal de virus hanta.

¿El resultado? No solo se consiguió prevenir la enfermedad en todos los animales sino que además, al analizarlos, éstos no tenían el virus en sus cuerpos. También se descubrió que ambas moléculas podrían ser utilizadas juntas. Los investigadores señalan que los anticuerpos son capaces de reconocer y neutralizar el virus

La buena noticia, además de los exitosos resultados, es que los anticuerpos utilizados, son anticuerpos humanos por lo que podrían rápidamente ser utilizados en un estudio en personas que es la etapa que sigue en esta investigación.

A la fecha, no existe un tratamiento efectivo para esta enfermedad.

Fuente: La Tercera – Chile / COFA

Se trata de 25 drogas oncológicas, cuya adquisición significa un ahorro de 768 millones de pesos, es decir, un 50 por ciento menos del presupuesto original, informó la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación.

El proceso se inició con la presentación de las ofertas de la licitación pública en la que participan la Secretaría de Gobierno de Salud, PAMI, la Agencia Nacional de Discapacidad, del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA)  y la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (OBSBA).

De la licitación pública, que se realizó en la sede de la Secretaría de Gobierno de Salud, participaron 17 oferentes entre laboratorios nacionales e internacionales por un volumen de compra inicial de 1.500 millones de pesos.

Con esta licitación se presentaron los primeros acuerdos de cooperación productiva establecidos en la Ley de Compre Nacional que rige para las ofertas de bienes importados que superen los 240 millones de pesos.

En un comunicado la secretaría de Salud informó que se procurará ampliar esta modalidad de compra a la adquisición de tratamientos para  pacientes con HIV, hepatitis C y otros medicamentos de alto costo.

 

Fuente: COFA

Un estudio de la Asociación Brasileña de Redes de Farmacias y droguerías (Abrafarma), en asociación con la Universidad Federal de Paraná, reveló que los farmacéuticos están cada vez más identificados con los servicios clínicos dentro de las farmacias y preparados para esa función.

El relevamiento fue realizado entre junio y agosto de este año con 4.897 profesionales actuantes en las 24 redes asociadas a la entidad. Los entrevistados respondieron 18 preguntas de opinión que evalúan la actitud, motivación e intención de comportamiento en relación a los servicios farmacéuticos. Las respuestas variaban de “totalmente en desacuerdo” a “de acuerdo totalmente”, pudiendo generar una puntuación máxima de 100 puntos. Cuanto más alta sea la puntuación en la prueba, mejor será el perfil del profesional para los servicios farmacéuticos.

El perfil comportamental de estos profesionales alcanzó un puntaje promedio de 71,9 puntos, levemente por encima de los 69,5 puntos observados en la última encuesta de 2013. “Pero el porcentaje con puntaje por encima de 75 puntos fue del 41,4%, bastante superior a los 29% registrados hace cinco años “, señala Cassyano Correr, que coordina el programa de asistencia farmacéutica avanzada de Abrafarma.

En el comparativo entre las regiones del país, profesionales del Norte y Nordeste presentaron los mejores perfiles para los servicios clínicos: promedio de 78 y 75,9 puntos, respectivamente. En esas regiones, el tiempo que cada farmacéutico gasta para esa atención gira en torno de ocho a nueve horas semanales. La región Sudeste totalizó 70 puntos, con un promedio de seis horas de dedicación.

Además, el 96% de los farmacéuticos consideran la práctica de la asistencia clínica un paso importante para el avance de la profesión. Más del 93% coinciden en que la práctica puede atraer más pacientes a la farmacia y el 89% entiende que puede aumentar la rentabilidad. Los servicios más comúnmente ofrecidos son la medición de la presión arterial (84,7% de los farmacéuticos) y la prueba de glucemia capilar (73,6%), las campañas de salud que involucran a la comunidad (62,9%), los programas de seguimiento de la hipertensión, la diabetes y el colesterol (60,5%, 59,5% y 47,9%, respectivamente), programas contra el tabaquismo (57,9%), gestión del peso (56,1%), revisión de la medicación (55,5% ) y aplicación de inyectables (52,8%).

Fuente: Panorama Farmacéutico – Brasil. Nota original: https://bit.ly/2TzOUTl

Según dos estudios distintos que se que se publican hoy en « The New England Journal of Medicine», realizados en la Universidad de Calgary (Canadá) y del Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago (EE.UU.) muestran que estas sustancias naturales no parecen tener efecto alguno sobre la una de las enfermedades para las que parecían ser efectivos: la gastroenteritis aguda infantil.

«Este estudio presenta la evidencia más sólida hasta la fecha de que el uso de probióticos no mejora los resultados de la gastroenteritis aguda en los niños, lo que pone en tela de juicio las recomendaciones actuales», señala la autora de uno de los trabajos, Elizabeth Powell. «Las recomendaciones para usar probióticos para estos pacientes se basaron en metanálisis previos que sugirieron que los probióticos podrían ser beneficiosos, pero los ensayos que se incluyeron tenían importantes limitaciones. El rigor de nuestra investigación y nuestros resultados justifican repensar estas recomendaciones».

La gastroenteritis aguda, que puede presentarse con diarrea, vómitos y dolor abdominal, es la segunda causa de muerte en todo el mundo en niños menores de 5 años.

 El estudio canadiense incluyó a 943 niños, de entre 3 meses a 4 años de edad. Dos semanas después de una visita servicio de urgencias por gastroenteritis aguda, los niños en el estudio que recibieron un ciclo de probióticos de cinco días (Lactobacillus rhamnosus) no obtuvieron mejores resultados que el grupo de placebo en términos de gravedad de la enfermedad, duración y frecuencia de diarrea o vómitos.
 «Estudiamos los efectos de administrar probióticos a cientos de niños cuyos padres acudieron a servicios de urgencias de todo el país porque los niños sufrían vómitos y diarrea», afirma Stephen Freedman, del Hospital Infantil de Alberta (Canadá). «No encontramos evidencia de que los probióticos tuvieran algún efecto en la reducción de los síntomas o en la recuperación de los niños».
 Freedman dirigió el estudio canadiense realizado en seis ciudades que incluyó a casi 900 niños, pero también es el co-investigador principal del estudio realizado en 10 centros hospitalarios en EE.UU., dirigido por el David Schnadower, en el que se analizaron a más de 1.000 niños. La conclusión de ambos estudios es similar: los probióticos, iguales que el placebo.
 

A gran escala

Schnadower reconoce que ha habido ensayos más pequeños que han mostrado resultados prometedores de los probióticos. «Queríamos replicar estos hallazgos a gran escala para ver si la edad del paciente, el tipo de infección y el uso de antibióticos o la duración del tiempo durante la que un niño tuvo la enfermedad afecta la respuesta a los probióticos», indica este experto de la Universidad de Washington- Saint Louis. «Los hallazgos en ambos estudios fueron sistemáticamente negativos, independientemente de cómo se analizaron los datos».

Los investigadores probaron dos marcas de probióticos disponibles en el mercado. La mitad de los niños recibió probióticos, mientras que la otra mitad recibió un placebo.

«Estos hallazgos, en conjunto, son muy potentes. Muestran que los niños tratados con probióticos tienen exactamente los mismos resultados en cuanto a una gran variedad de síntomas, como los que recibieron placebo; los probióticos no tuvieron efecto», asegura Freedman. «Los resultados nos dejan un claro mensaje: necesitamos cuestionar el papel y los beneficios de los probióticos en otras indicaciones de salud utilizando ensayos clínicos rigurosos, a gran escala y orientados al paciente».

Una de las ventajas de los probióticos es su seguridad. Al clasificarse como ingredientes alimentarios en algunos países, se pueden vender como productos naturales para la salud. Como tales, no requieren las mismas evidencias científicas rigurosas que requieren los medicamentos, como múltiples ensayos clínicos, para realizar afirmaciones beneficiosas. «Hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre los efectos de los probióticos han sido pequeños y financiados por la industria -sostiene Freedman-. Para servir mejor a las familias, necesitamos una investigación independiente para probar o refutar las afirmaciones que se están haciendo sobre productos para el cuidado de la salud».

Fuente: ABC – España / COFA

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) advierte que cuando se suspende el medicamento Gilenya (fingolimod) para la esclerosis múltiple (EM), la enfermedad puede exacerbarse más que antes de haber comenzado el tratamiento. Este empeoramiento de la esclerosis múltiple es raro pero puede resultar en una discapacidad permanente. Como resultado, se ha agregado una nueva advertencia sobre este riesgo a la información de prescripción de la etiqueta del medicamento Gilenya y la Guía de medicamentos para el paciente.

Gilenya es uno de varios medicamentos aprobados para tratar una forma de EM llamada EM recurrente, que son períodos de tiempo en que los síntomas de EM empeoran. El medicamento fue aprobado en los Estados Unidos en 2010.

La FDA pide a los profesionales de la salud que informen a los pacientes antes de comenzar el tratamiento sobre el posible riesgo de un aumento severo de la discapacidad después de dejar de tomar Gilenya. Cuando se detiene el tratamiento con Gilenya, se debe observar cuidadosamente a los pacientes en busca de evidencia de una exacerbación de su EM y tratarlos adecuadamente. Se debe recomendar a los pacientes que busquen atención médica inmediata si experimentan síntomas nuevos o empeorados de EM después de interrumpir el tratamiento con Gilenya.

La agencia solicita también a los pacientes que se comuniquen con su profesional de la salud inmediatamente si experimentan síntomas nuevos o empeorados de EM después de que se haya suspendido el tratamiento con Gilenya. Estos síntomas varían e incluyen debilidad nueva o empeorada, mayor dificultad para usar los brazos o las piernas o cambios en la vista o el equilibrio. Es posible que el tratamiento con Gilenya deba interrumpirse por motivos como reacciones adversas a los medicamentos, embarazos planificados o no planificados o porque el medicamento no funciona. Sin embargo, los pacientes no deben dejar de tomarlo sin consultar primero con sus prescriptores, ya que suspender el tratamiento puede empeorar los síntomas de la EM.

En los 8 años desde la aprobación de Gilenya en septiembre de 2010, se identificaron 35 casos de discapacidad gravemente aumentada acompañados por la presencia de múltiples lesiones nuevas en la resonancia magnética (RMN) que ocurrieron de 2 a 24 semanas después de la interrupción de Gilenya. La mayoría de los pacientes experimentaron este empeoramiento en las primeras 12 semanas después de dejar. Los análisis incluyen solo los informes presentados a la FDA y los que se encuentran en la literatura médica, por lo que puede haber casos adicionales de los que no las autoridades sanitarias no tienen conocimiento. El grave aumento de la discapacidad en estos pacientes fue más grave que las recaídas típicas de la EM, y en los casos en que se conocía la discapacidad inicial, no parecía estar relacionado con el estado de enfermedad anterior de los pacientes. Varios pacientes que podían caminar sin ayuda antes de suspender a Gilenya progresaban a necesitar sillas de ruedas o quedar totalmente en la cama. En los pacientes que experimentaron un empeoramiento de la discapacidad después de detener el tratamiento con Gilenya, la recuperación varió. Diecisiete pacientes tuvieron una recuperación parcial, 8 experimentaron una discapacidad permanente o ninguna recuperación, y 6 finalmente regresaron al nivel de discapacidad que tenían antes o durante el tratamiento con Gilenya.