Científicos en todo el mundo estudian desde hace un año y medio, desde el inicio de la pandemia por COVID-19, la mejor manera de prevenir el virus respiratorio SARS-CoV-2, causante de la enfermedad que ha provocado hasta ahora 183 millones de infecciones y casi 4 millones de muertos en el planeta.
En este tiempo se comprobó que la replicación del SARS-CoV-2 se dirige a las células ciliadas nasales en las primeras etapas de la infección por COVID-19. Los estudios epidemiológicos centrados en los mecanismos de infección viral pueden proporcionar información sobre el desarrollo de tratamientos preventivos eficaces. Así, el establecimiento de la inmunidad de la mucosa nasal contra el SARS-CoV-2 a través de una vacuna nasal podría ser la forma más eficaz de combatir la infección por COVID-19. Comprender cómo se produce la infección vírica puede proporcionar pistas importantes para que los investigadores desarrollen estrategias de prevención de la transmisión vírica y desarrollen agentes terapéuticos y vacunas eficaces.
El SARS-CoV-2, el agente causante de la COVID-19, entra en las células del huésped a través de la interacción entre la proteína de espiga del virus y el dominio de unión al receptor extracelular de la ACE2. La entrada del virus en las células se completa con varias proteasas, que permiten que las membranas viral y celular se fusionen. Aunque se sabe que el tracto respiratorio superior se ve comprometido en la fase inicial de la infección, aún no se han identificado los tipos exactos de células que el virus infecta en la fase más temprana.
Dirigidos por el director KOH Gou Young, los científicos del Centro de Investigación Vascular del Instituto de Ciencias Básicas de Corea del Sur han descubierto recientemente los procesos que intervienen en las fases más tempranas de la infección por Covid-19
El grupo lo ha conseguido combinando la tinción por inmunofluorescencia (IFS) y la secuenciación de ARN unicelular (scRNA-seq) de las moléculas que intervienen en el proceso de entrada del virus. De este modo, Koh y sus colegas identificaron la diana exacta del coronavirus a nivel celular comparando los resultados de los sujetos infectados con COVID-19 con los de los controles sanos.
Los investigadores buscaron primero la presencia de las moléculas predominantes relacionadas con la entrada del SARS-CoV-2, como lo son ACE2, TMPRSS2 y FURIN, en las superficies de varios tipos de células del epitelio nasal. Se descubrió que estas proteínas estaban presentes en grandes cantidades en las células ciliadas. Además, las caras apicales (superiores) de estas células mostraban niveles más altos de estas moléculas en comparación con la cara basal (inferior). A continuación, los investigadores estudiaron más a fondo estas células epiteliales nasales utilizando scRNA-seq y visualizaron las células en diferentes grupos utilizando UMAP. Se recogieron muestras de 4 pacientes el primer día de su diagnóstico de COVID-19, que se compararon con 2 muestras de donantes sanos. Se descubrió que la fracción de células multiciliares estaba muy reducida en las muestras de los pacientes infectados, mientras que había un aumento de las células secretoras y de las células diferenciadoras. Esto indicaba que las células multiciliares eran las primeras en ser atacadas y eliminadas por el virus, que luego son sustituidas por los últimos tipos de células.
El estudio también midió el nivel de transcripciones de ARNm del SARS-CoV-2 dentro de los distintos tipos de células. Entre todas las células epiteliales de los pacientes infectados por COVID-19, el 38% de las células fueron etiquetadas como células SARS-CoV-2hi. Hasta el 75% de los genes detectados en estas células eran de origen viral, en comparación con menos del 1% para otros grupos de células. Esto significa que estas células sirven como fábricas principales para la producción masiva de virus SARS-CoV-2. Aunque no fue posible identificar directamente estas células mediante RNA seq debido a que producen principalmente ARNm viral, los investigadores emplearon un análisis de pseudo trayectoria temporal para predecir sus trayectorias de diferenciación.
La trayectoria de diferenciación mostró que las células del SARS-CoV-2hi probablemente se originaron a partir de células ciliadas. Otros análisis de IFS en las muestras de los pacientes infectados determinaron de forma concluyente que hasta el 85% de las fábricas de SARS-CoV-2 eran en realidad células multiciliadas. Este estudio pudo determinar que las células multiciliadas del epitelio nasal son las primeras células a las que se dirige la infección temprana por Covid-19. Esto implica que dirigirse a estas células mediante tratamientos específicos, como por ejemplo a través de sprays nasales, puede ser una estrategia ideal para frenar la infección por COVID-19 en las primeras fases.
Estudio argentino de vacuna nasal
En marzo, científicos argentinos presentaron un nuevo proyecto de vacuna contra el SARS-CoV-2 a base de proteínas (RBD), que es una porción de la proteína S del virus y nanopartículas, que genera anticuerpos.
Gracias al notable y destacado trabajo que vienen llevando adelante hace tres años dos equipos de investigación del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP) y el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), nació ARGENVAC 221, el potencial y posible nombre con el que se bautizaría al inoculante pensado y desarrollado por la ciencia local, particularmente por un grupo de científicos multidisciplinario de La Plata, integrado por químicos, bioquímicos e inmunólogos entre otros.
El desarrollo, que se encuentra en Fase Preclínica para todo 2021, es llevado adelante por los equipos encabezados por los investigadores del CONICET Guillermo Docena y Omar Azzaroni, del IIFP y el INIFTA respectivamente, y se basa en el uso de fragmentos de la proteína S, que se encuentra en la cubierta del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y es el arma que este utiliza para invadir e infectar las células blanco, que son las del epitelio nasal y, principalmente, pulmonar, donde en contacto con distintos tipos de receptores se divide y multiplica para invadir otras células.
Lo que el equipo busca es encapsular esas fracciones de la proteína en nanopartículas e inocularlas para generar los anticuerpos necesarios que permitan bloquear la entrada del virus, y provoquen la respuesta de memoria que garantice inmunidad protectora en el tiempo. “En principio, la idea es emplear este método para el desarrollo de una vacuna de tipo sistémica, que podría aplicarse por ejemplo de manera intramuscular como es el caso de las que se han obtenido para COVID-19, pero evaluamos también la posibilidad de hacerlo en una vacuna mucosal, es decir, las que se aplican en mucosas ya sea de manera intranasal o vía oral”, comenta Docena.
Si bien los equipos aunaron esfuerzos para contribuir en la lucha contra el COVID-19, los antecedentes de colaboración entre ambos datan de 2018. Para el caso del coronavirus, sumaron capacidades referidas al desarrollo y optimización de inmunoterapias para enfermedades inflamatorias e infecciosas; sistemas biológicos, patologías y métodos para evaluar la inmunidad generada por las vacunas; y sistemas basados en tecnología de nanopartículas. “Lo que proponemos es encapsular las proteínas virales en nanopartículas construidas mediante ensamblado molecular. Lo que hacemos es diseñar bloques de construcción de manera tal que al ponerlos en una solución se ensamblan espontáneamente formando una nanopartícula”, cuenta Azzaroni, y continúa: “Las características de este tipo de ensamblados hacen que sea posible encapsular diferentes elementos biológicos de manera relativamente controlable, lo que tiene potencial interés en el desarrollo de vacunas”.
En el camino por desarrollar la vacuna, se encuentran estudiando distintos protocolos de administración para implementar durante la etapa de experimentación en animales, y estudiando las respuestas inmunes inducidas.
En medio de la nueva crisis pandémica que está atravesando el mundo debido a las nuevas variante del coronavirus que generan más contagiosidad y muertes, especialmente la variante Delta, el laboratorio estadounidense Moderna anunció hoy que su vacuna contra COVID-19 “parecía prometedora” contra las variantes del coronavirus.
Según resultados en laboratorio la vacuna con tecnología de ARNm de dos dosis produjo anticuerpos neutralizantes contra delta surgida en la India, así como beta y eta, variantes que se encontraron por primera vez en Sudáfrica y Nigeria, respectivamente, según Moderna. La compañía precisó que los resultados se basaron en el suero sanguíneo de ocho participantes una semana después de que recibieron la segunda dosis de la vacuna. Los datos aún no han sido revisados por pares. Los resultados, aunque prometedores, pueden no reflejar cómo funcionan realmente las vacunas en escenarios del mundo real contra las variantes.
“Seguimos comprometidos con el estudio de variantes emergentes, la generación de datos y compartirlos a medida que estén disponibles. Estos nuevos datos son alentadores y refuerzan nuestra creencia de que la vacuna Moderna COVID-19 debe seguir protegiendo contra las variantes recién detectadas”, dijo el director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, en un comunicado de prensa, mientras las acciones de Moderna subían más de un 4% en las operaciones de hoy después de anunciar los resultados del laboratorio.
La actualización de Moderna se produce días después de que los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud instaran a las personas completamente vacunadas a continuar usando máscaras, distancia social y practicando otras medidas de seguridad pandémicas a medida que el delta se propaga rápidamente por todo el mundo. Se espera que Delta, ahora en al menos 92 países, incluido Estados Unidos, se convierta en la variante dominante de la enfermedad en todo el mundo. En los EEUU, la prevalencia de la variante se duplica aproximadamente cada dos semanas.
Los funcionarios de la OMS están pidiendo a las personas completamente vacunadas que continúen “jugando a lo seguro” porque una gran parte del mundo sigue sin vacunarse y las variantes altamente contagiosas, como la delta, se están propagando en muchos países, lo que provoca brotes. Los comentarios fueron contra lo establecido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que han dicho que los estadounidenses completamente vacunados pueden ir sin máscara en la mayoría de los entornos. “Las personas no pueden sentirse seguras solo porque recibieron las dos dosis. Todavía necesitan protegerse”, explicó la doctora Mariangela Simao, subdirectora general de la OMS para el acceso a medicamentos y productos de salud, durante una conferencia de prensa.
Las vacunas autorizadas de Moderna, Pfizer - BioNTech y Johnson & Johnson han demostrado ser muy eficaces en la prevención de Covid, especialmente contra enfermedades graves y la muerte. Algunas variantes, incluida la delta, han demostrado que las vacunas son un poco menos efectivas y los funcionarios de la OMS dijeron que les preocupa que las personas vacunadas puedan convertirse en parte de las cadenas de transmisión.
El Wall Street Journal informó el viernes que aproximadamente la mitad de los adultos infectados en un brote de la variante delta en Israel estaban completamente vacunados con la vacuna Pfizer, lo que llevó al gobierno a imponer un requisito de mascarilla para interiores y otras medidas.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden advirtió que las personas no vacunadas corren un riesgo especial de infectarse con delta. Dijo que las muertes por Covid en todo el país seguirán aumentando debido a la propagación de la variante “peligrosa”, calificándola de “grave preocupación”. “Más de seiscientos mil estadounidenses han muerto, y con esta variante delta sabes que también habrá otros. Sabes que va a suceder. Tenemos que vacunar a los jóvenes”, indicó Biden el jueves en un centro comunitario en Raleigh, Carolina del Norte.
En otro estudio científico dado a conocer ayer, reportó que las vacunas de Pfizer y Moderna desencadenan una reacción inmunológica que puede proteger durante años contra el COVID-19, lo que postergaría la necesidad de recibir dosis de refuerzo. “Es una buena señal de lo duradera que es la inmunidad de esta vacuna”, dijo Ali Ellebedy, inmunólogo de la Universidad de Washington en San Luis que dirigió el estudio, publicado en la revista Nature. En declaraciones a The New York Times, el científico indicó que la investigación solo analizó fórmulas que usan la tecnología de ARN mensajero, pero añadió que espera que la respuesta inmunitaria de estas vacunas sea mayor.
Los investigadores reclutaron a 41 personas (ocho de ellas con antecedentes de COVID) que habían recibido las dos dosis de Pfizer y extrajo a 14 de ellas muestras de los ganglios linfáticos varias veces: a las tres, cuatro, cinco, siete y 15 semanas después de la primera dosis, para analizar la evolución de la respuesta inmunológico y las llamadas “celular de memoria”, que se entrenan para reconocer y combatir el virus.
El equipo descubrió que 15 semanas después de la primera dosis de la vacuna, el centro germinal seguía siendo muy activo en los 14 participantes, y que el número de células de memoria que reconocían el coronavirus no había disminuido. “El hecho de que las reacciones continuaran durante casi cuatro meses después de la vacunación es una señal muy, muy buena”, dijo Ellebedy, teniendo en cuenta que los centros germinales suelen alcanzar su punto máximo una o dos semanas después de la inmunización, y luego disminuyen.
“Por lo general, a las cuatro o seis semanas ya no queda mucho”, comentó al New York Times Deepta Bhattacharya, inmunólogo de la Universidad de Arizona. Pero los centros germinales estimulados por las vacunas de ARNm “siguen funcionando, meses después, y no hay mucha disminución en la mayoría de la gente”.
De esta forma, el estudio sugiere que la gran mayoría de las personas vacunadas con la tecnología ARNm estarán protegidas a largo plazo, al menos contra las variantes existentes del coronavirus, aunque los adultos mayores, las personas con sistemas inmunitarios débiles y las que toman fármacos que suprimen la inmunidad pueden necesitar refuerzos.
¿Suplementar con zinc reduce la mortalidad en el paciente COVID-19? Esta fue la premisa con la que un equipo de trabajo integrado por profesionales del Hospital del Mar de Barcelona y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) intentó responder en un encuentro virtual organizado entre esa entidad académica y la Universitat Politécnica de Valencia (UPV).
El estudio científico presentado, aún sin revisión de pares, concluye que existe una relación entre la carencia de zinc y la severidad de la COVID-19, dado que en el laboratorio se infectaron células con este virus y cuando menos zinc tenían, más se replicaban. Esto supone que “el virus se encuentra mucho más cómodo cuando hay deficiencia de zinc”, explica el doctor Robert Güerri, coordinador de hospitalización de COVID-19 del Hospital del Mar de Barcelona y director del proyecto junto al investigador Rubén Vicente, del grupo de Biofísica del Sistema Inmunológico de la Pompeu Fabra (UPF).
Estos nuevos resultados corregirían una visión pasada que quedó reflejada en un estudio publicado en la revista especializada Journal of the American Medical Association en febrero pasado realizado por un grupo de trabajo de el Instituto Vascular y del Corazón de Cleveland Clinic, Ohio. En él, a pesar de reconocerla reputación de aumentar los poderes de su sistema inmunológico, se informó que los suplementos de vitamina C y zinc no ayudan a los pacientes con Covid-19 a recuperarse de su enfermedad.
“Dar uno u otro, o una combinación de ambos, a los pacientes no redujo significativamente la gravedad o la duración de sus síntomas de Covid-19. El zinc es importante para la función inmunológica y la vitamina C es un antioxidante que se ha demostrado que estimula el sistema inmunológico”, indicaron los especialistas en el documento del pasado febrero. Las diferencias entre este material y el informe que acaba de presentarse, además de las aprobaciones y revisiones posteriores que requiere el propuesto en Barcelona, distan en metodología, debido a que el realizado por el equipo científico de Ohio se basó en una cohorte de pacientes, en tanto el realizado por los profesionales médicos de Barcelona se redujo a pruebas de laboratorio. En este camino, entonces, estos primeros resultados preliminares de la investigación de laboratorio indicaría lo contrario a lo publicado de la cohorte de Ohio.
El zinc se obtiene a través de alimentos -explica Güerri- como las ostras, la carne roja, la de ave, las legumbres, los huevos, los frutos secos, las frutas y hortalizas y los lácteos. Una correcta ingesta diaria sería de 11 miligramos para los hombres y ocho para las mujeres”.
Se calcula que entre un 10 y un 30% de la población mundial tiene deficiencia en zinc. Esto es debido a una dieta pobre, poco variada y basada en cereales. Son datos preocupantes si se tiene en cuenta que entre un 4 y 5% de la mortalidad infantil se asocia a deficiencia en zinc, ocasionando principalmente enfermedades respiratorias y gastrointestinales.
En cuanto a su papel antiviral, el zinc modula la respuesta del sistema inmunitario y regula el fenómeno de activación de los linfocitos T y B, que destruyen las células infectadas que generan anticuerpos. ”Una deficiencia en zinc produce una respuesta exagerada del sistema inmune que aumenta la liberación de citoquinas y la inflamación. Y la inflamación reduce los niveles circulantes de zinc, con lo que se inicia un bucle que puede acabar dañando al individuo”, explica el investigador de la UPF.
Paralelamente, la entrada de zinc en las células se postula como un agente antiviral porque puede parar la multiplicación de los virus. Ya hay literatura científica que demuestra que una entrada de zinc masiva es capaz de parar o inhibir el fenómeno de replicación de determinados virus, junto a pruebas en laboratorio que demuestran este hecho en infecciones de coronavirus, rinovirus, herpes y hepatitis.
Tal como sucedió en 2020, que se registró una aumento de la mortalidad intrahospitalaria histórica esperable, documentado fehacientemente por los registros de la iniciativa ‘Stent-Save a Life’ , un relevamiento mundial del que participa la Argentina, los especialistas vaticinan para 2021 un nuevo incremento, motivado por las demoras en buscar atención médica de la gente a causa de la pandemia.
En efecto, por temor al contagio con el coronavirus SARS-CoV-2, la gente espera a que los síntomas de la enfermedad cardiovascular haya avanzado demasiado antes de acudir a la guardia médica. Esta conducta se ha visto desde el inicio de la pandemia, aunque con un pequeño impasse hacia fines de 2020, período en el que poco a poco se fue ganando confianza y se estaban retomando los valores históricos de consultas y de cantidad de pacientes atendidos.
Sin embargo, la llegada de la segunda ola reinstaló el miedo al contagio y esto hace que en enfermedades como las cardiovasculares las personas lleguen a la atención con cuadros muy avanzados y con difícil pronóstico.
Estamos viendo infartos que hace tiempo que no veíamos. Corresponden a casos en los que la gente claramente convivió con los síntomas muchas horas antes de solicitar asistencia; incluso vemos más casos avanzados de trombosis venosas y trombosis pulmonares. Estas situaciones se veían hace 30 años o más, cuando la conciencia y el conocimiento sobre los signos que preanunciaban un episodio coronario o cardiovascular todavía eran muy poco conocidos por la población general, afirmó José A. Álvarez, médico especialista en cardioangiología intervencionista y miembro del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas(CACI).
En 2020, desde el inicio de la cuarentena -decretada el 20 de marzo- y hasta el 31 de julio de ese año, tomando los registros de los 30 centros que realizan angioplastias coronarias las 24 horas los 7 días de la semana que participan del relevamiento ‘Stent-Save a Life’, ya se había observado un aumento de la mortalidad hospitalaria del 65 por ciento respecto del mismo período de 2019, pasando del 6,4% histórico a un 10,6% pandémico.
Otro trabajo de investigadores argentinos, publicado en la revista Medicina , afirmaba que -de mantenerse entre abril y octubre de 2020 el inferior control de los factores de riesgo cardiovascular propiciados por la cuarentena- podrían producirse hasta 10.500 nuevos casos prevenibles de enfermedad cardiovascular y entre 6 mil y 9 mil muertes evitables.
Los especialistas coincidieron en que, si bien la situación actual no es exactamente igual a la del año pasado, los pacientes siguen llegando tarde a las consultas y el abordaje de cuadros coronarios avanzados y desatendidos atenta contra el éxito de los tratamientos.
Es notoria la merma de pacientes incluso en los consultorios, donde se observa una franca disminución: las restricciones impuestas a la circulación en transporte público, el miedo al contagio, la falsa creencia de que los centros médicos atienden solo urgencias, hacen que mucha gente siga postergando los controles y la realización de estudios preventivos. Todo ello contribuye a demorar los diagnósticos o, directamente, enfrentarnos con el problema ante la ocurrencia de un episodio cardiovascular, afirmó Martín Cisneros, cardioangiólogo intervencionista, Vicepresidente del CACI.
El último informe de Estadísticas Vitales (DEVIS) del Ministerio de Salud de la Nación, correspondiente al año 2018 le asigna a las enfermedades cardiovasculares un total de más de 95.000 decesos anuales (95.826), los que corresponden a fiebre reumática aguda y enfermedades cardíacas reumáticas crónicas (130), enfermedades hipertensivas (7.293), infarto agudo de miocardio (17.755), otras enfermedades isquémicas del corazón (4.315), enfermedad cardiopulmonar y de la circulación pulmonar (1.584), insuficiencia cardíaca (22.973), otras formas de enfermedades del corazón (17.841), enfermedades cerebrovasculares (19.210), enfermedades de las arterias, arteriolas y vasos capilares (2.381), flebitis, embolias y trombosis venosas (298) y resto de enfermedades del sistema circulatorio (2.046) .
Si se toma el total de muertes anuales con causa bien definida de dicho registro (314.952) 3, se observa que el 30,4% corresponde a patologías cardiovasculares, lo que equivale a casi 1 fallecimiento de cada 3.
Estas cifras nos dan una verdadera dimensión de lo que representan las enfermedades cardiovasculares en la salud de la población. No significa que estemos en contra de las medidas de prevención para evitar el contagio por COVID-19, pero grafica el nivel de gravedad de desatender o minimizar este conjunto de afecciones y la importancia de evitar la mortalidad y también las secuelas, porque muchas veces los pacientes no fallecen, pero quedan con discapacidades que afectarán su calidad de vida para siempre, como por ejemplo insuficiencia cardíaca o arritmias, aportó por su parte Diego Grinfeld, Presidente del CACI.
Según estadísticas surgidas de un análisis comparativo de las investigaciones clínicas REGIBAR Y PRISMA, 9 de cada 10 fallecimientos por infarto se dan en personas que no recibieron atención hospitalaria , lo que muestra que el infarto no siempre es una condición irreversible e intratable; al contrario, atendido en tiempo y forma, con la realización temprana de procedimientos de desobstrucción coronaria, como la angioplastia, en un alto porcentaje de casos se logra una recuperación exitosa y el paciente puede retomar sus actividades y llevar una vida prácticamente normal. Eso sí, deberá modificar algunos hábitos por otros más saludables y adherir a los tratamientos que su médico le indique, concluyó el Cisneros.
El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) es la única sociedad argentina en esta especialidad. Fue creado en 1985 con la finalidad de nuclear a todos los especialistas en diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares por cateterismo. Hoy cuenta con más de 600 miembros asociados. CACI desarrolla una amplia actividad científica en el país. Desde el año 1990 realiza un congreso anual de Cardioangiología Intervencionista en distintas ciudades del interior, con una importancia cada vez mayor y una creciente concurrencia.
Participa, anualmente y en forma permanente, de los congresos internacionales más importantes de la especialidad en América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia. Coordina el Programa Educativo Integral (P.E.I.), junto con los consejos de hemodinamia y cardiología intervencionista de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
CACI cuenta con la primera y más antigua carrera de Especialista en Cardioangiología Intervencionista del mundo, de tres años de duración, llevada a cabo conjuntamente con la Universidad de Buenos Aires. Ya ha formado a más de 500 cardioangiólogos intervencionistas de Argentina y del mundo.
CACI participa, junto a distintas organizaciones de Salud, en el desarrollo de nuevas regulaciones y guías de trabajos, así como en la aceptación de la tecnología de reciente lanzamiento; y es el encargado de supervisar a los médicos y a los centros asistenciales que practican la especialidad en la Argentina.
Diabetes. Escuchar esta palabra muchas veces genera confusión, dudas, miedos e incluso, se nos vienen a la cabeza posibles mitos sobre esta condición crónica endocrinológica, que pueden ser no certeros. Esto sucede frecuentemente cuando no se tiene información al alcance de la mano.
Hoy en día, 1 de cada 11 personas en el mundo tiene diabetes, una cifra que se prevé que se eleve a 1 de cada 9 para 2045 si no se toman medidas. Particularmente en Argentina, la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) alertó del incremento de esta condición que alcanza a más de 4 millones de personas en el país. Enfocándonos en las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia, la diabetes es una de ellas, ya que se calcula que 1 de cada 5000 niños tiene diabetes, pero esta cifra varía de un país a otro.
Existen distintos tipos de diabetes, como también, tratamientos para mejorar la calidad de vida de los niños. Sin embargo, la más común en los niños y adolescentes es la diabetes tipo 1. Esta afección, que requiere un control constante, se da cuando el páncreas no fabrica suficiente cantidad de insulina ya que el sistema inmunitario produce una destrucción de las células beta del páncreas, lo que origina una deficiencia total de insulina.
Los síntomas que pueden manifestar los niños con diabetes no siempre se presentan juntos y por ello no son bien reconocidos cuando aparecen. Algunos de ellos pueden ser:
Para tratar la diabetes tipo 1, existen tratamientos con insulina, la cual ayuda a mover la glucosa incorporada a través de los alimentos hacia las células del cuerpo, donde se puede utilizar como energía. La insulina es una hormona que producen las células beta del páncreas. El cuerpo necesita la insulina para que la glucosa (un azúcar) del torrente circulatorio sea convertida en combustible para los tejidos que lo necesitan, como los músculos y el cerebro. Sin insulina, el cuerpo no puede utilizar la glucosa y esta permanece en el torrente sanguíneo. Un tratamiento adecuado con insulina permite que los niños puedan vivir una vida plena.
Hábitos saludables, mejores pronósticos
Se aconseja la planificación semanal del menú de las comidas, tanto en casa, como en la escuela. La alimentación tiene que ser balanceada, variada y acompañada de actividad física. Además, incentivar a los niños a hacer deportes y jugar al aire libre, con el objetivo de evitar el sedentarismo, es una meta que debemos mantener siempre presente. Asimismo, el rol de los adultos en las familias en promover hábitos saludables es fundamental. La diabetes, afecta la vida diaria de quienes la transitan y la de sus familias.
De esta manera, una vez que la enfermedad es diagnosticada, el entorno familiar debe estar acompañado por profesionales que ayuden a transitar el camino, como también, por entidades como asociaciones que educan sobre la diabetes, informan sobre cómo prevenir complicaciones agudas y crónicas; y optimizan el tratamiento y la protección jurídica. El niño poco a poco irá tomando las responsabilidades y hábitos para llevar una vida como la de cualquier otro chico, por lo que no se aconseja una sobreprotección sino educación diabetóloga. Sin dudas, la ayuda en el control adecuado de la glucemia por parte de la familia es siempre necesaria en la prevención de complicaciones.
Remontándonos en el tiempo, en 1921 se descubría la insulina, la cual logró un cambio radical en el tratamiento de la diabetes tipo 1, que hasta ese entonces significaba el peor escenario para los niños. A 100 años de su descubrimiento deseamos que el futuro de los niños con diabetes sea como el de cualquier otro. Para lograrlo, el objetivo primordial es enfocarnos en tratamientos innovadores y dispositivos médicos que mejoren sus vidas.
El compromiso y el ser parte de la solución, es el camino por donde tenemos que continuar. Buscar a través de la innovación, acelerar la prevención para disminuir la curva y centrar el foco en el objetivo final de encontrar la cura para la diabetes, es primordial. Mientras tanto, la innovación en los tratamientos es la mejor respuesta para mejorar las vidas. La clave está en que científicos e ingenieros, continúen trabajando para impulsar las fronteras de descubrimiento y, sin dudas, la cadena de valor farmacéutica juega un rol fundamental para que las personas que lo necesitan puedan acceder a los mejores tratamientos y dispositivos.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó a fines de abril la comercialización del primer lote del medicamento antiviral Remdesivir para enfrentar al COVID-19, que actúa para detener la replicación del virus que causa la enfermedad. Debe administrarse de forma intravenosa únicamente en un entorno hospitalario.
La aprobación otorgada se basa en la evidencia aportada sobre tres ensayos controlados aleatorizados, incluido el ensayo de Fase 3 ACTT-1, estudio doble ciego y controlado con placebo realizado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) cuyos resultados finales fueron publicados recientemente. Los datos de los estudios clínicos demuestran que el Remdesivir puede reducir en cinco días el tiempo de recuperación de los pacientes hospitalizados en comparación con el placebo, liberando potencialmente tiempo y recursos hospitalarios tan necesarios durante la actual pandemia. También demostraron que el antiviral tiene un mayor beneficio cuando es utilizado en pacientes moderadamente enfermos en etapas tempranas de la progresión de la enfermedad, antes de la necesidad de la ventilación mecánica.
Teniendo en cuenta que el mecanismo de acción de Remdesivir no se ha visto afectado por las mutaciones que ha sufrido el virus y, basado en los análisis iniciales y en la información disponible hasta el momento, el antiviral mencionado mantendría su seguridad y eficacia frente a las nuevas variantes del SARS-COVID 2.
Con el medicamento antiviral ya disponible en el país, la intención es trabajar para facilitar el acceso y proporcionar la información adecuada y actualizada, que las autoridades sanitarias nacionales, provinciales, locales e instituciones públicas y privadas consideren necesarias, para de esa manera ayudar a aliviar la situación sanitaria que se está viviendo en el país. En este sentido, la provincia de Córdoba fue la primera en realizar exitosamente un proceso de compra para su territorio, seguido luego por otras provincias que también adquirieron el antiviral, mientras a su vez hay negociaciones vigentes con otros distritos. Mientras tanto, durante mayo se realizó una distribución a distintas instituciones de 10 provincias del país.
La exposición al rinovirus, la causa más frecuente del resfriado común, puede proteger contra la infección por el virus que causa COVID-19, advierte un estudio. Investigadores de la Universidad de Yale encontraron que el virus respiratorio común inicia la actividad de genes estimulados por interferón, moléculas de respuesta temprana en el sistema inmunológico que pueden detener la replicación del virus SARS-CoV-2 dentro de los tejidos de las vías respiratorias infectados con el resfriado.
Los resultados del nuevo estudio, publicado el martes en la revista Journal of Experimental Medicine, mostraron que los virus del resfriado pueden ser un punto de partida para posibles tratamientos contra el COVID-19 y ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo interactúan los virus. Sin embargo, el timing es clave: tal tratamiento debería usarse inmediatamente después de que un paciente se infecta, advierten los autores.
“Activar estas defensas temprano en el curso de la infección por COVID-19 es prometedor para prevenir o tratar la infección”, dijo Ellen Foxman, profesora asistente de medicina de laboratorio e inmunobiología en la Facultad de Medicina de Yale y autora principal del estudio. Una forma de hacerlo es tratando a los pacientes con interferones, una proteína del sistema inmunológico que también está disponible como fármaco.
Los síntomas del resfriado común incluyen dolor de garganta, estornudos, tos y dolores de cabeza. A menudo son leves y no existen muchos tratamientos para este virus, lo que significa que las personas dependen de su sistema inmunológico para combatir los resfriados. Esa respuesta del sistema inmunológico involucra genes estimulados por interferón, moléculas del sistema inmunológico que se involucran temprano en la respuesta a una enfermedad para evitar que un virus se replique.
Dado que estudios anteriores del laboratorio de Foxman demostraron que los virus del resfriado común pueden proteger contra la influenza, decidieron estudiar si los rinovirus tendrían el mismo impacto beneficioso contra el virus COVID-19. Para eso, el equipo utilizó tejido de las vías respiratorias humanas cultivado en un laboratorio. Infectaron este tejido artificial con el rinovirus (virus del resfriado), luego con el coronavirus. Después de la exposición al rinovirus, el tejido de las vías respiratorias activó las células del sistema inmunológico y detuvo por completo la propagación del coronavirus.
Esta respuesta del sistema inmunológico puede adaptarse para tratamientos contra el COVID-19. Pero es importante acertar en el momento oportuno. Los investigadores también estudiaron cómo se comporta el coronavirus al principio de una infección, y descubrieron que se puede propagar rápidamente antes de que el sistema inmunológico se dé cuenta. “Parece haber un punto óptimo viral al comienzo de COVID-19, durante el cual el virus se replica exponencialmente antes de desencadenar una fuerte respuesta de defensa”, aseveró la experta.
La respuesta inmune al virus del resfriado es, por tanto, más eficaz en ese punto de infección temprana. Cualquier tratamiento basado en esta respuesta debería administrarse a un paciente inmediatamente después de que se infecta. Esto podría ser complicado porque es difícil identificar a los pacientes con COVID-19 desde el principio; los pacientes generalmente no comienzan a mostrar síntomas hasta unos días después de que se enferman.
Si dicho tratamiento se usa demasiado tarde, podría ser peligroso. En las etapas posteriores al COVID-19, los niveles altos de esos interferones, moléculas que se supone que desempeñan un papel en la respuesta temprana del sistema inmunológico, pueden sobreestimular el sistema inmunológico y provocar una enfermedad más grave. “Todo depende del momento”, subrayó Foxman.
Estos hallazgos pueden ayudar a explicar por qué en las épocas del año en que los resfriados son comunes, las tasas de infecciones con otros virus como la influenza tienden a ser más bajas. Incluso si esta respuesta inmune del resfriado común no se usa para desarrollar tratamientos contra el COVID-19, este estudio aún ofrece una nueva perspectiva sobre las formas complejas en que los virus interactúan entre sí, un área importante de estudio para futuros brotes de enfermedades. “Hay interacciones ocultas entre virus que no entendemos del todo, y estos hallazgos son una pieza del rompecabezas que estamos viendo ahora”, concluyó.
La enfermedad ocupa el quinto lugar de incidencia entre todos los tipos de cáncer en el país, y es uno de los tantos que no presenta síntomas en sus etapas iniciales. Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a padecerlo y por qué las nuevas terapias combinadas se volvieron la opción de preferencia para el tratamiento de los casos avanzados
El cáncer renal es el quinto en incidencia en la Argentina, detrás del de mama, colon-recto, próstata y pulmón. Es más frecuente en hombres que en mujeres y su diagnóstico aumenta marcadamente a partir de los 50 años, siendo la década entre los 60 y los 70 la de mayor diagnóstico.
Es uno de los tantos tumores asintomáticos en sus etapas iniciales, al punto que la mayoría de los casos se diagnostica de manera incidental, hecho que le valió el mote de "incidentaloma" entre los especialistas.
"En general se diagnostica cuando la persona va a hacerse una ecografía o tomografía por otra causa y se ve el tumor". En el Día Mundial del Cáncer Renal, el médico oncólogo clínico Juan Pablo Sade (MN 105141) asesor del Laboratorio Varifarma, señaló que "cuando esta enfermedad da síntomas son absolutamente tardíos".
Tradicionalmente, suele hacerse referencia a esas señales como "tríada diagnóstica", por ser las más comunes la hematuria (orina con sangre), el dolor en un lado de la espalda baja o la presencia de una masa palpable en la misma zona. "Para cuando se percibe eso, ya hay metástasis casi con seguridad", remarcó el jefe de la Unidad de Oncología Genitourinaria del Instituto Alexander Fleming.
Y tras resaltar que "hay tumores como el de mama o próstata que por su mayor frecuencia se recomienda hacer estudios de screening periódicos", Sade aclaró que "en el caso del cáncer renal no es tan frecuente y por eso no se justifica hacer, por ejemplo, una ecografía anual a toda la población para detectarlo". "No es costo efectivo desde una mirada de política sanitaria", apuntó.
En ese sentido, sobre si existen síntomas o señales para detectarlo de manera temprana, fue contundente al asegurar que "no". "En la vida hay situaciones que no se pueden controlar y esta enfermedad es una de ellas", opinó.
Sobre factores de riesgo y el avance en su tratamiento
Acerca de las causas o situaciones que predisponen a padecer esta enfermedad, el especialista señaló en primer lugar los antecedentes familiares, para luego citar a las personas que sufren enfermedad renal crónica (poliquistosis renal, insuficiencia renal), que ya tienen dañados los riñones. "De manera mucho menos frecuente aparecen el consumo excesivo de un analgésico llamado acetaminofén (Tylenol), trabajar con colorantes (como las anilinas que se usan en algunas industrias) y algunas teorías relacionan la aparición de más casos en el último tiempo con el uso de agroquímicos como glifosato", detalló Sade.
Debido a que las personas se realizan en la actualidad más estudios de diagnóstico por imágenes que en otras épocas, el cáncer renal "se detecta cada vez más temprano", según el especialista. Y, como en la totalidad de las enfermedades, la detección precoz mejora el pronóstico.
"La tasa de curación depende del estadio en que se diagnostica", aseguró Sade, y ahondó: "Se considera estadio 1 cuando el tumor está localizado en el riñón y su tamaño es menor a siete centímetros; en esos casos el tratamiento es quirúrgico y la posibilidad de curación oscila entre el 80 y 90%".
"En los estadios 2 y 3 -continuó- el tumor es más grande o invade órganos vecinos". En este caso la indicación es la cirugía más un tratamiento postoperatorio con inmunoterapia -una nueva generación de tratamientos basada en anticuerpos monoclonales administrados por vía endovenosa que "despiertan" al sistema inmune del paciente para que sea capaz de reconocer al tumor y atacarlo- para disminuir riesgo de recidiva tumoral.
En estadios más avanzados, en los que el tumor invade estructuras vecinas o bien ya se detecta la presencia de metástasis, "en los últimos años se registraron avances enormes en el tratamiento que multiplicaron por varias veces la sobrevida", sostuvo Sade.
En estos casos, el equipo médico tratante decidirá si se opera o no, e indicará un tratamiento combinado de inmunoterapia y drogas antiangiogénicas, "que inhiben la formación de vasos sanguíneos por parte del tumor". "Son las drogas más modernas y más efectivas", opinó el experto que asesora a Varifarma, acerca de las llamadas "terapias dirigidas", que están demostrando ser especialmente importantes en el abordaje del cáncer de riñón avanzado, donde la tradicional quimioterapia nunca demostró ser eficaz.
En particular la combinación de pembrolizumab con lenvatinib asoma como una de las más prometedoras, dentro de las múltiples posibles, para el tratamiento de primera línea del cáncer renal. Donde la inmunoterapia ha cambiado el panorama de tratamiento clásico que tenía en uno de sus pivots al sunitinib, quedando ahora relegado a situaciones particulares como la dificultad para el acceso a las drogas de alto costo en nuestro sistema sanitario.
Para finalizar, el especialista dio una serie de consejos para cuidar la salud de los riñones, aunque aclaró que "no hay medidas preventivas para evitar este tipo de tumor".
"Tomar mucho líquido, evitar o tratar la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el colesterol elevado, no fumar, y evitar la automedicación y el consumo de medicamentos que pueden dañar el riñón", resumió para luego aclarar que "tener los riñones sanos hace las cosas más fáciles en caso de que se presente esta enfermedad".
Se cree que es la responsable del brote de covid en la India, donde ya murieron 356 mil personas como consecuencia del SARS-CoV-2. La variante B.1.617.2 -conocida como Delta- preocupa al mundo y también a la Argentina, donde ya se detectaron dos casos. Pero ¿por qué es tan peligrosa? La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera de “preocupación” y publicó un informe sobre su alcance e impacto.
De acuerdo con información difundida por Gisaid, la base de datos de rastreo de mutaciones del SARS-CoV-2, esta variante es un 50% más contagiosa que la cepa Alfa, detectada inicialmente en Reino Unido (que registra 21.552 casos de covid con esta variante), y es la causa principal de la segunda ola de la pandemia en la India, con 5.749 casos de contagios detectados con esta variante. Le siguen EE.UU. (2.097), Alemania (633), Canadá (360) y Singapur (295). A su vez, en Inglaterra y Escocia, los científicos sostienen que esta provoca un mayor riesgo de hospitalizaciones en comparación con la versión original.
Ganesh Manudhane, cardiólogo de Mumbai que trató a ocho pacientes que desarrollaron complicaciones trombóticas debido a la variante Delta, advirtió en diálogo con Bloomberg: “La variante Delta, en vez de problemas respiratorios, tiene síntomas que incluyen discapacidad auditiva, dolores de estómago, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, dolor en las articulaciones, trastornos gástricos graves y coágulos sanguíneos de tal grado que pueden provocar gangrena”.
El especialista reveló que a dos de sus pacientes hubo que amputarles los dedos y hasta un pie entero por “microtrombos que conllevaron la necrosis del tejido afectado”. Además, aseveró que ahora atiende al menos a un paciente por semana con estos síntomas de covid, sobre todo con coágulos de sangre en todos los grupos etarios y en personas sin antecedentes de trombosis.
“Seguimos observando un marcado aumento de la transmisibilidad y un número creciente de países que dan cuenta de brotes vinculados a esta variante”, afirmó la OMS, que considera “prioritario” llevar a cabo “nuevos estudios” sobre su impacto.
Una nueva variante híbrida, de la que dieron parte el sábado las autoridades sanitarias de Vietnam, parece ser una variación de la Delta, informó la doctora María Van Kerkhove, responsable técnica de la lucha contra el covid en la OMS. “Sabemos que B.1.617.2 ha aumentado la transmisibilidad, lo que significa que se puede propagar más fácilmente entre las personas”, subrayó.
Teniendo en cuenta que esta variante se está propagando rápidamente por el mundo y que todavía se desconoce si es resistente o no a las vacunas que se están aplicando, los especialistas sugieren extremar las medidas de prevención contra el covid como el uso del barbijo, la ventilación de los ambientes y la higiene de manos. También, se aconseja, sobre todo en la Argentina, donde el plan de vacunación va lento, evitar las reuniones sociales y mantener el distanciamiento social.
En Argentina, el asma afecta a más del 12% de los niños y adolescentes y a cerca del 6% de la población entre 20 y 44 años. Causa por año más de 400 muertes y 15 mil internaciones en hospitales públicos de todo el país.
Es que alrededor de un 20% de los pacientes presenta una variante moderada a severa de la enfermedad y no logra un buen control, lo que suele evidenciarse con síntomas persistentes y exacerbaciones recurrentes. Las exacerbaciones son episodios agudos y angustiantes, caracterizados por falta de aire, sensación de opresión en el pecho y tos, que pueden terminar en una internación. Los pacientes graves o severos son aquellos en los que el asma persiste pese a utilizar altas dosis de la terapia habitual (corticoides inhalados en dosis máximas, sumado a uno o más broncodilatadores de larga duración).
Para este grupo de pacientes con un asma de semejante intensidad, existe una nueva opción terapéutica disponible en nuestro país, ya que la ANMAT aprobó el uso de la droga dupilumab en adultos y adolescentes a partir de 12 años de edad.
Según la aprobación, sirve como tratamiento de mantenimiento complementario para el asma severa con inflamación de tipo 2 caracterizada por eosinófilos en sangre elevados y/o FeNO elevado, que no se controlan adecuadamente con dosis altas de corticosteroides inhalados, más otro medicamento para tratamiento de mantenimiento. Dupilumab es un anticuerpo monoclonal de origen completamente humano que ha demostrado su capacidad de reducir significativamente las exacerbaciones por asma, mejorar la función pulmonar y la calidad de vida de los pacientes.
“Esta nueva medicación está indicada para los pacientes con asma grave, que presentan una historia de exacerbaciones, hospitalizaciones de urgencia y una función pulmonar disminuida, que usan demasiados corticoides por vía oral o inyectable y tienen una pésima calidad de vida. Su asma les impide o dificulta hacer ejercicio, caminar rápido, subir escaleras o dormir de corrido. Contamos con un tratamiento muy esperanzador, lo que representa una excelente noticia para estos pacientes y sus médicos”, sostuvo el doctor Daniel Colodenco, médico neumonólogo, Director de la Carrera de Especialistas en Neumonología de la UBA y ex Jefe de Alergia e Inmunología del Hospital ‘María Ferrer’.
“Los casos graves no son necesariamente infrecuentes, sino que, en ocasiones, algunos pacientes tienden a subestimar la severidad de la enfermedad o tal vez sea resignación: luego de años de convivir con determinados síntomas, los incorporaron como parte de su vida, pero no hay por qué conformarse con una vida limitada por el asma”, agregó la doctora Ana María Stok, neumonóloga, Directora Médica de Investigaciones en Patologías Respiratorias y Coordinadora General del Grupo Asma NOA.
Respecto de los objetivos terapéuticos en el asma grave, Stok describió que “ningún paciente es igual a otro, pero para estos cuadros graves, por lo general, se busca reducir los episodios de exacerbaciones severas, que preocupan mucho a los pacientes. Otro objetivo es mejorar la función pulmonar para recuperar calidad de vida: no tener que ausentarse a la escuela o al trabajo, ni dejar que tu asma te aísle de todo. Además, para quienes usan corticoides orales, tanto en forma diaria como en ciclos cortos, procuramos ir reduciendo de a poco su uso y, si es posible, hacerlo por completo”.
“Este último punto es particularmente relevante porque sabemos que más de dos cursos anuales de corticoides aumentan la posibilidad de contraer o agravar cuadros como diabetes, síndrome metabólico, osteoporosis, hipertensión arterial, obesidad, depresión y cataratas, entre otras afecciones”, completó Colodenco.
Mejor control del asma grave con dupilumab
En el estudio clínico LIBERTY ASTHMA QUEST, que incluyó 1902 pacientes mayores de 12 años, el uso de dupilumab redujo un 47,7% más que el placebo la tasa anual de exacerbaciones severas y mejoró al doble la función pulmonar, promoviendo un mejor control del asma.
Respecto del uso de corticoides orales, en el estudio VENTURE, que incluyó 210 pacientes, el 70.1% de quienes recibieron dupilumab logró reducir su dosis (contra 41.9% en el grupo control). El 80% de los que recibieron la droga y redujeron la dosis de corticoides, lo hizo al menos a la mitad (contra un 50%); el 69% del primer grupo pudo llevarla a menos de 5 mg/día (contra 33%) y el 48% pudo dejar los corticoides orales por completo (contra el 25% en el otro grupo). En total, la tasa de exacerbaciones severas fue un 59% menor en quienes recibieron dupilumab y mejoraron más la función pulmonar.
Además, el estudio abierto de extensión denominado TRAVERSE siguió a largo plazo a los participantes de los dos estudios antes mencionados y mostró que todos los resultados se sostuvieron en el tiempo durante 96 semanas más luego de finalizadas esas investigaciones. Entre el 50% y el 70% de los casos de asma se originan por una respuesta hiperactiva de un mecanismo inflamatorio denominado ‘inflamación de tipo 2’ lo que aumenta la secreción mucosa, obstruye las vías aéreas y genera hiperreactividad bronquial, procesos que generan las manifestaciones que afectan la vida cotidiana del paciente.
Gran parte de este mecanismo se explica por un aumento de la actividad de proteínas conocidas como interleuquinas 4 y 13, que son responsables de la limitación que la enfermedad severa les impone a los pacientes. Stok puntualizó que “los estudios clínicos incluyeron pacientes con asma grave en general, pero los resultados de eficacia fueron consistentemente superiores en los pacientes en los que se podía identificar la presencia de biomarcadores asociados con inflamación de tipo 2”.
“Este mismo proceso inflamatorio se da en otras enfermedades como la dermatitis atópica, la poliposis nasal y determinadas alergias alimentarias. De hecho, es habitual que una persona con asma presente simultáneamente alguna de esas comorbilidades. La primera aprobación que obtuvo dupilumab en nuestro país fue en 2020, en dermatitis atópica severa, y está siendo investigado para otros cuadros mediados por mecanismos inmunológicos afines”, concluyó Colodenco.