Hoy en Revista Dosis

La epidermólisis ampollosa (EB por sus siglas en inglés) es una afección hereditaria que hace a la piel tan frágil que se puede desgarrar al menor contacto, como las alas de una mariposa.

Esta enfermedad causa, entre otras cosas, ampollas en la piel y rompimiento constante de los tejidos. Regularmente afecta a los niños, y con la edad puede mejorar, pero no existe cura para los casos graves que en última instancia pueden ser fatales.

Por eso los científicos celebraron el desarrollo de un nuevo e increíble gel que ha probado ayudar a cerrar las heridas asociadas con esta rara enfermedad de la piel.

Aunque ya existían tratamientos, estos estaban enfocados en el uso de células madres, una técnica invasiva que requiere injertos de piel, acarreando altos costos que los hacen inaccesibles para muchos.

Por eso el gel desarrollado por investigadores de la Universidad de Stanford no solo consiste en una solución innovadora para quienes padecen la enfermedad sino mucho más económica.

El gel tópico se puede aplicar durante el vendaje regular de heridas y contiene un gen terapéutico que se esparce directamente sobre la piel. El tratamiento funciona al reemplazar el gen que codifica el colágeno VII (C7), que es una proteína que falta en las personas con epidermólisis ampollosa distrófica recesiva (RDEB).

Este colágeno particular ancla la estructura fundamental de la piel humana, manteniendo unidas la dermis y la epidermis.

Sin C7, los pacientes con RDEB se pasan la vida lidiando con dolorosas ampollas, cicatrices y, a veces, incluso con cánceres de piel.

En lugar de injertar piel nueva en estos pacientes, el tratamiento con gel ‘inyecta’ fibroblastos genéticamente modificados directamente en la piel, y lo hace a través del virus del herpes labial, el herpes simple tipo 1 (HSV-1).

HSV-1 es capaz de infectar las células de la piel y puede evadir nuestro sistema inmunológico. Después de modificar genéticamente el virus para que no pueda replicarse y propagarse a otras partes del cuerpo, los investigadores utilizaron HSV-1 para transportar dos variantes genéticas que codifican para C7 en la piel.

Una vez que está en la piel, los ensayos clínicos demostraron que el tratamiento tópico promueve la integridad de la piel y una expresión robusta de C7.

“Tomados en conjunto, demostramos aquí una terapia génica novedosa, fácil de administrar y altamente accesible capaz de revertir la enfermedad genética a través de la aplicación repetida directamente en las heridas de la piel del paciente”, escriben los autores en un nuevo estudio .

Si se usa lo suficientemente temprano en el proceso de herida, el gel tiene el potencial de detener más desgarros y cicatrices en la piel, reduciendo así el riesgo de desarrollo de cáncer de piel y prolongando la vida de los pacientes.

Otros investigadores han intentado hacer geles similares, pero este es el primero en pasar pruebas clínicas rigurosas con gran éxito.

Cuando se aplicó a las heridas de nueve pacientes con RDEB mayores de seis años, el gel mostró resultados notables en ensayos aleatorios controlados con placebo.

Después de tres meses y tres dosis, todas las heridas que recibieron el gel se curaron y cerraron. Unas semanas después de eso, las heridas aún permanecían cerradas.

Mientras tanto, las heridas tratadas con placebo continuaron curándose y luego volvieron a ampollarse en un círculo vicioso y doloroso.

El estudio publicado en la revista Nature resaltó que solo dos heridas en el ensayo no sanaron por completo al cabo de tres meses de aplicación del gel. Una herida había estado molestando a un paciente durante unos cinco años, pero después de un segundo ciclo de tratamiento de tres meses, la lesión se cerró y permaneció curada durante ocho meses.

Otra herida que había persistido durante cuatro años y cubría la mayor parte del costado de un paciente curó en un 70 por ciento con la ayuda del gel.

Las biopsias de todos los pacientes revelaron que el gel comenzó a desencadenar la producción de colágeno a los nueve días del ensayo.

Aún mejor, no hubo efectos secundarios adversos graves provocados por la pomada, y funcionó de manera similar para todos los grupos de edad y géneros.

“Las heridas sanan rápidamente pero, lo que es más importante, permanecen cerradas”, dice el dermatólogo Peter Marinkovich de la Universidad de Stanford.

“La terapia fortalece la piel y rompe el ciclo doloroso y destructivo de apertura y cierre de heridas que experimentan los pacientes con epidermólisis ampollosa”, agregó.

Los ensayos clínicos de fase III ya están completos y, aunque los resultados aún no se han publicado formalmente, la empresa que financió la investigación, Krystal Biotech, ha compartido algunos de los resultados iniciales.

De los 31 pacientes inscritos en el ensayo, el 67 por ciento de las heridas tratadas con el gel durante seis meses mostraron una curación completa. En el mismo período de tiempo, el placebo curó solo el 22 por ciento de las heridas.

“No vimos ningún problema con la administración repetida del gel, y los pacientes y sus familias estaban muy entusiasmados con los resultados”, dice Marinkovich.

“Estoy emocionado de que, si la Administración de Alimentos y Medicamentos aprueba su uso clínico, podremos llegar a muchos más pacientes con esta devastadora enfermedad”, concluyó.

Seqirus, compañía dedicada exclusivamente a la producción de vacunas antigripales, anunció el lanzamiento en Argentina de su vacuna tetravalente contra la influenza desarrollada con tecnología de cultivo celular. Esta será la primera y única vacuna desarrollada con esta innovadora tecnología disponible en el mercado argentino para la temporada de influenza 2022.

La aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) fue realizada durante el 2021 para su uso a partir de los 6 meses de vida. Esta vacuna estará solo disponible en el mercado privado.

El lanzamiento de la única vacuna antigripal desarrollada con esta tecnología innovadora en el mercado argentino, nos llena de orgullo y refuerza nuestro compromiso por la prevención de la influenza y sus consecuencias en el mundo y especialmente en Argentina, afirmó Fernando Caetano, Gerente General de Seqirus Latinoamérica y agregó La vacunación contra la influenza es la forma más eficaz de prevenir la enfermedad y por lo tanto reducir su impacto sobre el sistema de salud. Una acción que ha sido siempre importante pero que en estos últimos años ha cobrado más importancia a causa de la pandemia por Covid-19.

Se trata además de la única vacuna inactivada contra la influenza a base de células aprobada por la autoridad sanitaria de los Estados Unidos (FDA – Food & Drug Administration). También cuenta con aprobaciones de la autoridad sanitaria europea (EMA), Canadá  y ha sido recomendada por el Comité de Vacunas e Inmunizaciones del Reino Unido. Más de 150 millones de dosis ya han sido distribuidas desde 2017.

Es una vacuna tetravalente inactivada que proporciona una inmunización activa frente a las 4 cepas del virus de la influenza (2 de tipo A y 2 de tipo B) recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la temporada 2022 del Hemisferio Sur. Tiene un perfil de seguridad y tolerabilidad similar a las vacunas disponibles contra la influenza y la novedosa tecnología de cultivo celular presenta una alternativa a la fabricación tradicional a base de huevos.

De acuerdo a los datos obtenidos en un reciente estudio denominado Análisis de costo-efectividad de la vacunación de influenza estacional producida en cultivo celular versus la vacuna producida en huevo en población infantil y adulta en Argentina se concluye que la vacuna tetravalente de influenza producida en cultivo celular (QIVc) sería costo-efectiva en comparación con la vacuna tetravalente contra la influenza producida en huevo (QIVe). Los posibles beneficios para la salud y la disminución de los costos asociados serían aún mayores en aquellas temporadas de influenza, donde predominen problemas de mutaciones a causa de la adaptación al huevo. Se utilizaron los datos de la carga de enfermedad en Argentina durante el período 2014-2019 (para determinar la incidencia promedio y la proporción de casos de influenza A y B, así como la frecuencia de discordancia del linaje de Influenza B). Los resultados indican que el uso de la nueva vacuna de cultivo celular (QIVc), en comparación con la tetravalente producida en huevo (QIVe), podría haber evitado 17.857 casos de influenza, 2.418 consultas, 316 hospitalizaciones y 12 muertes.

La producción de vacunas en cultivo celular es una alternativa más eficaz a la fabricación tradicional basada en huevos. Varios factores pueden alterar la efectividad de la vacuna antigripal uno de ellos es la falta de coincidencia entre las cepas circulantes y las contenidas en la vacuna. El proceso de replicación del virus en huevo puede generar cambios (adaptación) que den lugar a estas diferencias o falta de coincidencia, y por consiguiente, tendría una implicancia directa en la respuesta inmunitaria del organismo. La tecnología de cultivo celular evita esta adaptación, lo que generaría una coincidencia más fiel entre las cepas contenidas en la vacuna y las cepas circulantes definidas cada año por la Organización Mundial de la Salud y por lo tanto permitiría mejorar la efectividad de las vacunas. También puede ofrecer ventajas adicionales como las de una producción más rápida, flexible y a gran escala, una característica fundamental que permite hacer frente a cambios inesperados en la demanda, ya sea por una mutación de la cepa circulante o también en caso de una eventual pandemia.

Seqirus es la única compañía de vacunas con un enfoque global exclusivo en la prevención de la influenza. Desde el 2017 está presente en Argentina y cuenta con diversas vacunas antigripales: 2 trivalentes (una de ellas adyuvantada para mayores de 65 años) desarrolladas de manera conjunta y en alianza con Sinergium Biotech, para el Calendario Nacional de Vacunación; y 2 tetravalentes una desarrollada con tecnología tradicional en huevo y la nueva vacuna producida con tecnología de cultivo celular.

Cada 31 de marzo se conmemora el Día Mundial del Cáncer Colorrectal con el objetivo de concientizar sobre la importancia de adoptar hábitos saludables para la prevención del cáncer y la relevancia que tiene el diagnóstico precoz, además de difundir el valor que tienen los controles médicos. “En Argentina solo el 30% de las personas mayores de 50 años realizan chequeos específicos para este tipo de cáncer, es decir, que el 70% restante de esta población no está llevando a cabo estos estudios, ya sea por falta de conocimiento o porque es necesario más difusión al respecto” expresó el Dr. Federico Esteso (MN 108803), oncólogo clínico y asesor del Laboratorio Varifarma.

 

Es importante remarcar que es el segundo tumor con más incidencia en Argentina después del cáncer de mama, representando el 12,6% total de muertes. “Aproximadamente 15.000 personas son diagnosticadas al año con este tipo de cáncer, de las cuales 7.500 fallecen. En este sentido, es importante remarcar que en un estadío precoz hay un 90% de curación, es por eso que contar con un diagnóstico temprano de la enfermedad reduce las probabilidades de muerte” enfatizó el Dr. Esteso. 

 

El cáncer colorrectal en su mayoría se origina a partir de lesiones premalignas (pólipos neoplásicos-adenomas), que siendo reconocidas y tratadas de forma temprana evitan el desarrollo del cáncer. Las pruebas de diagnóstico, tales como la colonoscopia y el test de sangre oculta en materia fecal, juegan un importante papel a la hora de diagnosticar este cáncer, y a su vez, estudiar el  nivel de extensión por el cuerpo. “1 de cada 3 pacientes cumplen con una estrategia de rastreo, es por eso que esta fecha es clave para la concientización a la población, puesto que los estudios han demostrado que reducen la mortalidad por cáncer” remarcó el especialista.

 

Este tipo de cáncer suele presentar síntomas en el curso de la enfermedad tales como: alteraciones en el ritmo evacuatorio, esto quiere decir que uno empieza a ir con más frecuencia de cuerpo o hay períodos de constipación o de diarrea. Asimismo, otros de los signos para estar alertas pueden ser: anemias, dolor abdominal, pérdida de peso, deterioro de estado general, la coloración amarillenta en la piel.

 

En cuanto a los factores de riesgo, algunos están asociados con los hábitos cotidianos y por lo tanto, es importante remarcar que son modificables, tales como: sedentarismo, consumo de alimentos ultra procesados o carnes rojas, consumo excesivo de alcohol, tabaquismo, entre otros. En este sentido, lo primero que se necesita cambiar es la dieta alimentaria, en donde las personas ingieran más verduras, frutas, alimentos ricos en fibra, además de acompañarlo con actividad física de manera regular.

 

Avances médicos en los tratamientos de cáncer de colon

 

Las opciones de tratamiento dependen del estadío de la enfermedad, además de la indicación que haga el equipo de médico correspondiente a los cuidados específicos de cada persona.

 

“El tratamiento depende del momento en el que se diagnostica.  El 75% de los casos requieren de una cirugía inicial y puede suceder que algunas personas post operación deban pasar por la quimioterapia” explicó el oncólogo y añadió: “por suerte, en la actualidad, los tratamientos han mejorado mucho en todos los aspectos, desde las estrategias de diagnóstico, la cirugía y los tratamientos sistémicos, es decir, los fármacos. Además, es uno de los pocos cánceres en los que, desde la medicina, contamos con herramientas de detección temprana y eficientes”.

 

De todas maneras, también existe la “tercera línea de tratamiento”, es decir, fármacos que se le brinda a los pacientes que poseen la enfermedad en estadío avanzado. En este sentido, existe un fármaco que se utiliza luego de dos intentos terapéuticos previos que se llama CPT 11 del Laboratorio Varifarma. Este cuenta con baja toxicidad y permite que los pacientes tengan una supervivencia más prolongada. “Es importante remarcar que la secuencialización de tratamientos ha mejorado la evolución de los pacientes con enfermedad avanzada, con opciones orales y de baja toxicidad que han demostrado controlar la enfermedad y mejorar la supervivencia tales como la trifluridina-tipiracilo.” detalló el Dr. Esteso

 

Con prevención y diagnóstico precoz, el número de fallecidos por esta enfermedad podría ser mucho menor. De esta manera, esta fecha sirve para visibilizar la gravedad de esta enfermedad y la importancia de la realización de los controles médicos que permiten así una mejor supervivencia y calidad de vida en el paciente.

Poder ir a la escuela, jugar con los amigos, dormir mejor, estar más alertas, enfermarse e internarse menos, reducir los niveles de ansiedad, mejorar el estado de ánimo, incrementar la productividad vinculada al aprendizaje y retomar las tareas habituales, son situaciones que muchos niños y niñas con epilepsia pueden recuperar cuando logran controlar sus crisis o convulsiones diarias. Aquellos con epilepsia refractaria, la que no responde a los medicamentos tradicionales, suelen presentar cuadros complejos con 5 o 10 y hasta 50 o 100 convulsiones por día, episodios que pueden afectar considerablemente la salud y la calidad de vida de quien las sufre y de todo su entorno familiar.

En el marco del 'Purple Day' (en español, 'Día Violeta'), una jornada internacional de concientización sobre la epilepsia que tiene lugar cada 26 de marzo, los y las especialistas destacaron que para estos casos un abordaje que les cambia la vida a muchos de estos niños y niñases la llamada 'terapia cetogénica'. La misma consiste en un tratamiento nutricional no farmacológico en base a modificaciones en la dieta, que implica la ingesta habitual de una serie de alimentos ricos en grasas y adecuados en proteínas y una menor ingesta de aquellos elevados en hidratos de carbono.

"La terapia cetogénica está indicada en pacientes con epilepsia refractaria, aquellos que no respondieron al tratamiento con al menos dos fármacos correctamente indicados según el tipo de síndrome epiléptico y con niveles en sangre en rango terapéutico. Diversas investigaciones muestran que cuando no se obtuvo una respuesta favorable con el tratamiento con dos fármacos, rápidamente hay que optar por opciones terapéuticas no farmacológicas", sostuvo la Dra. Lorena Fasulo, neuróloga infantil del Servicio de Neurología Infantil de la Clínica San Lucas de Neuquén.

Como resultados demostrados científicamente, la terapia cetogénica redujo un 50% la cantidad de crisis en el 85% de los niños/niñas tratados, de los cuales el 55% quedó libre de convulsiones. Adicionalmente, nuevas investigaciones evidencian también un efecto positivo de la terapia sobre el funcionamiento cognitivo y conductual de niños, niñas y adolescentes, reduciendo niveles de ansiedad, mejorando el estado de ánimo e incrementando la productividad vinculada al aprendizaje, cambios que fueron independientes del control de las crisis convulsivas.

"La terapia cetogénica es una herramienta que ha demostrado ser de mucha utilidad en la epilepsia refractaria, no solo en el control de las crisis, sino también en mejorar distintos aspectos de la calidad de vida de los y las pacientes. Sin embargo, todavía existen neurólogos y neurólogas que, por no tener todavía suficiente experiencia con este abordaje o acceso a un grupo de trabajo en dieta cetogénica, no la indican en etapas tempranas y la consideran una opción terapéutica de último recurso, perdiendo una oportunidad importante de tratamiento. También existen familias que son resistentes a iniciar este tratamiento, ya que es laborioso y requiere cierto reordenamiento de la rutina y costumbres del hogar", destacó la Dra. Fasulo.

"Otro de los factores que atentan contra su indicación es que en algunas regiones del país no existen todavía equipos multidisciplinarios entrenados en terapia cetogénica, aunque esto en gran medida ha podido resolverse satisfactoriamente con el tratamiento a distancia a través de la teleconsulta", agregó la especialista.

Los beneficios de la terapia cetogénica se producen porque el aporte elevado de grasas como principal fuente de combustible -en reemplazo de los carbohidratos- favorece la producción de compuestos químicos en el hígado llamados 'cuerpos cetónicos', que generan cambios en la actividad metabólica cerebral mediante varios mecanismos que contribuyen a controlar las crisis convulsivas.

Entre otros, los alimentos ricos en grasas (y adecuados en proteínas) que integran la terapia cetogénica son carnes, pollo, pescado, huevo, aceite, manteca, crema, frutas y verduras, mientras que los que se restringen al máximo son los ricos en hidratos de carbono, como cereales, papas, galletitas, choclo, batata o pastas. Como complemento, contribuye a la adherencia a la terapia la utilización de fórmulas nutricionales para la preparación de las comidas, que brindan los nutrientes necesarios para poder cumplir con los objetivos del tratamiento.

Desde Nutricia Bagó afirman que estas fórmulas nutricionales son preparados que no requieren demasiada elaboración y que se agregan a las comidas contribuyendo a acelerar el proceso de degradación de las cetonas, que es lo que produce el efecto anticonvulsivante. La provisión gratuita de las fórmulas nutricionales está cubierta por las obras sociales y prepagas (o por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social para quienes no cuenten con cobertura médica), por la Ley de Discapacidad (n°22.431 y n° 24.901) en los casos en que se tenga Certificado Único de Discapacidad (CUD), y por la Ley de Epilepsia (N° 25.404) para aquellos que no lo tengan.

"La dieta cetogénica clásica es la forma más estricta de terapia cetogénica. Se indica principalmente en niños y niñas pequeños. Habitualmente, este tipo de terapia se utiliza en promedio durante dos años. Algunos pacientes la mantienen por mucho más tiempo. Otros, luego de dos años de tratamiento, pasan a modalidades menos restrictivas como la Dieta Modificada de Atkins (DAM) o la de Bajo Índice Glicémico (BIG). Hay pacientes que por su edad o por el tipo de patología directamente inician su terapia cetogénica con las modalidades DAM o BIG", afirmó la Dra. Fasulo.

La epilepsia es una enfermedad neurológica, crónica y muy frecuente; se estima que en la Argentina se presenta en 1 de cada 100 personas. Afecta mayoritariamente a quienes están en la etapa de la niñez, generalmente menores de 5 años, y ente las causas se destacan malformaciones cerebrales de nacimiento y enfermedades de origen genético, pero también puede darse en la adolescencia, juventud y en personas adultas. En los mayores, suele originarse por traumatismos cerebrales, el desarrollo de un ACV o cuadros de demencia.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican unos 5 millones de casos en el mundo. Es una enfermedad que se caracteriza por crisis epilépticas, que son descargas eléctricas en diferentes partes del cerebro y que se manifiestan a través de convulsiones, contracciones musculares involuntarias, pérdida de la conciencia, alteraciones del movimiento, de los sentidos y de otras funciones cognitivas.

Extrapolando estadísticas internacionales de prevalencia de la epilepsia, que refieren entre 4 y 10 casos por cada mil habitantes y un 60% concentrado en niños o niñas, para la Argentina se considera que habría en total entre 132.000 y 264.000 niños/niñas con epilepsia. Si bien no hay cifras fehacientes sobre la prevalencia de las epilepsias refractarias, se estima que se presentan en hasta un 25% de los casos, lo que representaría potencialmente unos 50 mil niños/niñas en nuestro país con esta condición. 

El peso real de la pandemia de COVID-19 no solo presenta como resultado el número de personas afectadas o fallecidas a causa de esta enfermedad respiratoria, sino también por el impacto que tuvo sobre otras afecciones cuya atención quedó relegada, cuando no desatendida. Es el caso de la tuberculosis –que el 24 de marzo conmemora su día mundial–: una de las enfermedades que más muertes ocasiona a nivel global y en la que se ha verificado un retroceso en cuanto a su diagnóstico y tratamiento a causa de la pandemia.

Lo que hemos visto con la tuberculosis, al igual que en la mayoría de las patologías crónicas y prevalentes, es que su atención ha quedado relegada por la epidemia del COVID-19, porque prácticamente todos los servicios médicos nos hemos corrido de nuestras rutinas habituales para abocarnos exclusivamente a la pandemia”, advirtió el médico neumonólogo Matías Scafati, jefe de la Unidad de Internación de Neumonología del Hospital Tornú, y agregó: “Lo que estamos empezando a ver hoy son justamente las consecuencias: estas enfermedades han seguido su evolución natural”.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta a los pulmones y que es causada por una bacteria (Mycobacterium tuberculosis) que se transmite de una persona a otra a través de las gotitas de aerosol que permanecen en el aire tras haber sido expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa. Aunque en personas sanas suele ser asintomática, los síntomas de la tuberculosis pulmonar activa son: tos (a veces con esputo que puede ser sanguinolento), dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna.

“No todos los que estamos expuestos a la tuberculosis nos enfermamos. Una vez que ingresa a nuestro organismo, la bacteria puede ir por diferentes caminos: un camino es que nuestro sistema inmunológico la pueda eliminar por completo, el otro camino es que nuestro sistema inmunológico no lo pueda eliminar y la bacteria permanezca allí, causando lo que se denomina una infección tuberculosa latente. La bacteria queda alojada normalmente en el pulmón o en las zonas cercanas al pulmón y se puede producir una infección. Si en algún momento bajan las defensas o si se deteriora la inmunidad, se puede desarrollar esa enfermedad latente”, explicó el doctor Scafati.

Ya en octubre de 2020, a poco más de 6 meses de declarada la pandemia, la OMS publicó su informe Global Tuberculosis Report 2020, en el que advertía que el COVID-19 “amenazaba con revertir los avances recientes en la reducción de la carga global de la tuberculosis”. “El reporte más claro de tuberculosis es el que hace anualmente la Organización Mundial de la Salud –señaló el doctor Scafati–. Lo que se pone en evidencia en este reporte es que entre el 2019 y el 2020 hubo una caída significativa en la notificación de la tuberculosis de cerca del 20%: en 2019 se notificaron alrededor de 7.100.000 casos, mientras que en 2020 se notificaron menos de 6.000.000”.

En la Argentina, las estadísticas más recientes sobre la tuberculosis son previas a la pandemia. En 2019 se notificaron 12.499 nuevos casos, dando lugar a una tasa de notificación de 27,8 por cada 100.000 habitantes. Es de esperar que en los siguientes boletines los números de notificaciones sean menores, pero no por una reducción de los contagios sino porque muchos pacientes no accedieron al diagnóstico a causa la situación del sistema de salud durante la pandemia de COVID-19.

Pero a nivel global hay datos aún más preocupantes que sugieren una caída en el acceso y la adherencia al tratamiento de la tuberculosis: “Contrastando con una menor notificación de casos, aparece un aumento en la incidencia de la mortalidad, la cual venía decayendo” dijo el especialista. Según las estadísticas más recientes de la OMS, mueren hoy 1.5 millones de personas al año a causa de la tuberculosis, lo que la convierte en la enfermedad infecciosa que más muertes ocasiona en el mundo.

El Día Mundial de la Tuberculosis fue establecido en conmemoración del día en el que Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria que causa la tuberculosis en 1882, lo que abrió el camino hacia el diagnóstico y la cura de esta enfermedad.

 

Ha sido aprobado un nuevo análisis de sangre en los Estados Unidos y la Unión Europea, para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer. Precivity AD-Bloodtest es una técnica especialmente desarrollada que ha dado resultados muy precisos en las pruebas. Otros métodos que detectan el Alzheimer en una etapa temprana esperan aprobación. Entre ellos se destaca un análisis de un grupo de científicos alemanes que detecta el Alzheimer 15 años antes de que aparezcan los síntomas.

Desarrollo del Precivity AD-Bloodtest

Los análisis de sangre y los datos de estudios estadounidenses, suecos y australianos de pacientes con Alzheimer realizados por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), la Sociedad de Alzheimer y otros, se utilizaron para determinar si la proporción entre Abeta40 y Abeta42 era consistente con la presencia de placas en los pacientes.

La proporción determinada indica si se han formado placas. La presencia del gen ApoE4 indica un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. El análisis de sangre utiliza la espectrometría de masas de inmunoprecipitación, una técnica especialmente desarrollada.

Los resultados se han comparado con los de otros métodos de diagnóstico y, según datos independientes, la precisión del análisis de sangre alcanzó el 88% en comparación con la tomografía por emisión de positrones (PET).

Una alternativa al PET, más rápida y económica

El examen PET del cerebro ha sido hasta ahora la herramienta de diagnóstico estándar para la enfermedad de Alzheimer y se considera particularmente significativo, aunque al mismo tiempo demasiado caro y muy lento. Los portales médicos informan que rara vez se realizan, porque no hay suficientes dispositivos PET y porque la enfermedad actualmente no es curable, con la excepción del anticuerpo aducanumab (aduhelm).

Según afirma el autor del estudio, el doctor Randall J. Bateman, de la Universidad de Washington, los resultados fueron muy exactos, tanto en las personas que ya tenían deterioro cognitivo como en las que no lo estaban. Bateman asegura que los hallazgos sugieren que la prueba podría ser útil para identificar a los pacientes que aún no están deteriorados, pero que están en riesgo de una demencia futura.Alzheimer
Otros métodos para detectar el Alzheimer esperan aprobación

Un análisis de sangre fue desarrollado por los profesores Klaus Gerwert y Philip Scheltens, un alemán y un holandés. Esta prueba mide el mal plegamiento de la beta amiloide, que indica un mayor riesgo de Alzheimer.

En Alemania, un grupo de científicos descubrió un método para detectar la enfermedad de Alzheimer en una etapa temprana, hasta 15 años antes de que aparezcan los síntomas. Esta prueba, en espera de aprobación, podría estar disponible en los próximos 3 años.

Desde el año 2020, tras el inicio de la pandemia por el coronavirus, los casos de gripe estacional fueron menos que los años anteriores. “Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, en Argentina, la actividad de virus influenza se mantuvo baja”, señaló el alerta oficial. Sin embargo, a partir de la primera semana de diciembre pasado hasta ahora, se ha detectado un aumento en el número de casos de influenza, principalmente Influenza A H3N2. Generalmente, los casos de gripe estacional suben entre abril y octubre de cada año en la Argentina. No en enero, febrero o marzo.

“Hubo un cambio rotundo de escenario entre el verano pasado y el actual”, dijo Teresa Varela, directora de Vigilancia Epidemiológica y control de brotes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, donde registraron 36 casos de gripe desde el inicio de este año. “Se adelantó la temporada de gripe que suele iniciarse después de marzo”, resaltó la funcionaria.

“ Identificamos una suba en los casos de gripe poco habitual para esta fecha del año. Es algo que también ya pasó en países de la región como Brasil. Tenemos el compromiso del Ministerio de Salud de la Nación que a fin de mes llegará la vacuna y ya podremos empezar a inocular contra la gripe, comenzando por el personal de salud y los grupos de mayor riesgo”, dijo el titular del Ministerio de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.

En CABA también se registró un incremento de casos de influenza en las últimas semanas y confirmaron que debido a que el mismo se está dando más temprano que lo habitual, la vacunación contra la gripe comenzará el próximo mes.

Si se consideran los casos con gripe que se detectaron durante este verano según las edades de los afectados, el mayor número de casos se detectó en niños menores de 5 años en primer lugar y en jóvenes que tienen entre 25 y 34 años en segundo lugar. La gripe no impactó igual en todo el territorio del país.  Las jurisdicciones en las que se registró el mayor número de muestras con resultado positivo son la provincia de Buenos Aires, Salta, Santa Fe, Tucumán y Ciudad de Buenos Aires.

Viernes, 11 Marzo 2022 12:28

Uno de cada dos argentinos padece HTA

Uno de cada dos argentinos tiene hipertensión arterial, siendo uno de los principales factores de riesgo de esta enfermedad el consumo excesivo de sal, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), elaborada por el Ministerio de Salud y el INDEC. Además, el exceso de consumo de sal también puede asociarse, en forma indirecta, a patologías como litiasis renal, osteoporosis, obesidad e, incluso, cáncer de estómago.

La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) proporciona información válida, confiable y oportuna sobre factores de riesgo –como consumo de tabaco, alcohol, alimentación, actividad física, entre otros–, procesos de atención en el sistema de salud y principales enfermedades no transmisibles (ENT) en la población argentina. Según este estudio, el 46,6% de los encuestados tienen hipertensión arterial y constituye el principal factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como  infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.

En Argentina, el consumo de sal por persona ronda los 12 gramos diarios, según datos proporcionados por la cartera sanitaria. “Es alarmante teniendo en cuenta que duplican lo que la OMS recomienda como máximo de consumo, que son 5 gramos por día”, aclaró la licenciada en Nutrición (MP 1715) Andrea Delledonne, quien forma parte del Consejo Directivo del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.

Se estima que el consumo de sal de mesa, ya sea para cocinar o agregar a las comidas una vez servida, representa alrededor del 15% del total de la ingesta diaria de sal. Sin embargo, la mayor parte del consumo, entre el 65% y el 70%, proviene de los alimentos procesados o industrializados, incluso presente en alimentos que pueden no tener sabor salado, como panes, galletitas dulces, copos de cereal, lácteos y conservas.

En este contexto, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires considera que es clave la reglamentación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, la cual tiene como uno de sus ejes el etiquetado frontal de advertencia, que distingue en forma clara y sencilla –con un sello octogonal negro en el frente del envase– a aquellos productos altos en sodio, componente principal de la sal, entre otros nutrientes críticos y nocivos para la salud.

“Estamos convencidos que esta medida de salud pública tendrá, al igual que en otros países en donde ya se aplicó, un alto impacto en la disminución del consumo de este tipo de productos. Por otra parte permitirá a los consumidores participar activamente en la elección de sus compras, pudiendo decidir basándose en información clara qué productos quiere llevar a su hogar y cuáles no”, argumentó Delledonne.

Sobre la sal, la nutricionista explicó que “debe controlarse su consumo ya que tiene un gran impacto en la salud pública: se estima que la disminución de 3 gramos de la ingesta diaria de sal de la población evitaría en nuestro país cerca de 6000 muertes por enfermedad cardiovascular y ataques cerebrales”.

Una ingesta diaria de sal de entre 0,4 y 0,5 gramos es suficiente para garantizar las funciones orgánicas de una persona adulta. Esta cantidad se alcanza sin dificultad a través del consumo de alimentos naturales, es decir, no es necesario adicionar alimentos salados a la dieta ni ningún tipo de sal a las comidas para alcanzar esta recomendación. Delledonne aconsejó evitar todo tipo de “agregado de sal a las comidas durante los primeros años de vida de los niños y niñas”.

Para disminuir o evitar el consumo de sal es indispensable disminuir al máximo la compra de productos ultraprocesados. Por tal motivo, la profesional del Colegio bonaerense de Nutricionistas indicó que “es clave retomar el hábito de realizar preparaciones caseras con alimentos naturales como legumbres, carnes, huevos, verduras y frutas de estación. Es decir, consumir menos productos envasados y más alimentos ‘reales’”.

Y agregó: “Por otro lado, sabiendo que un 16,4% de la población agrega sal a la comida luego de la cocción, a veces incluso antes de probarla, es clave eliminar o disminuir todo lo posible el uso de sal de mesa. Se pueden utilizar otros condimentos para dar sabor a las comidas hechas en casa: como la albahaca, el orégano, el curry y el romero, entre otros, hasta condimentos secos tanto aromáticos como picantes o ácidos”.

En definitiva, que la Semana Mundial de Sensibilización sobre el Uso de la Sal signifique una toma de conciencia que implique el inicio de un cambio de hábito en pos de mejorar la calidad de vida y promover una alimentación saludable.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la inclusión del antiviral molnupiravir en su lista de tratamientos recomendados para enfermos de covid-19. Se trata del primer fármaco de administración oral recomendado por la entidad contra el coronavirus.

La OMS recomienda su utilización solo entre pacientes de covid-19 que no hayan desarrollado formas graves de la enfermedad, pero que corran un muy alto riesgo de hospitalización, tales como personas no vacunadas, de la tercera edad, pacientes con deficiencias inmunológicas o con enfermedades crónicas. Al mismo tiempo, el organismo internacional desaconseja su uso entre niños y mujeres embarazadas o lactantes.

El fármaco, desarrollado por el laboratorio estadounidense MSD (Merck Sharp & Dohme), se consume en pastillas y, según la OMS, si se utiliza con los primeros síntomas de infección, puede evitar hospitalizaciones. Esta medicación se administra en cuatro pastillas (800 miligramos) dos veces al día durante cinco jornadas, el tiempo habitual de desarrollo de síntomas de la enfermedad. Usado lo antes posible después de la infección, indica la OMS, puede ayudar a prevenir la hospitalización.

El medicamento actúa introduciendo errores en el código genético del virus SARS-CoV-2, lo que evita que el virus se replique en el organismo. La recomendación se basa en nuevos datos de seis ensayos en los que participaron 4.796 pacientes. Este es el conjunto de datos más grande sobre este fármaco que existe hasta el momento. También se informó que si bien molnupiravir no está ampliamente disponible, se tomaron medidas para mejorar las posibilidades de acceso a este remedio. Todavía no está disponible en Argentina.

Médicos Sin Fronteras alertó ya en 2021 de que un tratamiento de cinco días con molnupiravir a precios de mercado puede costar unos 700 dólares, aunque si se desarrollaran genéricos alternativos, como ya se hace en India, su precio podría bajar a 20 dólares. Por otra parte, la novena actualización de la guía terapéutica para el covid-19 de la OMS incluyó una recomendación sobre casirivimab-imdevimab, un cóctel de anticuerpos monoclonales.

En base a la evidencia de que esta combinación de medicamentos es ineficaz contra la variante Ómicron del covid-19, la OMS ahora recomienda que solo se la administre ante infecciones causada por otras variantes.​

Países que lo aprobaron

El antiviral molnupiravir está aprobado en Reino UnidoEstados UnidosJapón e India. Y también en varios países de Latinoamérica. México le otorgó una autorización de emergencia en enero. Ese mismo mes, Bolivia comenzó a comercializarlo, mientras que Perú autorizó el pasado 17 de febrero su comercialización. El gobierno de El Salvador anunció, también en febrero, la compra de 4 millones de dosis del fármaco, que ya comenzó a distribuir. Este miércoles, en tanto, el Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay confirmó la habilitación del molnupiravir a la vez que aclaró que, de todas formas, el medicamento aún no está regulado en el país.

El mes pasado, el laboratorio indio Hetero informó que logró demostrar que la droga molnupiravir evita en un 65% las hospitalizaciones en pacientes con coronavirus moderado a grave de acuerdo a los estudios en fase tres presentados en la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas.

Una nueva investigación halló diferencias significativas entre los dos tipos de vitamina D, y concluyó que la vitamina D2 tiene un impacto "cuestionable" en la salud humana. Por el contrario, encontró que la vitamina D3 podría ayudar a equilibrar el sistema inmunológico y a fortalecer las defensas contra infecciones virales como el COVID-19..

En un estudio colaborativo de las universidades británicas de Surrey y Brighton, los investigadores investigaron el impacto de los suplementos de vitamina D  (D2 y D3) tomados diariamente durante un período de tres meses. Los resultados fueron publicados en la revista Frontiers in Immunology.

El equipo de investigación descubrió que ambos tipos de vitamina D no producían el mismo impacto. Encontraron evidencia de que la vitamina D3 tenía un efecto modificador en el sistema inmunológico que podría ayudar al organismo a defenderse contra enfermedades virales y bacterianas.

"Hemos demostrado que la vitamina D3 parece estimular el sistema de señalización del interferón tipo I en el cuerpo, una parte clave del sistema inmunitario que proporciona una primera línea de defensa contra las bacterias y los virus. Por lo tanto, un estado saludable de vitamina D3 puede ayudar a prevenir que virus y bacterias se afiancen en el cuerpo", explicó sobre los hallazgos el profesor Colin Smith, autor principal del estudio.

"Nuestro estudio sugiere que es importante que las personas tomen un suplemento de vitamina D3 o alimentos adecuadamente fortificados , especialmente en los meses de invierno", subrayó Smith.

La vitamina D3 se produce naturalmente en la piel a partir de la exposición a la luz solar o a la luz ultravioleta UVB artificial, mientras que algunas plantas y hongos producen vitamina D2.

Muchas personas tienen niveles insuficientes de vitamina D3 porque viven en lugares donde la luz solar es limitada en invierno, como el Reino Unido. Al pasar más tiempo en casa, la pandemia de Covid-19 también limitó la exposición natural de las personas al sol.

"La deficiencia de vitamina D puede deberse al área geográfica donde vivimos (el sur de nuestro país tiene menores niveles de vitamina D), al factor estacional (ya que el invierno, el frío y la lluvia disminuyen la radiación solar), a la contaminación ambiental o al hábito de estar muchas horas sin salir a la luz solar", explicaba en una nota con Clarín Alicia Bagur, médica osteóloga, directora médica de Mautalen Salud e Investigación.

Aunque algunos alimentos están fortificados con vitamina D (cereales para el desayuno, yogures y pan) y pocos c, pocos contienen la vitamina de forma natural (pescados grasos como el salmón, boquerón, caballa o arenque; la yema de huevo; los hongos expuestos al sol por 30 a 60 minutos; y lácteos suplementados con vitamina D).

El colecalciferol (vitamina D3) pertenece a una clase de medicamentos llamados análogos de la vitamina D. El cuerpo necesita el colecalciferol para tener huesos, músculos y nervios saludables y fortalecer el sistema inmunitario. Su acción consiste en ayudar al cuerpo a usar más del calcio que se encuentra en los alimentos o suplementos.

"Si bien descubrimos que la vitamina D2 y la vitamina D3 no tienen el mismo efecto sobre la actividad genética en los humanos, la falta de impacto que encontramos al observar la vitamina D2 significa que se requiere en forma urgente un estudio más amplio para aclarar las diferencias en los efectos. Sin embargo, estos resultados muestran que la vitamina D3 debería ser la forma preferida para los alimentos y suplementos fortificados", concluyó la profesora Susan Lanham-New, coautora del estudio y jefa del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Surrey.