Hoy en Revista Dosis

Muchas personas tienen que tomar estatinas para reducir sus niveles de colesterol. Pero las estatinas podrían hacer aún más. Investigadores alemanes han publicado un estudio en la revista científica Clinical and Translational Medicine que muestra que estos fármacos inhiben un gen que favorece la metástasis de las células cancerosas.

Los pacientes con cáncer rara vez mueren por el tumor primario, si no por las metástasis, incluso después de haber sido operados con éxito del tumor. Esto se debe a que las células cancerosas a veces se extienden a otras partes del cuerpo al principio de la enfermedad, cuando el tumor es todavía muy pequeño y puede que ni siquiera se haya descubierto aún. Para ello deben desprenderse de la matriz extracelular y migrar a los vasos linfáticos o sanguíneos vecinos que las transportan a nuevos tejidos, donde se asientan y proliferan.

La comprensión de los mecanismos moleculares de la metástasis es, por tanto, una pieza clave del rompecabezas de la lucha contra el cáncer. Hace más de diez años, estos investigadores lograron descubrir un importante motor de este proceso en el cáncer colorrectal humano: el gen asociado a la metástasis en el cáncer de colon 1 (MACC1).

 

Cuando las células cancerosas expresan MACC1, aumenta su capacidad para proliferar, desplazarse por el cuerpo e invadir otros tejidos. “Muchos tipos de cáncer se propagan solo en pacientes con alta expresión de MACC1″, explica uno de los líderes de la investigación, Ulrike Stein.

El papel de MACC1 como factor clave y biomarcador del crecimiento tumoral y la metástasis -no solo en el cáncer colorrectal, sino en más de 20 tumores sólidos como el gástrico, el de hígado y el de mama- ha sido estudiado desde entonces por muchos otros investigadores de todo el mundo y confirmado en más de 300 publicaciones.

En su búsqueda de inhibidores de MACC1, los investigadores realizaron un cribado de fármacos de alto rendimiento con sus colegas del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) de Heidelberg (Alemania). De forma independiente, dieron con las estatinas. Probaron este descubrimiento en varias líneas celulares tumorales, con resultados favorables: los siete fármacos probados redujeron la expresión de MACC1 en las células, pero en distintos grados.

A continuación, los científicos administraron los inhibidores del colesterol a ratones modificados genéticamente con una mayor expresión de MACC1. Esto suprimió casi por completo la formación de tumores y metástasis en los animales. “Lo que es particularmente notable es que los beneficios continuaron en los animales incluso después de que redujéramos la dosis en relación con la cantidad que los humanos normalmente ingieren”, dice Stein.

Los investigadores también examinaron los datos de un total de 300.000 pacientes a los que se les habían recetado estatinas. Este análisis encontró una correlación. “Los pacientes que tomaban estatinas tenían solo la mitad de incidencia de cáncer en comparación con la población general”, explican.

Stein desaconseja tomar estatinas como medida preventiva sin consultar a un médico y hacer que se controlen los niveles de lípidos, para asegurarse de que no se produzcan efectos secundarios graves. “Todavía estamos en los inicios. Las líneas celulares y los ratones no son seres humanos, por lo que no podemos trasladar directamente los resultados”, subraya el científico.

Adelantarse para intervenir a tiempo. El alzhéimer se desarrolla durante muchos años antes de ser clínicamente visible. Por eso, para los especialistas en alzhéimer es vital conocer qué factores de riesgo se asocian a esta enfermedad neurodegenerativa hasta 15 años antes de la aparición de los primeros síntomas. De este modo, se podría mejorar la prevención temprana en pacientes de riesgo. Con este objetivo, un equipo multidisciplinar de investigadores del proyecto Aramis del Instituto del Cerebro de París (INSERM/CNRS/Universidad de la Sorbona), dirigido por Stanley Durrleman, del INSERM/Universidad de Burdeos, y de Cegedim Health Data, analizó las historias clínicas anonimizadas de casi 80.000 pacientes de consultas de médicos generales en Francia y el Reino Unido, extraídos de la base de datos THIN®.

Los científicos identificaron diez patologías desarrolladas con mayor frecuencia por aquellos que en los siguientes 15 años reportaron alzhéimer en comparación con otros pacientes de la misma edad. Estos hallazgos se publican en la revista «The Lancet Digital Health».

Por primera vez, un equipo de investigadores ha accedido a los datos médicos anónimos de cerca de 40.000 pacientes con enfermedad de Alzheimer y de la misma cantidad de sujetos control que no desarrollaron patologías neurodegenerativas durante el período estudiado.

La experiencia del equipo Aramis en el modelado matemático hizo posible realizar un análisis sin hipótesis predefinidas y probar el posible vínculo entre la aparición de la enfermedad de Alzheimer y 123 factores de salud. Las exploraciones estadísticas de registros médicos históricos arrojaron una lista de las 10 condiciones más comunes que experimentan los pacientes que desarrollan la enfermedad de Alzheimer dentro de los 15 años siguientes.

La depresión encabezó la lista, seguida de la ansiedad, la exposición a mucho estrés, la pérdida de audición, el estreñimiento, la espondilosis cervical, la pérdida de memoria, la fatiga (y malestar) y, finalmente, las caídas y la pérdida repentina de peso. «Las conexiones realizadas nos permitieron confirmar asociaciones conocidas, como problemas de audición o depresión, y otros factores menos conocidos o síntomas tempranos, como espondilosis cervical o estreñimiento. Sin embargo, solo estamos reportando asociaciones estadísticas. Estas tendrán que ser el tema de más estudios para comprender los mecanismos subyacentes», señala el investigador Thomas Nedelec, del equipo Aramis. «La pregunta sigue siendo si los problemas de salud encontrados son factores de riesgo, síntomas o señales de advertencia de la enfermedad», añade.

La epidemióloga y directora de investigación del Inserm, Carole Dufouil, y el neurólogo Stéphane Epelbaum, ayudaron a validar la metodología e interpretar la relevancia de estas asociaciones estadísticas. Aunque estos resultados aún necesitan ser perfeccionados, ya son valiosos para los profesionales de la salud y todos aquellos involucrados en la prevención, que podrían tratar de abordar estos factores de riesgo tan pronto como se detecten con la esperanza de prevenir la enfermedad.

El próximo paso de los investigadores de Aramis, gracias a una beca del programa europeo para el estudio de enfermedades neurodegenerativas, será agregar información de pacientes de Suecia y Australia al conjunto y así ampliar sus análisis a más de 26 millones de datos anonimizados. Esto también permitirá extender la investigación a otras enfermedades degenerativas ( párkinson, enfermedad de Charcot, esclerosis múltiple, etc.). «Esperamos, a través de este enfoque, identificar la base común de estas enfermedades y las especificidades asociadas a cada una», concluye Stanley Durrleman.

La prevalencia mundial de la diabetes ha aumentado drásticamente en los últimos 20 años. En el año 2000 había 170 millones de personas en todo el mundo que padecían diabetes. En 21 años la cifra creció a 450 millones, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y la tendencia no parece revertirse

Por su parte, en materia de hipertensión, el número de personas de 30 a 79 años con este padecimiento se duplicó entre 1990 y 2019, de 331 millones de mujeres y 317 millones de hombres en 1990 a millones de mujeres y 652 millones de hombres en 2019.

La OMS señala que las personas con presión arterial alta y diabetes corren un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. Quien tiene diabetes, debe controlar la presión arterial regularmente, ya que las personas que padecen la dos afecciones son más propensas a todo tipo de complicaciones de la diabetes, como problemas en los pies, los ojos y los riñones.

El descubrimiento de un grupo de investigadores publicado en el medio especializado Circulation Research ha demostrado que un péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) de una pequeña célula proteica combina el control del cuerpo del azúcar en la sangre y la presión arterial. 

El profesor Julian Paton, autor principal de este documento y director de Manaaki Mãnawa, el Centro de Investigación del Corazón de la Universidad de Auckland, indicó: “sabemos desde hace mucho tiempo que la presión arterial alta y la diabetes están inextricablemente vinculadas y finalmente hemos descubierto la razón, que ahora permitirá nuevas estrategias de tratamiento".

La investigación involucró contribuciones de científicos colaboradores en Brasil, Alemania, Lituania y Serbia, así como también en el Reino Unido y Nueva Zelanda.

 

¿Qué es GLP-1?

El GLP-1 se libera de la pared del intestino después de comer y actúa para estimular la insulina del páncreas para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Esto se sabía, pero los científicos descubrieron que el GLP-1 estimula un pequeño órgano sensorial llamado cuerpo carotídeo ubicado en el cuello.

 

El grupo de la Universidad de Bristol utilizó una técnica genómica imparcial y de alto rendimiento llamada secuenciación de ARN para leer todos los mensajes de los genes expresados en el cuerpo carotídeo en ratas con y sin presión arterial alta. Esto condujo al hallazgo de que el receptor que detecta GLP-1 está ubicado en el cuerpo carotídeo, pero menos en ratas hipertensas.

 

David Murphy, profesor de Medicina Experimental de la Escuela de Medicina de Bristol de Ciencias de la Salud Traslacionales (THS) y también autor principal, explicó: “localizar el vínculo requirió perfiles genéticos y múltiples pasos de validación. Nunca esperábamos que GLP-1 apareciera en el radar, por lo que esto es muy emocionante y abre muchas oportunidades nuevas”.

 

 

Las personas con presión arterial alta y diabetes tienen un alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares potencialmente mortales. Incluso cuando reciben medicación, una gran cantidad de pacientes permanecerán en alto riesgo. Esto se debe a que la mayoría de los medicamentos solo tratan los síntomas y no las causas de la presión arterial alta y la diabetes.

El profesor Rod Jackson, reconocido epidemiólogo de la Universidad de Auckland, aclaró: " sabemos que la presión arterial es muy dificil de controlar en pacientes con niveles altos de azúcar en la sangre, por lo que estos hallazgos son realmente importantes porque al administrar GLP-1 podríamos ser capaces de reducir tanto el azúcar como la presión juntos, y estos dos factores son los principales contribuyentes al riesgo cardiovascular”.

Audrys Pauža, estudiante de doctorado financiado por la Fundación Británica del Corazón en el laboratorio del profesor David Murphy en la Escuela de Medicina de Bristol y también autor principal del estudio, agregó: “la prevalencia de la presión arterial alta y la diabetes está aumentando en todo el mundo, y hay un necesidad urgente de abordar ambas dolencias. Los medicamentos dirigidos al receptor GLP-1 ya están aprobados para su uso en humanos y se utilizan ampliamente para tratar la diabetes. Además de ayudar a reducir el azúcar en la sangre, estos medicamentos también reducen la presión arterial; sin embargo, el mecanismo de este efecto no se entendía bien hasta ahora”.

Esta investigación reveló que estos fármacos en realidad pueden funcionar en los cuerpos carotídeos para ejercer su efecto antihipertensivo. “A partir de este trabajo, ya estamos planificando estudios traslacionales en humanos para llevar este descubrimiento a la práctica, de modo que los pacientes con mayor riesgo puedan recibir el mejor tratamiento disponible”, dijo el investigador.

Martes, 22 Febrero 2022 10:38

Tratamiento mejora el pronóstico del ictus

Un estudio coordinado por investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS y publicado en la revista «JAMA» demuestra que la administración de un tratamiento después de la intervención para atrapar el trombo mejora el pronóstico de los pacientes de forma significativa. Este método puede suponer un cambio de paradigma en el tratamiento del ictus isquémico en todo el mundo

Restablecer la circulación después de un ictus isquémico es clave para preservar la función del área del cerebro afectada y conseguir que los pacientes se recuperen con las menores secuelas posibles.

 

En el estudio participaron 121 pacientes atendidos en los centros terciarios de ictus en Cataluña. A un grupo de pacientes se les administró el tratamiento fibrinolítico (r-tPA) después de la trombectomía mecánica y al otro grupo, placebo después de realizar el mismo procedimiento.

Ángel Chamorro, jefe de la Unidad de Patología Vascular Cerebral y del grupo de investigación Enfermedades cerebrovasculares del IDIBAPS ha diseñado y coordinado el estudio y presenta sus resultados en la International Stroke Conference en Nueva Orleans.

La trombectomía mecánica es un tipo de tratamiento que consiste en la introducción de un catéter por la arteria femoral a través del cual se hace avanzar un stent hasta la arteria obstruida con el objetivo de capturar, entre las mallas del stent, el trombo y extraerlo después de la circulación. Se trata de un procedimiento de elevada complejidad que sólo se realiza en hospitales terciarios con profesionales altamente cualificados.

«En el 80% de los casos conseguimos que la sangre vuelva a circular con normalidad, pero hemos observado que a los tres meses el porcentaje de personas que están completamente libres de secuelas es del 27%» explica Ángel Chamorro. «Somos mucho más eficaces restableciendo la normalidad de la circulación respecto a la eficacia clínica que observamos», añade. Esta diferencia de porcentajes evidencia que el tejido del cerebro cercano a la formación del trombo va a morir, aunque la sangre vuelva a circular con aparente normalidad.

Lo que se plantea en el estudio es que, aunque la arteria principal esté abierta, existe afectación a nivel de la microcirculación cerebral. «Esta microcirculación queda obstruida, es como si abriéramos una autopista, pero mantuviéramos cerradas las salidas» apunta Chamorro.

La microcirculación queda por debajo del nivel diagnóstico de la arteriografía cerebral que se utiliza para ver la repercusión después de la trombectomía mecánica. Para restablecerla, los investigadores se plantearon la administración de un fármaco fibrinolítico, que potencia la disolución de los trombos y ayuda a restablecer el flujo sanguíneo, después de la realización de la trombectomía. «Con esta aproximación, tratamos lo que no vemos pero que sabemos que está ahí», explica el primer firmante del trabajo y coordinador del ensayo en el Hospital Clínic ha sido Arturo Renú .

La intolerancia a las estatinas está ampliamente sobredimensionada, pese a que es una causa principal de discontinuación del tratamiento. Así se extrae del mayor estudio realizado hasta la fecha para determinar la frecuencia de este problema y que la sitúa en el 9,1% de los pacientes que reciben estos fármacos. Los motivos para abandonar las estatinas, una de las principales herramientas farmacológicas de reducción del riesgo cardiovascular, no serían por tanto achacables a los medicamentos.

Según los investigadores, uno de cada dos pacientes con estatinas atribuye a sus pastillas para el colesterol dolor muscular y otros efectos secundarios. Como consecuencia abandona el tratamiento o reduce la dosis o las tomas. Un nuevo metaanálisis de estudios internacionales, con más de cuatro millones de pacientes, demuestra que la prevalencia real de la intolerancia a las estatinas no alcanza a una de cada diez personas.

Los autores afirman que sus hallazgos demuestran que la intolerancia a las estatinas se sobreestima por los pacientes y se sobrediagnostica por los médicos, lo que redunda en un control subóptimo del riesgo cardiovascular, incrementando el riesgo de eventos, incluidas muertes. Los resultados de la investigación se publican este miércolesen el European Heart Journal, la revista oficial de la Sociedad Europea de Cardiología.

Las evidencias que avalan la eficacia de las estatinas en la prevención cardiovascular son sólidas. Estos hipolipemiantes orales se encuentran entre los medicamentos más recetados en todo el mundo. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro qué porcentaje de pacientes son realmente intolerantes, ya que los datos procedentes de registros, ensayos clínicos y otros estudios arrojan una horquilla de entre el 5% y el 50%.

 

Los nuevos resultados proceden de un metaanálisis de 176 ensayos y estudios de cohortes con 4.143.517 pacientes de todo el mundo dirigido por Maciej Banach, de la Universidad Médica de Lodz y la Universidad de Zielona Góra (Polonia), en nombre del Grupo de Colaboración de Metaanálisis de Lípidos y Presión Arterial y el Panel Internacional de Expertos en Lìpidos. Con su estudio, los investigadores pretenden cerrar el debate sobre la frecuencia de intolerancia a las estatinas.

El artículo apunta que la causa más común de interrupción son los síntomas musculares. Otros posibles efectos adversos de estos fármacos son los trastornos neurocognitivos, la hepatotoxicidad, el ictus hemorrágico y la toxicidad renal. Aunque también pueden conducir al abandono del tratamiento, la causalidad solo se ha confirmado para el dolor muscular, la elevación temporal de la aminotransferasa alanina y el nuevo diagnóstico de diabetes.

 

RESULTADOS

En el metaanálisis, la prevalencia global de intolerancia a las estatinas fue del 9,1%, y fue aún menor cuando se evaluó según los criterios diagnósticos de la  Asociación Nacional de Lípidos de Estados Unidos, la ILEP y la Sociedad Europea de Aterosclerosis: 7%, 6,7% y 5,9% respectivamente.

“Estos resultados no han sido una sorpresa para mí, pero sí para muchos otros expertos”, afirma Banach. “Muestran que, en la mayoría de los casos, la intolerancia a las estatinas está sobreestimada y sobrediagnosticada, y significan que alrededor del 93% de los pacientes en tratamiento con estatinas pueden tratarse de manera efectiva, con muy buena tolerabilidad y sin problemas de seguridad”.

De hecho, apunta, que este porcentaje de buena tolerabilidad es igual o mejor que el de otros medicamentos que se emplean en Cardiología, como los anticoagulantes y los antiagregantes.

Los investigadores comprenden que los médicos deben evaluar los síntomas de los pacientes de intolerancia a las estatinas con cautela, para determinar si están realmente causados por los fármacos o podrían deberse al efecto nocebo.

FACTORES DE RIESGO

El metaanálisis también permite identificar los factores de riesgo de intolerancia a las estatinas. El principal es ser mujer, ya que el sexo femenino incremento el riesgo un 47,9%, seguido del hipotiroidismo (37,6%), el consumo de estatinas a dosis altas (37,5%), la edad (33,1%), la toma de bloqueantes de los canales de calcio (35,5%) y de antiarrítmicos (31,2%).

Otros factores que aumentaron la probabilidad de intolerancia a las estatinas fueron la insuficiencia renal y crónica, la práctica de ejercicio físico, el consumo de alcohol, la diabetes mellitus, la obesidad y la raza negra o asiática.

Para Banach, “es de vital importancia conocer estos factores de riesgo para que podamos predecir de manera efectiva que un paciente en particular tiene un mayor riesgo de intolerancia a las estatinas”. De esta forma, expone, se pueden tomar en consideración medidas para reducir el riesgo de efectos adversos y mejorar la adherencia, como usar dosis bajas de estatinas y combinar el tratamiento o cambiarlo a otros fármacos.

El experto señala que el mensaje a los pacientes es que “deben seguir tomando estatinas de acuerdo con la dosis prescrita y discutir cualquier efecto secundario con su médico, en lugar de suspender el medicamento”.

“El mismo mensaje claro se puede dirigir a los médicos que tratan a pacientes con niveles altos de colesterol”, comprende Banach. “La mayoría de los casos de intolerancia a las estatinas observados en la práctica clínica están asociados con efectos causados por creencias erróneas de los pacientes sobre los efectos secundarios de las estatinas o pueden deberse a otras razones”.

A nivel mundial, el 55% de la población recibió el esquema completo de vacunación contra el COVID-19. En la Argentina, más del 78% de la población general ya accedió a ese esquema primario al aplicarse las dos dosis de vacunas. Además el 33,1% recibió una tercera dosis como refuerzo o como adicional. En marzo próximo, se empezará a aplicar una cuarta dosis solo en las personas que han recibido la dosis adicional, según el plan estratégico de vacunación del Ministerio de Salud de la Nación.

Esa cuarta dosis ya se había establecido para un grupo específico de la población en el país. En noviembre pasado, la cartera de Salud había especificado en los lineamientos de vacunación que se iba a dar una dosis adicional como parte del esquema primario, cuando la respuesta inmune inicial fuera “probablemente insuficiente”.

Dentro del grupo de los que han recibido la tercera dosis como adicional, están las personas con inmunocompromiso. Se incluyó a las personas en tratamiento oncológico para tumores sólidos y onco-hematológicos, las que han recibido un trasplante de órgano sólido en tratamiento inmunosupresor, y las que recibieron trasplante de células progenitoras hematopoyéticas en los últimos 2 años o en tratamiento inmunosupresor.

También dentro del grupo de los que recibieron la dosis adicional están las personas con inmunodeficiencia primaria moderada o grave, personas que viven con VIH independientemente del recuento de CD4 y niveles de carga viral, personas en tratamiento activo con corticosteroides en dosis altas o medicación inmunosupresora, con insuficiencia renal crónica en hemodiálisis, con enfermedades autoinmunes y/o tratamientos con inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos.

Se incluyó también en el grupo de dosis adicional a las personas de 50 años o mayores que habían recibido un esquema primario de vacuna a virus inactivado, como la desarrollada por Sinopharm.

Después de los cuatro meses de haber recibido la dosis adicional, ese grupo de personas accederá entonces a la cuarta dosis que cumple la función de dosis de refuerzo como se viene dando en el resto de la población.

 

“Las únicas personas que recibirían una cuarta dosis son aquellos que por indicación recibieron dosis adicional en noviembre o en diciembre. Es decir, lo que reciben es el refuerzo pasado cuatro meses de la dosis adicional”, dijo Juan Manuel Castelli, Subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación y a cargo del plan de vacunación. En marzo, se cumplirán los 4 meses de intervalo para las personas que recibieron la dosis adicional en noviembre.

La "dosis de refuerzo" para Covid-19 se aplica por una razón diferente a la "dosis adicional". Según la cartera de Salud, el refuerzo (o “booster”) se administra luego del esquema primario con respuesta inmunológica inicial suficiente. Tiene en cuenta la posible disminución de la respuesta en el transcurso del tiempo.

En el país, otras vacunas también implican la aplicación de dosis de refuerzo como por ejemplo la triple viral y la doble bacteriana.

Las tercera dosis -tanto las que se aplican como adicionales como las de refuerzo- se habían empezado a dar en noviembre pasado.

De a poco, las terceras dosis pasaron a ser la mayoría de las dosis semanales del plan de vacunación.  En la primera semana de enero pasado, el 64% del total aplicado se usó como adicional o como refuerzo. En la última semana de enero, la proporción de aplicaciones de la tercera dosis (incluyendo las dosis como adicionales y las de refuerzo) pasó a ser el 69% .

 

 

Un equipo de investigación de la Facultad de Odontología de la Universidad de Montreal (Canadá), ha descubierto una proteína humana con beneficios potenciales más allá de la salud oral y dental.

Estudios recientes han demostrado que una proteína presente en el epitelio gingival (la parte de las encías que rodea los dientes) puede tener propiedades antimicrobianas, en particular contra la bacteria Porphyromonas gingivalis.

El estudio da nuevas pistas sobre la fosfoproteína rica en prolina-glutamina 1 secretora de unión al calcio (SCPPPQ1), una proteína expresada por las células del epitelio de unión.

Para el coordinador del estudio publicado en «Scientific Reports», Antonio Nanci, «el potencial antibacteriano de la proteína SCPPPQ1 podría utilizarse no solo para limitar la enfermedad periodontal sino también como un enfoque de tratamiento para controlar los efectos de las bacterias en el cerebro o en otros sitios a los que se propagan».

«Esta proteína podría ofrecer una estrategia adicional para abordar el problema de la resistencia bacteriana», dijo Charline Mary, autora principal del artículo.

El entorno oral es el segundo microbioma más importante del cuerpo humano después del intestino, al que está estrechamente relacionado. Dentro de la boca, el epitelio de unión es la parte de la encía que sella los tejidos de soporte del diente del ambiente oral agresivo. En pocas palabras, su función es hacer que la encía se adhiera al diente y así limitar el paso de bacterias entre las dos estructuras.

«Los dientes son el único lugar por donde se penetra a la envoltura integral del cuerpo humano, por lo que son un lugar crítico para la entrada de bacterias», explica Nanci.

«Como sabemos desde hace algunos años, la infección oral por P. gingivalis es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Ya que la SCPPPQ1 puede retardar el crecimiento de esta bacteria e incluso destruirla, podemos erradicar la causa de la enfermedad.

En las próximas fases del estudio se investigará con mayor profundidad el potencial de SCPPPQ1 para prevenir la enfermedad periodontal, en caso de poder agregarse a la pasta de dientes, por ejemplo, y evaluarán su capacidad para destruir las bacterias que ya han penetrado en el sello entre la encía y el diente.

La droga semaglutida, también conocida como Wegovy, fue aprobada en junio pasado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y ayer se supo que pronto lo hará el ente regulador del Reino Unido para que sea prescrita por los médicos en personas con determinados niveles de obesidad.

Se trata de una droga conocida y en uso en muchos países del mundo, incluida en Argentina, pero para personas con diabetes. Su aplicación en personas que necesitan bajar de peso es más nueva y aún no se da en todos los países, como es el caso de Argentina, donde sí es habitual su prescripción en diabéticos. 

La droga implica la aparición, no de la semaglutida sino de la liraglutida, que es la primera que salió y significa “un antes y después” en el tratamiento de la obesidad. Hacía varios años que no surgía un nuevo tratamiento farmacológico para esta enfermedad crónica.

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) comenzará en los próximos meses a brindar el fármaco inyectable que permitirá bajar de peso a personas con determinados niveles de obesidad. El suministro del medicamento se producirá luego de que el ente regulador de ese país otorgue la aprobación para su uso, lo que se estima ocurrirá en los próximos meses. El Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención británico (NICE, por sus siglas en inglés) indicó que, según los estudios previos, las personas que recibieron las inyecciones semanales pudieron bajar un 12% de peso en promedio después de 68 semanas. El NICE es una organización independiente que provee orientación para la promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades en el NHS.

Por su parte, la FDA aprobó en junio pasado la inyección de un fármaco cuyo componente es la semaglutida (2.4 mg, una vez a la semana) para el control de peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una afección relacionada con el peso (como presión arterial alta, diabetes tipo 2 o colesterol alto), para su uso junto con una dieta baja en calorías y una mayor actividad física.

Esta inyección debajo de la piel es el primer medicamento aprobado para el control de peso crónico en adultos con obesidad general o sobrepeso desde 2014. En Estados Unidos, el medicamento está indicado para el control de peso crónico en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) de 27 kg / m2 o mayor, para aquellos que tienen al menos una dolencia relacionada con el peso o en personas con un IMC de 30 kg / m2 o más.

Un proyecto de investigación europeo recomienda que la red de farmacias comunitarias participe en los futuros planes de preparación de los países para las emergencias de salud pública, como la pandemia de COVID-19, cuando se necesita “una respuesta rápida a una población masiva en un plazo breve”.

En un documento publicado en la revista científica ‘Research in Social and Administrative Pharmacy’, los investigadores proponen 31 intervenciones farmacéuticas sobre el COVID-19 en 32 países de Europa.

Las intervenciones incluyen medidas de prevención, respuesta y recuperación. También abarca la mejora del acceso a los medicamentos, la ampliación de las competencias de las farmacias, las pruebas rápidas de antígenos y la vacunación contra el COVID-19.

Los farmacéuticos comunitarios han sido incluidos en las guías de prevención, preparación y respuesta ante una pandemia, tras la pandemia de gripe de 2009; sin embargo, la mayoría de los ejemplos proceden de Estados Unidos, Canadá y Australia, y esto es lo que impulsó a los autores a realizar esta investigación.

“En abril de 2020, parecía haber pocos estudios de investigación que detallaran las intervenciones sobre la COVID-19 realizadas por los farmacéuticos comunitarios en Europa, a pesar de que había varias noticias sobre cambios relevantes en la práctica que se producían casi cada semana y que habían surgido a principios de 2020 procedentes de las asociaciones de farmacia”, explica el líder del estudio, Zaheer-Ud-Din Babar, de la Universidad de Huddersfield (Reino Unido).

Aunque la investigación reconoce que el informe no proporciona orientaciones concretas sobre la práctica y la elaboración de políticas, el profesor Babar cree que los hallazgos pueden allanar el camino para que las asociaciones de farmacias exploren las negociaciones con los gobiernos para mejorar el papel de las farmacias en la facilitación del acceso a los medicamentos esenciales, los medicamentos que normalmente se suministran en los hospitales, el suministro de emergencia, en el cribado de pruebas de antígenos, las vías de derivación estructuradas de los pacientes expuestos a las pruebas de anticuerpos para la evaluación de la inmunidad y en la administración de vacunas. El informe también revela que, dado que las farmacias comunitarias fueron capaces de realizar una amplia gama de intervenciones sobre la COVID-19, esto podría haber aliviado la carga de otros servicios de atención sanitaria y, por tanto, haber proporcionado un valioso apoyo adicional a los pacientes.

Una persona hospitalizada y con una inadecuada ingesta alimentaria, presenta un mayor riesgo de complicaciones como alteraciones de la inmunidad, retraso en la curación de heridas, disminución de la función muscular y un aumento de los tiempos de hospitalización, con el consiguiente perjuicio para el paciente y su familia y con mayores costos para el sistema sanitario. La malnutrición asociada a la enfermedad prolonga la rehabilitación pos internación, los tiempos de la curación y los de la reinserción social y laboral.

 

En la Semana de la Concientización de la Alimentación por Sonda, que se conmemora del 8 al 12 de febrero, los especialistas subrayan la importancia de que todos los profesionales de la salud contemplen esta modalidad de alimentación.

 

Los motivos por los cuales una persona no puede alimentarse de forma convencional, es decir, ingiriendo alimentos por boca, suelen estar asociados a trastornos de la deglución, aumento de los requerimientos  calóricos y proteicos que no se pueden cubrir únicamente por la vía oral, la imposibilidad de alimentarse por sus propios medios (como ante un estado de inconciencia) y las internaciones en terapia intensiva, todas situaciones que impactan negativamente en el estado nutricional del individuo", afirmó la Lic. en Nutrición Silvia Patricia Jereb, ex presidenta de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND) y ex jefa del Departamento de Alimentación del Hospital 'Prof. Alejandro Posadas'. 

Entre las condiciones más comunes por las cuales una persona puede llegar a presentar algunas de estas dificultades se encuentran, entre otros, los trastornos neurológicos y neuromusculares, incapacidad para tragar, malformaciones anatómicas o postquirúrgicas de la boca y el esófago y cáncer y trastornos digestivos.

La situación del paciente no tiene que ser necesariamente crítica para recurrir a la alimentación por sonda, técnicamente llamada 'nutrición enteral', sino que es una medida oportuna en cualquier otro momento y, en muchos casos, puede ser solo de carácter transitorio. Entre sus beneficios, permite mantener y/o mejorar el estado nutricional del paciente, agilizando su recuperación: un paciente mejor alimentado tiene mejores resultados clínicos.

"Pensemos en un adulto mayor que sufrió una fractura de cadera y que no se puede mover, al que se le pueden sumar también otros factores como depresión y anorexia, luego de optimizar la vía oral y no poder alcanzar los requerimientos nutricionales, alimentarlo por sonda le asegurará la nutrición necesaria para que se rehabilite rápidamente. También hay niños que tienen epilepsia refractaria y en muchos casos esta modalidad es la única manera de alimentarlos", sostuvo la Lic. Jereb, quien también se desempeña como gerente científica de Nutricia Bagó.

La nutrición enteral no es exclusiva de la hospitalización, sino que los pacientes pueden recibir soporte nutricional domiciliario también una vez que vuelven a su casa con su patología de base estabilizada. Esta modalidad reduce al 50% los costos con respecto al tratamiento hospitalario, además de que acorta la rehabilitación y los tiempos de la reinserción social y laboral.

El soporte nutricional tiene como objetivo cubrir las necesidades del organismo, aportando los nutrientes precisos en cantidad y calidad. Las dos modalidades de soporte nutricional son la enteral (aporte de nutrientes por vía digestiva, como la alimentación por sonda) y la parenteral (aporte de nutrientes por vía venosa).

La sonda de alimentación enteral es un tubo de calibre muy pequeño que ingresa por la nariz y puede llegar hasta el estómago o intestino. Es un procedimiento sencillo, no traumático e indoloro, que lo realiza personal altamente capacitado, en comunicación permanente con el paciente, contándole paso a paso la forma de colocación para que también participe. A través de la sonda se infunden fórmulas nutricionales que se denominan alimento para propósito médico específico, en dosis precisas, para cubrir los requerimientos de nutrientes de cada paciente en forma personalizada, en el marco de un tratamiento integral que implementa un equipo de nutricionistas, enfermeros, médicos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, farmacéuticos y bioquímicos, entre otros.

"Son fórmulas nutricionales completas que brindan macronutrientes y todas las vitaminas y minerales necesarios para que la persona que está recibiéndolos tenga una alimentación adecuada y completa. Además, están ajustadas a determinadas situaciones del paciente: hay fórmulas diversas, por ejemplo, algunas con más proteínas y menos fibra y otras que son aptas para pacientes diabéticos; todas estas fórmulas tienen investigación científica detrás", indicó la Lic. Jereb.

Existen varios esquemas o modalidades para administrar las fórmulas enterales: durante todo el día (como cuando el paciente se encuentra en terapia intensiva), durante la noche o el día (si el paciente se encuentra trabajando o haciendo rehabilitación las horas restantes) y también durante varios momentos del día (infusión en el horario del desayuno, almuerzo, merienda y cena). Cada paciente tiene un plan de cuidado nutricional personalizado que estará a cargo del equipo multidisciplinario. 

"Nuestro desafío, aprovechando el marco de la Semana de Concientización sobre la Alimentación por Sonda, es que la comunidad médica reconozca la importancia de la nutrición como parte del tratamiento integral del paciente. Se ha educado mucho en la importancia de la implementación de la terapia nutricional en las primeras 48hs de ingreso de un paciente, pero todavía falta mucho camino por recorrer. Nuestro compromiso es con los profesionales de la salud y con los pacientes como centro del tratamiento", concluyó la Lic. Jereb.