En el marco del Foro del Comité Americano para el Tratamiento y la Investigación de la Esclerosis Múltiple (ACTRIMS, por sus siglas en inglés), que se llevó delante de manera virtual entre el 25 y el 27 de febrero, se reveló un nuevo análisis del estudio MAGNIFY-MS, que concluyó que los pacientes que recibían cladribina comprimidos como tratamiento para la esclerosis múltiple (EM) remitente-recurrente y se aplicaban la vacuna contra la gripe o varicela zóster desarrollaban anticuerpos para estas enfermedades.
Esta información es muy valiosa, porque muchos de los tratamientos para esta enfermedad provocan un descenso de los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que forman parte del sistema inmune. El descenso de estas células puede en algunos casos generar una respuesta reducida frente a ciertas vacunas. En consecuencia, contar con datos científicos de que los pacientes en tratamiento con cladribina comprimidos generan una respuesta adecuada frente a la vacunación, es una noticia auspiciosa ante la posibilidad de que en aquellas personas con EM que estén usando esta terapia la vacunación contra el Covid-19 pudiese ser efectiva.
Es importante aclarar que los resultados no se pueden extrapolar al coronavirus SARS-Cov-2, pero sin dudas es un hallazgo que servirá como puntapié para investigar la respuesta de estos pacientes a la vacunación contra el Covid-19, detalló el Dr. Juan Ignacio Rojas, médico neurólogo de la Unidad de Esclerosis Múltiple y Enfermedades Desmielinizantes del Hospital Universitario CEMIC y del Centro de Esclerosis Múltiple de Buenos Aires (CEMBA).
El análisis retrospectivo incluyó un número acotado de pacientes: 12 habían recibido la vacuna contra la gripe estacional y 3 contra la varicela zóster. En todos los casos se tomaron muestras de sangre antes y después de la vacuna y se vio que los niveles de anticuerpos se mantuvieron o incluso aumentaron durante al menos 6 meses sin importar la cantidad de linfocitos que presentaran las personas.
En paralelo, se realizó un sub análisis del estudio denominado CLOCK-MS, que evaluó a tres pacientes con EM remitente-recurrente que habían recibido al menos una dosis de cladribina comprimidos antes de aplicarse la vacuna contra la gripe. En todos ellos, los niveles de anticuerpos se encontraban aumentados 4 semanas después de la vacunación. Dos de los tres pacientes habían recibido el tratamiento unos meses antes de la inoculación y presentaban un recuento bajo de linfocitos en ese momento, lo que resalta aún más la importancia de estos resultados.
"Sin ninguna duda nuevas investigaciones arrojarán más información, pero estos primeros resultados son alentadores, proveen evidencia concreta de alta calidad y abren una luz de esperanza para entender la protección en pandemia de todos aquellos pacientes con esclerosis múltiple que estén recibiendo esta medicación", concluyó el Dr. Rojas.
La vacuna contra la gripe estacional contribuye a prevenir el desarrollo de esta enfermedad o a reducir sus complicaciones, que en adultos mayores, niños pequeños, embarazadas o personas con comorbilidades puede presentarse en forma grave y poner en riesgo la vida. Suele aplicarse periódicamente –por lo general de manera anual- en estos grupos. Por su parte, la vacuna contra la varicela zoster se indica habitualmente durante la infancia y su objetivo es reducir la morbimortalidad de la enfermedad.
En nuestro país, se estima que entre 9 y 12 mil personas conviven con EM. Se trata de una enfermedad neurológica y autoinmune que suele presentarse en adultos jóvenes, en una relación de tres mujeres por cada varón
La compañía farmacéutica Sanofi presentó una nueva terapia para pacientes con Diabetes Tipo 2 (DMT2) que combina dos agentes hipoglucemiantes en una proporción fija. La sinergia de estos dos agentes brinda un tratamiento eficaz y seguro en una sola aplicación diaria. Además, minimizaría el aumento de peso y el riesgo de hipoglucemias.
“En Sanofi trabajamos para mejorar la vida de los pacientes y brindar medicamentos innovadores. Hoy estamos orgullosos de acercar esta nueva terapia que permite mejorar el control glucémico en pacientes con DMT2: iGlarLixi es el primer tratamiento combinado que llega a la Argentina y es único en el mercado local”, comentó Carolina López Camelo, Directora Médica de General Medicines de Sanofi para Cono Sur.
iGlarLixi está indicada para personas con diabetes tipo 2, mayores de 18 años, para mejorar el control glucémico cuando los medicamentos hipoglucemiantes orales solos o combinados con insulina basal, o insulina basal sola, no proporcionan el control glucémico adecuado.
Por su parte, la Dra. Carla Musso-MN 86.363,Coordinadora del Servicio de Diabetes de la Fundación Favaloro-, explicó que “a pesar de que en la actualidad existen diversas terapias para la diabetes, aún existen necesidades médicas insatisfechas. En este sentido, un paciente puede llegar a necesitar múltiples antidiabéticos orales o inyectables combinados para poder mantener el nivel de glucosa (o azúcar) en sangre, dentro de un rango normal. Esta situación dificulta la adherencia al tratamiento”.
Cabe destacar que las personas con buena adherencia a los tratamientos presentan mejores cifras de hemoglobina glicosilada, menor riesgo de ingresos hospitalarios, menor mortalidad y menor gasto sanitario total.
La nueva opción terapéutica es una combinación de proporción fija de 2 agentes hipoglucemiantes con mecanismos de acción complementarios: insulina glargina -un análogo de insulina basal- y lixisenatida -un agonista del receptor de GLP-1-cuyo fin es el control dela glucosa plasmática en ayunas y de la glucosa plasmática posprandial (después de las comidas) respectivamente.
El Dr. Adrián Proietti-MN 102.548, director del Curso de Tecnología aplicada al control y Tratamiento de la Diabetes de la Sociedad Argentina de Diabetes-, describió que “la nueva terapia demostró que mayor proporción de pacientes alcanzaron la meta glucémica. Además, se demostró que tiene beneficios adicionales sobre el peso corporal e incluso un leve descenso en los pacientes tratados con esta terapia”.
En la Argentina existe un gran porcentaje de pacientes con DMT2 que no logran alcanzar el objetivo terapéutico para controlar su enfermedad. Resultados de un relevamiento realizado en nuestro país sobre 2551 pacientes con diagnóstico de DMT2[1], muestran que de los pacientes que reciben tratamiento únicamente con hipoglucemiantes orales, aproximadamente el 40% de ellos no alcanza el objetivo terapéutico (HbA1c ≤7%), mientras que en aquéllos que reciben insulina como alternativa terapéutica (ya sea sola o asociada a hipoglucemiantes orales) alrededor del 70% no logra alcanzar el objetivo terapéutico.
iGlarLixi demostró una mayor reducción de hemoglobina glicosilada llevando a una mayor cantidad de pacientes a la meta glucémica versus insulina basal sola, como también versus AR-GLP1 solo.
La administración es a través de una lapicera, por vía subcutánea, una vez al día durante la hora previa a cualquier comida. Las lapiceras brindan diferentes concentraciones y rangos de dosis, para que cada pacientes pueda utilizarlo según su necesidad de insulina.
Prevalencia de la Diabetes
La Federación Internacional de Diabetes[2] estima que a nivel mundial el 9,3% de adultos de entre 20 y 79 años tienen diabetes. Esto sería cerca de 463 millones de personas en el mundo. Se calcula que para el año 2030la cantidad de personas con diabetes ascenderá a 578,4 millones.
En la Argentina, la prevalencia de personas con glucemia elevada o diabetes en adultos se estima que es del 12,7% (auto reporte según metodología), según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. Esto correspondería a más de 3,5 millones de personas adultas en Argentina que viven con diabetes[3].
[1] Gagliardino JJ et al. Diabetes Res Clin Pract 153:86, 2019.
[2] DIABETES ATLAS Ninth edition 2019
[3] 4ta ENFR 2018 Argentina. http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000001444cnt-2019-04_4ta-encuesta-nacional-factores-riesgo.pdf
Después de lidiar con el virus SARS-CoV-2 durante más de un año, las clínicas aún enfrentan la misma realidad que tenían hace meses: no existen soluciones rápidas y fáciles para el tratamiento de COVID-19. Los avances en el tratamiento de la enfermedad se han realizado poco a poco, con una combinación de medicamentos desarrollados originalmente para combatir otros virus y tratamientos que han demostrado ser seguros y efectivos para tratar los síntomas tardíos de la enfermedad, como los esteroides utilizados para combatir la inflación. Pero en los últimos meses, los ensayos clínicos han apuntado a varios medicamentos adicionales que podrían unirse al kit de herramientas de COVID-19.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Oxford comenzaron ensayos con la colchicina, un fármaco clásico asociado al tratamiento de los ataques agudos de gota, una enfermedad conocida desde épocas muy remotas, para descubrir si puede acelerar el tiempo de recuperación y evitar que las personas necesiten atención hospitalaria. El equipo de especialistas probará si el medicamento puede ayudar a los adultos infectados por coronavirus a combatir la enfermedad en casa.
En la actualidad, la colchicina constituye un tratamiento de segunda línea para las crisis agudas de gota, cuando la administración de otros antiinflamatorios, como los corticoides, está contraindicada o es insuficiente. El medicamento antiinflamatorio se ha distribuido a los pacientes con gota durante décadas. Se usa para tratar y prevenir la inflamación sistémica, una característica de la gota y los peores casos de coronavirus.
Los expertos canadienses encontraron que el medicamento se mostró prometedor para reducir las admisiones hospitalarias en pacientes con COVID-19. Y los académicos brasileños afirmaron el mes pasado que puede evitar que los pacientes gravemente enfermos necesiten oxígeno. Sin embargo, se sabe poco sobre la eficacia de la colchicina para reducir el tiempo de recuperación general o si puede combatir la mayoría de los síntomas.
Ahora, se agregará al ensayo farmacológico PRINCIPLE dirigido por Oxford, que reclutó a 4.400 voluntarios para probar diferentes medicamentos en pacientes con COVID-19 que se hayan infectado recientemente. Los investigadores ya encontraron que los antibióticos azitromicina y doxiciclina no son tratamientos efectivos durante las primeras etapas de COVID-19.
La colchicina se deriva de la flor de azafrán de otoño tóxica en el Reino Unido y Europa, y se ha utilizado como un remedio tradicional para la hinchazón de las articulaciones desde 1500 a.C. El medicamento, de marca Colcrys, evita que los glóbulos blancos reaccionen en forma exagerada a la infección, lo que puede provocar insuficiencia orgánica y la muerte.
Los voluntarios del ensayo se asignan al azar para tomar medicamentos como budesonida, un corticosteroide inhalado, o recibir tratamiento regular en el hospital. Los estudios han demostrado que la colchicina es segura, pero sus efectos secundarios incluyen diarrea, dolor de estómago, estreñimiento, náuseas y vómitos.
Los participantes que reciban colchicina recibirán un curso de dos semanas de comprimidos de 0,5 mg una vez al día. Los médicos harán un seguimiento de su condición durante un mes, comparando sus síntomas y su enfermedad con los voluntarios que recibieron otros medicamentos o ningún tratamiento.
Para el profesor Chris Butler, uno de los científicos de Oxford detrás del ensayo, investigar los tratamientos para COVID-19 es vital. “Estamos pidiendo voluntarios elegibles mayores de 18 años de todo el país para unirse al ensayo PRINCIPLE cuando experimenten por primera vez los síntomas de COVID-19 y ayudar en la búsqueda de tratamientos potenciales”, manifestó el experto.
Los participantes que toman colchicina deben tener entre 18 y 64 años y haber sufrido dificultad para respirar durante las dos primeras semanas de su enfermedad. O deben tener ciertas condiciones de salud subyacentes que los pongan en riesgo de una enfermedad grave o ser mayores de 65 años.
Hasta ahora, el ensayo ha determinado que los antibióticos azitromicina y doxiciclina no son tratamientos efectivos durante las primeras etapas de COVID-19. Todavía está investigando los efectos de la budesonida, un corticosteroide inhalado, en personas mayores de 50 años.
Ante la elevada prevalencia de diabetes, exceso de peso y presunta subestimación del riesgo cardiovascular asociado, comienza a haber respuestas para lograr mejores resultados terapéuticos abordando en simultáneo todas estas problemáticas. Ya está aprobada y disponible en Argentina semaglutida, un tratamiento para la diabetes tipo 2 de una única aplicación semanal, que no solo ayuda al control glucémico, sino que también brinda seguridad cardiovascular y contribuye a controlar el peso.
La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes, una enfermedad crónica que se caracteriza por un alto nivel de azúcar (glucosa) en sangre. En la Argentina, afecta aproximadamente 1 de cada 10 adultos y la mitad de los que están diagnosticados y en tratamiento no logra un adecuado control de la glucemia con las medicaciones tradicionales.
El Dr. León E. Litwak, médico diabetólogo, asociado del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano de Buenos Aires, aseguró que "contar con un medicamento como semaglutida representa un avance muy importante, porque permite lograr un mejor control glucémico, que naturalmente es el principal objetivo del tratamiento de la diabetes, pero que -a la vez- ofrece beneficios cardiovasculares probados y una reducción de peso significativa y sostenida. Además, tiene una muy cómoda forma de administración, que seguramente contribuirá a una mayor adherencia al tratamiento y más aceptación por parte de los pacientes".
Recientemente, un estudio internacional reveló que 4 de cada 10 argentinos con diabetes tipo 2 tienen, además, enfermedad cardiovascular, que es la principal causa de muerte y discapacidad en este tipo de diabetes. Por esto, expertos remarcan que el abordaje de la diabetes tipo 2 debe ir mucho más allá del control de los niveles de azúcar en sangre y contemplar, a la vez, el manejo del riesgo cardiovascular y del peso corporal.
"Con la llegada de nuevos medicamentos como la semaglutida, se redefinen los objetivos terapéuticos y podemos ser más ambiciosos en lo que esperamos lograr tanto en el control de la glucemia como al optimizar el perfil cardiometabólico de la persona. Además, la intervención precoz y el adecuado control de todos los otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y el sobrepeso, permiten mejorar la evolución y pronóstico de las personas con diabetes. Cuanto antes alcancemos un buen control, mayores serán las posibilidades de evitar complicaciones a largo plazo", afirmó la Dra. Paola Harwicz, directora del Consejo de Cardiometabolismo de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Sin embargo, una encuesta mundial de la Federación Internacional de Diabetes, que incluyó a la Argentina, mostró que 1 de cada 4 adultos con diabetes tipo 2 se consideraba de bajo riesgo cardiovascular.
Por otro lado, agregó la Dra. Harwicz, "estudios muestran que la mitad de los pacientes no logra un control óptimo de su diabetes solo con medicación oral tradicional y ellos pueden beneficiarse de nuevas opciones terapéuticas que logran resultados más contundentes en el descenso de la glucemia y que aportan otros beneficios".
Acerca de semaglutida
Semaglutida es un agonista del receptor del GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) de administración semanal, mediante inyección subcutánea, desarrollado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Mejora el control de la diabetes porque estimula la secreción de insulina y contribuye al descenso de peso actuando a nivel del sistema nervioso central, disminuyendo el apetito y la ingesta de alimentos. Además, reduce el riesgo cardiovascular modificando la progresión de la aterosclerosis (la acumulación de grasa en las arterias), la presión arterial, el nivel de lípidos y el peso corporal.
En el programa de ensayos clínicos SUSTAIN, semaglutida demostró ser segura y bien tolerada: los eventos adversos reportados con mayor frecuencia fueron trastornos gastrointestinales, incluyendo náuseas, diarrea y vómitos. En general, fueron reacciones leves a moderadas y transitorias
Diabetes tipo 2 en números
· Cerca de 1 de cada 10 adultos en Argentina tiene diabetes tipo 2
· 4 de cada 10 argentinos con diabetes tipo 2 tienen además enfermedad cardiovascular
· 1 de cada 5 adultos con diabetes tipo 2 tuvo un evento cardiovascular
· 9 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad
"Lograr un buen control de enfermedades crónicas requiere cambios en el estilo de vida y representa un desafío grande; lo sabemos los médicos y lo experimentan todos los días nuestros pacientes. Por eso, siempre es una buena noticia empezar a contar con opciones terapéuticas que simplifiquen el tratamiento, contribuyendo a la adherencia terapéutica, y que alcancen resultados superadores a lo que ya conocíamos", concluyó el Dr. Litwak, quien también es Codirector de la Maestría de Riesgo Cardiovascular, Diabetes y Enfermedad Vascular del Instituto Universitario del Hospital Italiano.
SC Johnson anunció hoy una donación de 25.000 unidades de repelentes de mosquitos para ayudar a proteger a las familias en Argentina y Paraguay. La empresa también amplió su programa educativo Chau Mosquito con capacitación virtual para llegar a un mayor número de personas durante la pandemia COVID-19.
"El dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos pueden afectar la vida de las personas y las comunidades", dijo Alan VanderMolen, Vicepresidente Senior y Jefe de Comunicaciones en SC Johnson.
"Estamos comprometidos con un mundo más saludable al ayudar a las familias a través de donaciones de productos e información educativa para reducir significativamente el impacto de las enfermedades transmitidas por mosquitos en las familias".
SC Johnson se comprometió con las organizaciones civiles Edupas, Fundación Mundo Sano y Fundación Dequení para entregar los productos donados y el programa educativo en línea Chau Mosquito. Lanzado en 2016, el programa Chau Mosquito proporciona información útil sobre cómo las familias pueden prevenir las picaduras de mosquitos y reducir la transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, el Zika, el chikungunya y la fiebre amarilla. Más de 5.000 líderes comunitarios, docentes, médicos y profesionales de la salud pública han sido capacitados y 900.000 familias en Argentina, Paraguay y Uruguay se han beneficiado de los recursos educativos de Chau Mosquito y un millón de unidades de repelentes e insecticidas personales donados.
Para obtener más información, visite www.chaumosquito.com.
Luego de que a principios de este mes algunos países europeos cuestionaran la aplicación de la vacuna elaborada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford en adultos mayores y esta semana se conocieran casos de de trombosis y coágulos sanguíneos en personas que habían sido vacunadas con esa formulación, hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que no hay razón para no usarla.
Asimismo, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ayer se pronunció acerca de la decisión de la Autoridad Sanitaria Danesa de detener su campaña de vacunación con la vacuna COVID-19 AstraZeneca por los eventos de trombosis mencionados.
“Actualmente, no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no figuran como efectos secundarios de esta vacuna. La posición del comité de seguridad de la EMA es que los beneficios de la vacuna continúan superando sus riesgos y la vacuna puede continuar administrándose mientras se está investigando los casos de eventos tromboembólicos”, informó el organismo en un comunicado. Ya se están revisando todos los casos de eventos troboembólicos y otras afecciones relacionadas con los coágulos de sangre, notificados después de la vacunación con la vacuna COVID-19 AstraZeneca", agregaron.
En tanto desde el laboratorio informaron que un análisis de sus datos de seguridad de más de 10 millones de registros “no ha mostrado evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar o trombosis venosa profunda en ningún grupo de edad definido, género, lote o en ningún país en particular con la Vacuna COVID-19 AstraZeneca”. “De hecho, el número observado de este tipo de eventos es significativamente menor en los vacunados que lo que cabría esperar entre la población general”, reforzaron en un parte de prensa difundido por la compañía.
“En nuestro país, la vacuna COVID-19 AstraZeneca fue autorizada como producto para uso de emergencia el 30 de diciembre por la Anmat. Se puede administrar en mayores de 60 años, porque se siguió la recomendación de la OMS en base a evidencias que demuestran que la vacuna tiene un perfil seguro”, afirma la doctora Ángela Gentile, miembro de la Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas de la Argentina en oportunidad de que se pusiera en duda la seguridad de la formulación en adultos mayores.
Al país arribaron el 17 de febrero 580 mil dosis de la vacuna Covishield, la formulación de AstraZeneca/Oxford fabricada en India (el 9 de ese mismo mes las autoridades sanitarias habían autorizado su uso de emergencia) y según informaron desde la cartera sanitaria, al día de hoy fueron distribuidas 547.500 dosis y aplicadas 468.061, tal como figura en el Registro Federal de Vacunación Nominalizado Nomivac.
La vacuna Covishield se produce en el Serum Institute de la India a partir de un acuerdo de colaboración en el contexto de una transferencia tecnológica del laboratorio anglosueco y la universidad británica. El Estado argentino acordó la adquisición de un total de 1.160.000 dosis. Otras 580 mil llegarían en el transcurso de este mes en una aerolínea privada.
Son 2.043 bonaerenses que están en lista de espera para un trasplante de riñón, 11 mil que se encuentran en diálisis, y alrededor de 1.700.000 personas que tienen algún grado de insuficiencia renal. Frente a estas cifras y en el marco del Día Mundial del Riñón que se conmemora mañana, el Ministerio de Salud de la Provincia, a través del Cucaiba, recuerda la importancia de controlar la presión arterial, la diabetes y evitar el sobrepeso para prevenir la Enfermedad Renal Crónica (ERC).
“El 10% de la población tiene algún grado de insuficiencia renal y muchos no lo saben, porque en los primeros estadios de esta enfermedad el paciente quizá no tiene ningún síntoma, sólo puede detectarse si se realiza análisis de sangre y de orina, y controla su presión y diabetes. Una persona mayor de 50 años tiene que concurrir anualmente a su médico clínico para diagnosticar de manera precoz si hay algún problema que aún no dio señales”, explicó el director de Redes de Unidades Públicas de Trasplante del CUCAIBA, Hugo Petrone.
El especialista detalló que con el aumento de la expectativa de vida los riñones también envejecen y, algunos factores de riesgo como la hipertensión y la diabetes -que son las dos causas más importantes de la insuficiencia renal y también de que el paciente termine en diálisis o trasplante- comienzan a aparecer con los años.
Por esto sostuvo que llevar una vida saludable, es decir; estar bien hidratados, no fumar, comer con poca sal, tener una alimentación a base de verduras y frutas, y hacer una actividad física son claves para prevenir esta enfermedad.
“La persona que presenta edemas en las piernas o en la cara, sufre cambios de color en la orina por posible presencia de sangre, y de manera repentina comienza a tener presión arterial alta; debe consultar con un profesional cuanto antes”, señaló Petrone.
La obesidad, también es un potente factor de incremento de la diabetes y la hipertensión, causantes de la ERC, debido a que los riñones de las personas con exceso de peso tienen una sobrecarga de trabajo para alcanzar las demandas metabólicas del organismo.
En este sentido, se recordó que existen muy pocos tratamientos disponibles para esta patología y; las soluciones suelen ser la diálisis y el trasplante de riñón. Esto hace que la prevención y adoptar un estilo de vida sano sigan siendo la forma más eficaz de evitar esta enfermedad a largo plazo.
“VIVIR BIEN CON ENFERMEDAD RENAL”
Ese es el lema elegido este año para conmemorar mañana el Día Mundial del Riñón, por ese motivo el CUCAIBA brindará este jueves a las 17 horas una charla virtual abierta a la comunidad, destinada a pacientes y sus familias donde se hará hincapié en la nutrición, los factores psicológicos y la necesidad de contención afectiva, de los tóxicos que aumentan los riesgos, como el cigarrillo y la automedicación, y la derivación precoz al nefrólogo.
Durante el encuentro, además del director de Redes de Unidades Públicas de Trasplante del CUCAIBA, Hugo Petrone, expondrán también especialistas en nutrición y en educación física del hospital provincial San Martín de la Plata. El link para ingresar es meet.google.com/wzi-gmeg-xvp.
El Día Mundial del Riñón se celebra el segundo jueves de marzo de cada año en todo el mundo, y es una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales. El propósito de esta conmemoración es concientizar sobre la enfermedad renal que, con sólo un análisis de orina y sangre, puede ser detectada en forma temprana.
CLAVES PARA CUIDAR NUESTROS RIÑONES:
*Controlar los niveles de glucosa en sangre. Alrededor de la mitad de las personas con diabetes desarrollan algún grado de daño renal, por lo que es importante que realicen regularmente análisis de creatinina y proteinuria, que son los marcadores clínicos de la función renal.
*Monitorear la presión arterial. Muchos controlan su presión por temor a un ACV o a un infarto de miocardio, pero tal vez ignoran que la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para la enfermedad renal crónica.
*Evitar el consumo excesivo de antiinflamatorios, hay medicamentos que pueden dañar el riñón.
*Comer en forma saludable y bajar el consumo de sal: no más de una cucharadita pequeña de café (equivalente a 2 a 3 gramos de sal) por día. Tratar de consumir menos comidas preprocesadas.
*No fumar porque disminuye el flujo de sangre hacia los riñones e incrementa un 50 por ciento el riesgo de cáncer renal. El cigarrillo sube la presión arterial.
*Hacer actividad física. Caminar, correr o andar en bicicleta ayuda a mantener controlada la presión arterial, con lo cual disminuye el riesgo de enfermedad renal crónica.
*Hidratarse con agua. Se calcula que entre un litro y medio y dos litros por día es una cantidad apropiada. Colabora con la función depuradora de los riñones, que eliminan los excesos de sales, urea y toxinas.
El trabajo mancomunado que vienen llevando adelante desde hace tres años dos equipos de investigación del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP) y el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), permitió sentar las bases para el próximo y más ambicioso proyecto en el que se encuentran embarcados: el diseño y elaboración de una vacuna contra el COVID-19. La iniciativa acaba de ser presentada en un acto que se llevó a cabo en el rectorado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y contó con la presencia de la directora del CCT CONICET La Plata, Gloria Chicote, y el presidente de la casa de altos estudios Fernando Tauber.
La estrategia propuesta por los equipos encabezados por los investigadores del CONICET Guillermo Docena y Omar Azzaroni, del IIFP y el INIFTA respectivamente, se basa en el uso de fragmentos de la proteína S, que se encuentra en la cubierta del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, y es el arma que este utiliza para invadir e infectar las células blanco, que son las del epitelio nasal y, principalmente, pulmonar, donde en contacto con distintos tipos de receptores se divide y multiplica para invadir otras células.
Lo que el equipo busca es encapsular esas fracciones de la proteína en nanopartículas e inocularlas para generar los anticuerpos necesarios que permitan bloquear la entrada del virus, y provoquen la respuesta de memoria que garantice inmunidad protectora en el tiempo. “En principio, la idea es emplear este método para el desarrollo de una vacuna de tipo sistémica, que podría aplicarse por ejemplo de manera intramuscular como es el caso de las que se han obtenido para COVID-19, pero evaluamos también la posibilidad de hacerlo en una vacuna mucosal, es decir las que se aplican en mucosas ya sea de manera intranasal o vía oral”, comenta Docena.
Si bien los equipos aunaron esfuerzos para contribuir en la lucha contra el COVID-19, los antecedentes de colaboración entre ambos datan desde 2018. Para el caso del coronavirus, sumaron capacidades referidas al desarrollo y optimización de inmunoterapias para enfermedades inflamatorias e infecciosas; sistemas biológicos, patologías y métodos para evaluar la inmunidad generada por las vacunas; y sistemas basados en tecnología de nanopartículas. “Lo que proponemos es encapsular las proteínas virales en nanopartículas construidas mediante ensamblado molecular. Lo que hacemos es diseñar bloques de construcción de manera tal que al ponerlos en una solución se ensamblan espontáneamente formando una nanopartícula”, cuenta Azzaroni, y continúa: “Las características de este tipo de ensamblados hacen que sea posible encapsular diferentes elementos biológicos de manera relativamente controlable, lo que tiene potencial interés en el desarrollo de vacunas”.
En el camino por desarrollar la vacuna, se encuentran estudiando distintos protocolos de administración para implementar durante la etapa de experimentación en animales, y estudiando las respuestas inmunes inducidas. “Una vez que encontremos las condiciones experimentales para inducir la mejor respuesta inmune, y caractericemos estos anticuerpos, pasaremos a la fase de análisis de la eficacia de la vacuna en el modelo experimental. De esta manera administraremos la vacuna a los animales y luego la desafiaremos con el SARS-CoV-2 para evaluar el grado de protección conferido mediante la vacunación. Esperamos poder concluir estas etapas durante el transcurso de 2021, para luego evaluar la posibilidad y condiciones de pasar a fases clínicas”, explica Docena.
La experiencia acumulada a lo largo de la pandemia indica que la única salida posible es a través de la vacunación. Si bien existen decenas de vacunas que se encuentran en ensayos clínicos, hasta el momento solo siete, obtenidas en tiempo récord, fueron aprobadas a lo largo del planeta para su uso de emergencia, y la demanda a nivel mundial es imperiosa y creciente. En este contexto, el desarrollo de vacunas nacionales cobra especial dimensión para lograr el control de la circulación del virus y el progreso de la enfermedad.
“Por cómo ha avanzado la vacunación, estamos observando que los casos están disminuyendo en muchos países, lo que hace pensar que en un tiempo prudencial la pandemia podrá comenzar a ser controlada. Sin embargo, sabemos que esto no será fácil, que estamos en una encrucijada que tiene que ver con la producción y la logística de las vacunas, y que hasta no inmunizar a un 70 u 80 por ciento de la población no alcanzaremos el denominado efecto rebaño, que permitirá controlar el avance de los contagios y de la enfermedad. Este proceso se extenderá durante todo 2021, y probablemente parte de 2022, por lo que es importante que se puedan utilizar numerosas vacunas. Tampoco sabemos cuán duradera será la inmunidad conferida por estas, ni si se requerirán dosis de refuerzo anuales y/o regionales, lo que dependerá de la aparición de nuevas variantes virales. Estos factores determinan que este proceso probablemente se sostenga en el tiempo”, puntualiza Docena.
En esa línea, el experto destaca que “es importante considerar que en nuestro país se están llevando adelante distintos proyectos para el desarrollo de vacunas contra el COVID-19. Sabemos que estos procesos dependen ampliamente de las capacidades de los grupos de trabajo, pero fundamentalmente de la financiación. Todos los proyectos en Argentina se encuentran en la fase pre clínica, es decir en modelos animales, y con amplias posibilidades de poder comenzar en el 2021 los ensayos clínicos en individuos sanos voluntarios”.
Cabe destacar que el proyecto cuenta con la colaboración de equipos científicos del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI, CONICET-UNLP), el Centro de Investigaciones Cardiovasculares “Dr. Horacio Eugenio Cingolani” (CIC, CONICET-UNLP), y el Instituto de Química y Fisicoquímica (IQUIFIB, CONICET-UBA).
Un antiinfeccioso de amplio espectro está siendo estudiado en Argentina con prometedores resultados en un estudio clínico piloto con 135 pacientes con diagnóstico confirmado de COVID-19 y síntomas leves a moderados. El trabajo, que está publicado en el sitio internacional www.clinicaltrials.gov, se está llevando adelante en el Hospital Universitario Austral y en la Clínica del Pilar de Ciudadela, ambos de Provincia de Buenos Aires.
La nitazoxanida es una medicación mayormente utilizada como antiparasitario, pero que en estudios in vitro demostró un buen rango de eficacia contra el coronavirus SARS-Cov-2. Se administra a través de comprimidos o en suspensión (líquido) y presenta un amplio margen de seguridad. En la Argentina, está disponible y la comercializa el laboratorio Roemmers, patrocinador de la investigación.
Este ensayo clínico es un estudio "piloto", que permite evaluar la actividad antiviral de la nitazoxanida en pacientes tratados al inicio de la enfermedad. En caso de corroborar su actividad antiviral al cierre del estudio, se deberán iniciar ensayos con un número más elevado de pacientes, para terminar de confirmar el potencial impacto clínico favorable de dicha disminución. El resultado preliminar del mismo mostró una tendencia favorable hacia la nitazoxanida versus el placebo en la cantidad de pacientes que alcanzaron una reducción de la carga viral.
"La reducción de la carga viral tendría potencialmente dos importantes beneficios: por un lado, la enfermedad sería menos severa en el organismo del paciente infectado y, por el otro, el portador tendría menos chances de infectar a otros individuos", sostuvo el Dr. Marcelo Silva, médico hepatólogo, investigador principal del estudio, ex presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) y actual presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de Enfermedades del Hígado (ALEH).
Una investigación previa ya había sugerido que la carga viral elevada al séptimo día de enfermedad se asociaba con una tasa mayor de hospitalizaciones y progresión a cursos clínicos más graves. Este hallazgo permitiría suponer, por ende, la posibilidad de que un agente que reduzca la carga viral logre disminuir la tasa de hospitalización.
"Estamos muy entusiasmados con los resultados obtenidos hasta ahora y con la posibilidad de contar con una alternativa terapéutica que podría ser eficaz para un grupo de pacientes con síntomas leves a moderados de COVID-19", sostuvo el Dr. Marcelo Silva.
Este estudio viene a complementar los resultados de otro similar publicado recientemente en la revista European Respiratory Journal en el que también pudieron demostrar la actividad antiviral in vivo de la nitazoxanida en pacientes con infección por SARS-COV-2. Según clinicaltrials.gov, ya hay más de 20 estudios en curso en el mundo con la NTX tratando de demostrar su eficacia antiviral en esta patología.
La droga ha sido estudiada ampliamente en seres humanos para otras afecciones y superó distintas pruebas preclínicas y clínicas para sus sucesivas aprobaciones por parte de las autoridades regulatorias de los países en los que está disponible. Se estima que más de 150 millones de personas a nivel global han utilizado esta medicación.
En la Argentina, no está indicada para su uso en personas con COVID-19, pero el laboratorio Roemmers se encuentra apoyando el desarrollo de nuevas investigaciones más amplias para contar con información suficiente que permitan evaluar la ampliación de su indicación actual.
En opinión del Dr. Diego Enríquez, Asesor Médico de Roemmers, "disponer de una droga de bajo costo, segura y con comprobada eficacia para el tratamiento inicial de enfermedades virales como el COVID-19, sería muy importante puesto que -según publicaciones recientes- las sucesivas mutaciones del original de Wuhan podrían no ser alcanzadas al 100% por los antígenos incluidos en las vacunas".
"Es crítico que se avance en el estudio de posibles opciones de tratamiento para el COVID-19, porque está aumentando el número de casos y las vacunas no serán una solución rápida y definitiva a la transmisión del virus", agregó.
"Esperamos que la finalización de este estudio y nuevos trabajos que están en curso, tanto aquí como en el extranjero, arrojen información científica más robusta sobre sus posibles beneficios. Mientras tanto, mantenemos un cauto optimismo y estamos en comunicación permanente con otros investigadores de la molécula en otros lados del mundo", completó el Dr. Marcelo Garbini, Director Médico de Roemmers.
La nitazoxanida es un antiinfeccioso de amplio espectro que demostró actividad beneficiosa contra distintos tipos de parásitos, virus y bacterias. En una droga conocida en el mundo, que presenta escasos efectos adversos, generalmente leves y pasajeros, de tipo gastrointestinales. La medicación actúa fundamentalmente inhibiendo la expresión de una proteína viral denominada 'N' y también suprimiría la producción de citoquinas proinflamatorias, que se cree intervienen en el proceso de la enfermedad por COVID-19.
La investigación, llevada a cabo en el Hospital Universitario Austral y en la Clínica del Pilar de Ciudadela es liderada por el Dr. Marcelo Silva y tiene por objetivo determinar la seguridad y eficacia de la nitazoxanida en personas de ambos sexos con infección por coronavirus SARS-CoV-2 y síntomas leves o moderados de COVID-19. A diferencia de otros estudios, al ser un estudio comparado contra placebo permitirá verificar cuánto del efecto se debe realmente al fármaco activo y cuánto a la evolución propia de la enfermedad.
Participan 135 pacientes, los cuales fueron asignados al azar a recibir la medicación o un placebo y el criterio de valoración principal consiste en el nivel de erradicación del virus en determinados períodos de tiempo de tratamiento, tomando como referencia la evaluación de las secreciones del tracto respiratorio de los pacientes.
En la actualidad, están en desarrollo numerosos ensayos con esta medicación en otros países, como en los Estados Unidos, y el propio laboratorio Roemmers colabora con la realización de una investigación en nuestro país a cargo de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), que cuenta también con el patrocinio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
"Creo que es sumamente importante seguir generando información científica robusta que nos permita documentar mejor la eficacia real de los distintos fármacos que se vienen empleando, algunos de ellos de manera empírica, es decir, sin suficiente evidencia. Su correcta validación va a acortar la vida media de la pandemia, así como también nos ayudará a diseñar otros estudios con fármacos con mecanismos de acción antiviral complementarios", concluyó el Dr. Silva.
El protocolo original del presente estudio se publicó antes de comenzar a reclutar pacientes en el sitio www.clinicaltrials.gov y se espera dar a conocer la información preliminar de los resultados a la comunidad científica a través de la publicación en revistas científicas arbitradas por pares.
La conocida encuesta de enero de este año de Ipsos que reveló en un estudio el impacto de la pandemia en la alimentación y la salud, donde se especifica que a nivel mundial la media de kilos ganados se sitúa en 6,1 kilos desde la llegada de la COVID-19, se une el reto de afrontar nuevas olas de pandemia y otras cepas.
Las complicaciones son triples según un documento presentado por especialistas de la Universidad de Navarra: la obesidad eleva en casi un 50% la probabilidad de infectarse por Covid-19, duplica la probabilidad de ser ingresado en un hospital y eleva en un 48% la mortalidad. Con esos datos, parece indiscutible que nunca ha sido tan necesario como ahora protegerse y volver al peso saludable.
Lo grave del asunto es que el número de obesos en el mundo se ha incrementado desde unos 100 millones en 1975 a 700 millones actualmente. La pandemia de coronavirus pasará a la historia, pero desaparecerá; la de obesidad parece que está aquí para quedarse.
La herencia silenciosa
La mejor evaluación del daño que hace el exceso de peso la proporciona el “Global Burden of Disease” (GBD-2017). En este estudio valoraron a 68,5 millones de niños y adultos en 195 países entre 1980 y 2015, y cuantificaron la carga de enfermedad relacionada con un alto índice de masa corporal (IMC). Concluyeron que nada menos que 4 millones de muertes anuales en el mundo se debían al alto IMC.
Aunque el IMC no es un indicador perfecto, ya que puede elevarse en personas con mucha masa muscular, es el más usado y práctico. Se calcula dividiendo el peso (en kilos) entre la talla (en metros) elevada al cuadrado. Así, una persona que pese 80 kg y mida 1,70 m tendrá un IMC de 27,68 (porque 80 entre 1,7 al cuadrado es igual a 27,68).
Lo ideal es que el IMC esté aproximadamente en 22. El sobrepeso se define como un IMC superior a 25 y la obesidad, a 30. En el estudio GBD-2017, casi el 40% del exceso de muertes se daba en personas con sobrepeso u obesidad.
“Podríamos seguir por décadas hablando de genes y moléculas, buscando los culpables de la obesidad, mientras se constata lo mal que se están ejerciendo las acciones más básicas de prevención y salud pública -explica Miguel Martínez González, uno de los especialistas de la Universidad de Navarra a cargo del informe-. La paradoja es que en ningún otro país se ha investigado tanto en estos genes y moléculas como en EEUU, que es donde más suben las tasas de obesidad mórbida. Uno de cada 12 estadounidenses ya es candidato a cirugía bariátrica, popularmente conocida como reducción de estómago.
No hay que engañarse culpando a genes y moléculas. La rama no puede tapar el bosque. Lo que hay que hacer es comer menos. Hace falta fuerza de voluntad, empeño, libre decisión, control y más. Pero esto parece cada vez más difícil en una cultura dominada por un materialismo atroz y donde los ciudadanos son poco más que minions o títeres en manos de poderosos intereses comerciales de esas grandes corporaciones que venden comida y bebida basura.
El reto de superar la obesidad no es solo fisiológico, sino psicológico y cultural. Una cultura consumista y hedonista deja indefenso al ciudadano y propicia las conductas obesogénicas. Quizás falta decisión, valentía y radicalidad para confrontar en sus raíces un profundo déficit cultural.